Ir al contenido principal

Otoño

Por fin parece que ha llegado. El albor me ha sorprendido deleitándome con el repiquetear del agua en los cristales, con el olor acre y fresco de las primeras lluvias. Se calma mi ansia de chimenea y pies mojados y vuelvo a mi eterno ciclo suspendido por un tiempo en el que el otoño se olvidó de venir.
*******
Saco del armario la manta marrón chocolate y me transmuto en esa otra persona que es tan yo como la que se sumerge en las heladas y esmeraldas aguas de mi tierra en los días de pulpo, vino blanco y mejillones.
*******
Ahora es el tiempo del unto en la lareira, de las neblinas hechas jirones, del pan de broa y de la miel, tal vez de alguna ocasional búsqueda de setas rematada con vino tinto y queso cremoso del Eume.
*******
Mi ausencia me impide seguir la metamorfosis de las fragas, y escuchar el graznido mañanero de un impertinente córvido que sabe que en el interior reina sobre las gaviotas. No estar significa no inhalar los efluvios del pino en el hogar, calentando como siempre y desde siempre. No veré el carvallo pintarse de colores, ni a los abedules sulfurar las riberas, ni a los sauces desnudarse sin pudor. No me mancharé las botas de barro ni escucharé a lo lejos el súbito disparo del cazador.
*******
Caldo gallego de ayer, más amargo y más redondo, una tarde de cine, un paseo de bufanda y botas de agua, pisando los charcos de agua limpia con un rayo del sol discreto que por no molestar ni siquiera calienta.
*******
Casi todos los míos se han muerto en estos días nostálgicos, buscando calidez en la otra orilla y dejar su reumática dolencia en las cenizas. Yo puedo recordar perfectamente todo ese mundo de potas y tocino blanco, de olor a humo y de chocolate los domingos. Acaso sabré algún día transmitir la dulce delicia de sentir una hoja crujir bajo tus pasos en un presente macilento de cláxones y narices moqueantes, abandonándome al Norte con la misma sinceridad con la que un día lo traicioné con el Sur.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La evolución de los museos de Ferrol.

Que en Ferrol hay cuatro museos es una realidad, como lo es que (sin entrar a valorar sus particulares gestiones) hay cosas mejorables desde un punto de vista global. Efectivamente, no hay que tener un grado en gestión del patrimonio ni ser experto en museología para comprobar que se mueven a distintas velocidades y que el innegable interés de gran parte de los fondos expuestos podría ser mejorado con ayuda pública y una coordinación entre ellos que dista mucho de notarse. El primer museo en abrir en la ciudad fue el Aula de la Naturaleza que la Sociedad Gallega de Historia Natural tiene en Canido. Las actuales instalaciones en la Casa del Coronel son su segunda sede, puesto que su inauguración fue en 1983 en el antiguo hospicio de la Plaza de Amboage. Tiene algunos fondos que merecen la visita por si mismos, como la espectacular ballena que cuelga del techo en su planta alta, algunos fósiles extraordinarios y varias curiosidades que siempre despiertan el interés de los visitante...

Querido Javier... o querido Ignacio.

Estoy dándole vueltas acerca de a quién escribirle esta carta, porque ya me estoy cansando de que nadie me responda. Empecé con Mel Gibson, luego fue Antonio Banderas, Amenábar... creo. Nada, que nadie me responde, y encima Scarlett Johanson no se ha comprado un piso en Ferrol, pero voy a probar otra vez, a ver qué pasa esta vez. Si la carta fuera para Javier Gutierrez le diría que empiece a abandonar su discreción y se compre un casoplón y publique alguna foto en los mejores restaurantes de la ciudad, o en donde le dé la gana pero que sean sitios que molen, y que vaya pensando en producir alguna película (y protagonizarla) en la que nuestra ciudad esté presente. En cambio, si la carta fuera para Ignacio Rivera,en cambio, le diría que vaya a conocer a Marcial Pita y a su proyecto Astillero en Esmelle. ¿Que por qué? Pues porque los señores de Estrella Galicia están invirtiendo en vios una mantecá y bajo la marca Ponte da Boga, ya están sacando unos monovarietales que, conociendo a Don ...

Coronavirus COVID-19. El confinamiento.

No, no... ni se os ocurra pensar en que os voy a proporcionar ninguna información valiosa acerca de la recientemente declarada pandemia de ese llamativo virus que ataca a las vías respiratorias. Entre la infinitud de los conocimientos que no tengo están los de medicina, y la virología no es precisamente el área en la que mejor me desenvuelvo. Pero sociológicamente hablando estamos asistiendo al desarrollo de esas fases  que desarrolló la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross en su teoría de las 5 etapas del duelo, publicada en el año 1969. Acabamos de traspasar la fase de la negación (recordemos que el pasado domingo no pasaba absolutamente nada, pese a que ya había muertos y los infectados se contaban por centenares). Seguramente por eso ahora estamos en la fase de la ira, con un cabreo de agárrate y no te menees porque ninguno comprendemos por qué coño el domingo el gobierno central negaba que fuese peligroso reunir a dizque 120.000 feministas en Madriz o por qué narices Feijoo...

En el Siglo XVIII.

En el Siglo XVIII -o en el XIX, que tanto da- los ciudadanos españoles vivían de una forma diferente a la que vivimos nosotros ¿A qué sí? Pues es cierto: No había suministro de luz eléctrica, depuración, ferrocarril, automóviles, internet o teléfono. Así se proyectó Ferrol (Fuente http://ferrolbello.blogspot.com.es/ ) En Ferrol, en aquellos tiempos y reinando Carlos III, se decidió construir un barrio totalmente nuevo para dar cabida al crecimiento de la población generado por todo aquello que hace de Ferrol lo que hoy es: La decisión de Felipe V en 1726 de que se instalasen en Ferrol los astilleros del norte de España y se convirtiera en capital de Departamento Marítimo y la de Fernando VI en 1749 de que en Esteiro se construyeran los definitivos generaron una trama urbana racionalista y moderna que, tras una serie de vicisitudes económicas que impidieron que todas las casas fuesen porticadas, fue construida a partir de los años sesenta del Siglo XVIII ...

Los catalanes... y los gallegos.

Si eres un padre que sigue con preocupación lo que está pasando en Cataluña, que crees que el estado se ha inhibido, al menos en parte, ante el discurso separatista, tal vez es necesario que no olvides dónde están para algunos las trincheras. La cosa es que no tienen ningún miedo de acusar al gobierno de dictatorial, llamar a la lucha, mentir o cualquier cosa con tal de convencer a tu hijo o a tu hija menor de edad. Sí, a esa niña tan mona que acaba de empezar la ESO y a la que tú has mandado para que se prepare para la vida. Porque la cosa es así: Tú te callas porque crees que Juanito no necesita meterse en esas cosas; tu amigo Andrés tampoco le ha contado a Patricia que en España hay separatistas; Silvia y Antonio hace tiempo que no hablan de política con nadie, ni entre ellos, además de que en casa tienen Imagenio y sólo ven Viajar o canales de cocina. Pero hay otros que están diciéndole a tus hijos que el PP y el Rey son los herederos de Franco y que en España no hay libertad...