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Triste no, lo siguiente. Bienvenidos al tecnolítico.

Pues ya está: Después de veinticuatro años de desventuras en la ciudad, al fin han conseguido entre todos que eche el cierre la Facultad de Humanidades de Ferrol, espero que se feliciten por no haber prestado atención a todos los que decíamos que teníamos un lujo al que estábamos permanentemente descuidando.
Se acaba de presentar el nuevo mapa de titulaciones de Galicia y el Consejero de Educación y los tres excelentísimos y magníficos rectores de las tres excelentísimas y magníficas universidades de Galicia han dado carpetazo a ese itinerario de gestión de patrimonio cultural que empezaba su camino en el año 1993; en lugar de una facultad de letras en la que se estudien las ramas de pensamiento, gestión de patrimonio y documentación vamos a tener los grados de "Gestión Industrial de Moda" y el de "Gestión de la información y la documentación digital".
¿Y ya está? Pues no, porque resulta que en Santiago se crea el nuevo grado de "Gestión de Patrimonio e industrias culturales", y sin querer cuestionar la capacidad de nuestra universidad más antigua e insigne sí que me parece una tomadura de pelo haber estado mareando la perdiz durante más de dos décadas para luego desconectar al enfermo porque no tiene suficientes alumnos.
Todos los que defendimos desde el principio que la facultad tenía que involucrarse en la gestión documental, patrimonial y museística de Galicia, los que decíamos que no tenía sentido invertir en excavaciones o estudios en territorios alejados de nuestro ámbito de influencia, los que clamábamos por algún tipo de implicación del centro en la candidatura del Ferrol de la Ilustración para convertirse en patrimonio mundial, los que decíamos que deberían orientarse los estudios de tercer grado a avanzar en el conocimiento y difusión de nuestros valores y los que alertábamos que la Facultad de Humanidades se había convertido en la prolongación de un instituto teníamos razón. Por desgracia.
Ahora se conservarán esos estudios de tercer grado, porque hay cortijos que cuesta desmantelar. Lo que era gestionar dos titulaciones se va a convertir en gestionar asignaturas. Todos esos catedráticos y profesores cargados de razones se convertirán en especialistas únicos en titulaciones con las mismas salidas laborales que las que tuvo la Facultad que mataron, es decir: Con ninguna.
El peor ejemplo de endogamia y de autosuficiencia que ejemplifica a la perfección la soberbia contenida en el pecado original se nos muestra en toda su crudeza: Ahí está el resultado de vuestro discurso vacío de mensaje, de vuestro egocentrismo y de vuestra miopía. Dentro de unos años sólo algunos recordaremos con tristeza que un día Ferrol contó con una facultad de humanidades en la que el humanismo resistía al mundo 4.0. y a la tecnificación y automatización del ser humano. Sólo espero que en Santiago no estén tan ciegos como lo estuvieron nuestras egregias lumbreras y consigan convencer a la sociedad de que las ciencias humanas son la base del progreso, y espero también que este periodo tecnolítico pase algún día y sepamos ser dignos herederos de los ilustrados que construyeron nuestra ciudad, esta ciudad que hoy es inmensamente más pobre de lo que era ayer.

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