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El último año de Jorge Suárez.

Pues estaba yo pensando en escribir un artículo acerca de lo bueno que debería pasar en Ferrol en el año 2018 y me encuentro con que el periódico local Diario de Ferrol publica un artículo acerca de los fondos ajenos que va a invertir el gobierno en los próximos ejercicios, nada menos que diez millones de euros.
En el artículo se destacan los 7,5 millones de la estrategia DUSI (Desarrollo Urbano Sostenido e Integrado) para "actividades dirigidas al fomento de nichos estratégicos como la rehabilitación y patrimonio, actividades marítimas y socioculturales, especialmente las ligadas a las llamadas TIC. Además, se buscará potenciar la apertura de Ferrol al mar y acciones urbanísticas como un carril bici y un viario humanizado entre ambos municipios (Ferrol y Narón), potenciar la alternativa de tren como un metro ligero en paralelo a la carretera de Castilla como alternativa al coche privado o la reorganización digital de la Administración en aras de conseguir la máxima eficiencia".
También se citan los 554.765 euros del FEDER para “Recuperación y valoración del patrimonio marítimo militar e industrial del litoral del espacio atlántico”, que se destinarán principalmente a la restauración y promoción del Castillo de San Felipe.
La tercera partida, de 217.390 euros, se destinará en su totalidad a la recuperación del astillero y dique de mareas de La Cabana.
La última es más difícil de cuantificar, puesto que son fondos de varas administraciones (incluida la municipal) y asciende a la friolera de 2.790.976,86 euros, de los que el Ayuntamiento deberá aportar 991.142,86 y que está destinada a las Áreas de Rehabilitación Integral de La Magdalena-Ferrol Vello, La Graña, Esteiro y Recimil.
Esta barbaridad de dinero se invertirá en varias anualidades entre el 2018 y el 2022, y aunque podría sonar bien (de hecho suena fenomenal) hay demasiadas letras pequeñas que limitarán en parte la cuantía total: Las actividades de difusión y promoción, las potenciaciones y demás términos ambiguos no me permiten hacer una valoración de lo que se pretende hacer hasta que se haga, pero conociendo la capacidad de gestión de esta corporación (recordemos que en dos años y medio sus logros consisten en unas sillas gigantes y el pintado de lemas feministas en pasos de cebra) y que en San Felipe pretenden hacer un centro de interpretación de la represión franquista me temo que los fuegos artificiales nos van a dejar con ganas de más cuando las luces, el ruido y el humo se disipen. También me parece digno de reseña que la mayor parte de los fondos para rehabilitación se vayan a destinar a las casas baratas, sin duda la pieza menos valiosa de todas nuestras áreas degradadas.
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Más digna de mención es la existencia de varios programas navales en curso. A los buques logísticos australianos, las jackets y el Buque de Acción de Marítima podrían unirse las corbetas saudíes y el programa de renovación de fragatas de la Armada Española. Teniendo en cuenta que el paro ha bajado hasta los seis mil desempleados en Ferrol, los nuevos contratos podrían darnos otra oportunidad para salir del hoyo.
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Las grandes obras públicas en marcha se limitan al acceso ferroviario al Puerto Exterior de Caneliñas, aunque sabemos que el talud de Las Pías se rebajará antes de las municipales, que la Plaza de Armas se reformará, que se acabará la iluminación del Cantón, que se empezará la construcción de la residencia de ancianos del Boial... las espadas están en alto, sin duda, por lo que creo que este último año no electoral de este extraño ciclo puede suponer una oportunidad única para ponernos más cerca del lugar en el que deberíamos estar. Lástima que no se haya firmado el Convenio Defensa-Ayuntamiento, que la Candidatura a Patrimonio sea un artificio mediático y que la marea ferrolana se crea que con cuatro artistas de tercera fila nos ha puesto a la vanguardia de la cultura gallega.
A ver quién nos gobierna desde mayo de 2019, porque todavía hay demasiado trabajo por hacer y nadie se atreve a desvelar sus programas, no vaya a ser que alguien se lo copìe.

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