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Cortarnos las alas.

- Bien, entonces podemos reunirnos, digamos... ¿El viernes a eso de las once? Perfecto, allá nos vemos.

Al colgar el teléfono solicitó a su secretaria un billete de ida y vuelta para el primer AVE de la mañana. Llegaría a Madrid cerca de las diez y tendría tiempo de sobra para coger un taxi hasta el lugar de su entrevista. Pensó en comer en algún sitio de moda cerca de Atocha, pero recordó la promesa hecha a su hija de asistir a la competición a las ocho en el polideportivo municipal. Lo dejaré para otra ocasión, pensó... y decidió llevarse un bocadillo.

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  - Bien, entonces podemos reunirnos, digamos... ¿El viernes a eso de las once? Perfecto, allá nos vemos.

Al colgar solicitó a su secretaria que le pidiera un billete para el jueves a Madrid y que le reservara un hotel cerca del lugar de reunión. Con suerte habría billetes para regresar el mismo viernes por la tarde, por lo que podría dormir en casa. Pensó en desayunar en el hotel y pedir que le hicieran un bocadillo, pero luego recordó que el viaje dura más de ocho horas... y decidió comer algo el el bar del tren.

La diferencia entre ambas situaciones está en que la primera se podría dar en Zaragoza, Sevilla o Barcelona, con las lógicas diferencias horarias debidas a la ubicación geográfica de cada una de estas ciudades; la segunda podría darse en La Coruña o en Vigo o en otras capitales de provincia. Ambas situaciones son extrapolables a muchas otras ciscunstancias: Estudios, eventos familiares o turismo se ven afectados de forma notoria en relación directa con la capacidad vertebradora de la Alta Velocidad Española.

Pongamos un caso claro y lo ferrolanizo porque puede ser paradigmático, porque sirve para ilustrar  el tema que pretendo demostrar y porque el blog lo escribo yo y pongo lo que me da la gana:

Alfredo no tiene vacaciones en Semana Santa, por lo que está pensando en desplazarse los festivos. En Internet ha estado buscando algo que hacer y ha encontrado que en Ferrol las celebraciones de Semana Santa han sido declaradas de Interés Turístico Internacional. Tiene un amigo que hizo allí el servicio militar y le ha dicho que la ciudad, aunque deteriorada, es bonita, y que los alrededores y la comida son insuperables; además no conoce Galicia y puede aprovechar para acercarse a Santiago y Coruña y ver la Catedral y la Torre de Hercules. Entra en una página de Renfe y se alarma al comprobar lo que se tarda en llegar a Ferrol, además la comunicación con Coruña y Santiago desde allí tiene que ser en autobús (el tren lo descarta porque tarda demasiado). Ojea fotografías y busca opiniones, tiene buena pinta y se lanza a comprar el billete... mala suerte: La única frecuencia no tiene plazas. Al final decide irse a Córdoba, porque tarda algo menos de dos horas y la última vez que estuvo se quedó con ganas de entrar en una casa nazarí muy chula que vio por fuera.

El crecimiento del número de turistas y de transportes desde Sevilla ha crecido desde 1992 de forma absolutamente incomparable con los crecimientos que se han dado en Galicia. Los ingresos como nodo logístico, la afluencia a las procesiones de Semana Santa, las visitas de cruceros, los movimientos mercantiles, los congresos... se han convertido en una jugosa fuente de ingresos para la capital andaluza, y yo me alegro. Este año el AVE andaluz llegará hasta Cádiz, con lo que el número de pasajeros se verá incrementado de nuevo. También me alegro.

Zaragoza está ahora a medio camino entre las dos ciudades más pobladas y más ricas de la Península Ibérica. Estar a menos de dos horas de Madrid o Barcelona convierte a la ciudad del Ebro y de la Pilarica en un nudo de comunicación incomparable en nuestro país, y prueba de ello es que el mismísimo Amancio Ortega ha concentrado allí parte de su logísitica. Sí, Ortega, el hombre más rico de Europa y cuarto del mundo que vive precisamente en La Coruña, donde tiene su sede INDITEX.

Ahora los gurús económicos nos dicen que el AVE a Galicia es tirar el dinero, que ese dinero hay que invertirlo en I+D+i y convertirlo en algo productivo. Claro, pienso yo, total... ¿A quién podría importarle que tres millones de gallegos hagan sus desplazamientos de forma cara (avión), incómoda (autobús) o poco ecológica (coche)? ¿A sus familias? ¿A los mismos gallegos? ¿Al presidente del Gobierno o a la Ministra de Fomento?

Pues gracias a Dios que sí, que dado que ambos son pontevedreses (aunque ella lo sea de adopción) se han dado cuenta hace tiempo -antes de que en el resto de España lo notaran- de que las conexiones con Galicia son lamentables, que los trenes van medio vacíos porque son lentos e ineficaces; que a la industria gallega le cuesta más crecer que a otras porque el precio de las importaciones y de las exportaciones se incrementa por la falta de una buena conexión; que los números turísticos no salen; que la posición estratégica en la Cornisa Cantábrica no se aprovecha...

Y empieza a parecernos que hay gente que no quiere repartir el pastel y que intenta poner trabas a la competitividad de la industria gallega. No digo con esto que los catalanes teman que surja un INDITEX que deje en el más absoluto ridículo a su industria textil o que la gente pueda siquiera pensar que hay uvas fuera del Priorato o de San Sadurní... ¡Qué va! ¡Si seguro que lo hacen por el bien del país! Lo que pasa es que nadie les ha contado que los que están en una esquina son ellos, y que su importancia (mucha) es regional, pero que la ubicación de Galicia es estratégica a nivel global en los tráfico portuarios desde y hacia África y América... o a lo mejor sí se lo han contado y por eso quieren cortarnos las alas ¿Quién podría saberlo?

PD (Prueba de como un AVE puede cambiar una ciudad): El número de habitantes de Ciudad Real se ha incrementado en cerca de veinte mil habitantes desde que en Abril de 1992 se inaugurara el AVE Madrid-Sevilla, con una población flotante o vinculada de más de quince mil personas.

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