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Hay días tristes.

Hoy puede ser uno de esos días tristes a los que a veces nos enfrentamos colectivos más o menos numerosos. A un fin de semana sembrado de atentados islamistas sigue una semana cargada de noticias tristes, duras o indignantes.


En Francia van a penar por ley disuadir a una mujer para que no aborte. Claro, esa es la libertad de expresión que ha quedado cuando un Feijoo elevado a los altares por los "progreconservadores" dice que el aborto es un fracaso pero que cuando el feto no es viable es decisión de la mujer; ahora que su "pareja" está embarazada le recomiendo que piense qué le pasaría a su futuro hijo si después de nacer lo deja un par de noches a la intemperie en el invierno compostelano: Proteger al que lo necesita nos hace humanos, creer que podemos decidir sobre quién debe o no debe vivir nos convierte en estúpidos.


También se difunde que el arzobispo de Santiago ha ordenado sacerdotes a una pareja homosexual que convive como tal, y que eso se une a las denuncias del ladrón del Códice Calixtino de prácticas de miembros de la diócesis con diáconos y peregrinos ¡Cuánto no se critica a este Papa que sabe y denuncia que el pecado está en el corazón de la Iglesia! Espero de todo corazón que lo que se ha publicado sea falso, porque a veces uno ya no sabe en quién creer.


Se une a todo este ruido la infame acción de los populares, que negocian con los traidores catalanes, suben los impuestos a los contribuyentes y se suben el sueldo entre los cargos públicos: Otra vez en Santiago ha pasado esto, con un fabuloso 7,5% para el presidente y un 7% para los consejeros.


Hace más de veinte años fuimos con mi padre, ya moribundo, a esa tan santa ciudad de Santiago, donde se dice que reposan los restos del Apóstol Santiago; acudimos para conocer al prelado del Opus Dei en familia y nos recibió cansado y poco efusivo. Hoy ha regresado a la casa del Padre tras muchos años dedicado a la que él tomo como su causa.


Que Dios ayude a Compostela y a todos los compostelanos, que les haga ver que esos números en turismo y las inversiones públicas no son los que la hicieron asombro de la humanidad y destino de media Europa. Espero que sepan encontrar su camino, ya que son el fin de tantos.

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