Ir al contenido principal

En el jirón de una nube.

El sol saliendo sobre los astilleros.
Me mandan esta foto con un críptico "para que escribas algo" y ,después de agradecerlo, me paro a pensar por un momento, porque yo no soy de los que piensan mucho tiempo. Considero que si alguien me manda una foto de la luz del sol entre unas nubes que se disipan y que arrojan luz sobre las gradas de Ferrol es porque quieren algo de mí.
No quiero parecer alocado, ni caer en un falso optimismo: En la foto estoy viendo todo lo que me ha hecho llegar hasta aquí: El mar, la Ría, las grúas, las nubes, el sol... soy tan ferrolano como el que más, aunque de hecho haya nacido en otra parte; mis padres me trajeron a la ciudad cuando ni siquiera sabía hablar, y no tengo otros recuerdos de mi niñez que el gris y la lluvia, que el verde y el azul, que el sol y la tormenta...
Un día empecé a mirar amaneceres; soy de dormir más bien poco y el tren de las cinco y media me ha permitido ver salir el sol casi todas las veces que merecía la pena hacerlo.
No quiero promesas ni astilleros fantasmas, no quiero promesas de diques, ni ofertas de empleo que nunca llegan. No quiero el Ferrol de mi juventud: Ni añoro las huelgas, ni la crispación de los que siempre acusan a los demás de crispar, no quiero saber nada de esos pobres drogadictos que tanto miedo nos daban sin que ni ellos ni nosotros sospecháramos que pronto iban a ser parte del pasado de alguien que nunca comprendió cómo se llegó a ese punto.
Los yonkies son la metáfora del ayer y del hoy: vidas truncadas sin haber llegado apenas a empezar, jóvenes machacados por una falsa permisividad y una ignorancia supina que a tantos se llevó por delante. Corrían aires nuevos y en el Madrid-París escandalizaban títulos procaces mientras los escaparates de los kioskos se llenaban de mujeres desnudas con tanta naturalidad como apenas unos años atrás las señoras se ponían mantilla para acudir al Corpus.
Y ahora pienso en esas nubes que tantas veces nos llenan de nostalgia y leo unas estadísticas del paro que dicen que en Ferrol hay unos mil desempleados en la industria, mientras las nuevas fragatas parecen no avanzar por los vientos de cara y nunca nos traen esos diez mil empleos que más parecen los cien mil hijos de San Luis que restauraron el antiguo régimen.
El nuevo gobierno no quiere romper nada, ni el anterior pudo romperlo todo; somos lo que somos: Hijos de la lluvia y del salitre, de un olor fúngico que en verano se convierte en brea; somos de vino y de taberna, de acero y de madera, de vino y guitarras... y nos hemos dejado ensombrecer por unas nubes agoreras que nos han impedido ver el futuro porque llorábamos sobre los restos de un naufragio sin querer mirar que el barco había encallado en el paraíso terrenal.
No sé si vamos a tener un castro, si algún castillo va a dejar de avergonzarnos, si vamos a arreglar las casas viejas mientras atraemos a nuevos habitantes de este crisol que siempre hemos sido, de ese caleidoscopio de calles perfectas donde los almirantes se cruzaban con las miradas de desdén de unos obreros a los que nunca sintieron suyos.
La guerra terminó hace mucho tiempo y seguimos sin saber reírnos de nosotros, mientras algún feriante de sonrisa perfecta maneja nuestros hilos que tememos cortar. Marionetas del progreso, constructores de barcos, creadores de palabras y soñadores de cuadros y batallas. La cadena ya no cruza nuestra ría, y ha llegado el momento de abrir la puerta y permitir que entre un aire fresco y saludable del Nordés, cuya Virgen nos guarde y nos permita seguir siendo esos palleiros que tanto bueno han dado y siguen dando.
No entro en más disquisiciones, no soy realmente un poeta, más bien un juntador de letras que sólo quiere ver niños donde siempre los hubo mientras recuerdo (¿Quién sabe por qué?) el sudor de mis pies en esas botas de agua que nunca se adaptaban a su forma.
Hoy sale otra vez el sol sobre la ría, que Dios nos bendiga a todos y que las Vírgenes del Carmen y de Chamorro nos protejan y nos dejen navegar entre las brumas con la esperanza de mil amaneceres como éste.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El clan de los optimistas.

Reconozco que yo no pertenezco al clan de los optimistas, antes bien estoy evaluando unirme al de los escépticos o al de los realistas, pero aún no lo tengo claro y por eso sigo afiliado al de los irónicos. Creo haber comentado que no creo que si conseguimos que nuestros hijos naden a la perfección su vida vaya a mejorar sustancialmente; yo nadaba bastante rápido de pollito, y ahora no lo hago mal para mi edad, pero eso no me ha dado ninguna ventaja competitiva en mi vida, ni ha hecho mejorar mi salud especialmente, porque de hecho mi vida no me ha dado a elegir entre nadar y no hacerlo, sino que me fue orientando hacia el medio terrestre, que es al que pertenezco en la actualidad. Con lo del inglés también me debato entre el mutismo y la negación: Hablo inglés lo suficientemente bien como para trabajar en el extranjero y escribir documentos; o como dijo un jefe que tuve "puedo hablar en inglés por teléfono". Eso sí me ha dado más ventajas... pero quiero dejar claro que si ...

Pronósticos electorales para el Domingo de Ramos.

Escribo esta entrada a mediados de febrero, sin un ápice de preocupación por la campaña electoral de Galicia que todavía no ha empezado. Voy a comentar lo que creo que va a pasar el Domingo de Ramos (que ya es escoger fechas, Feijoo) y por qué se llegará al resultado que se va a llegar. El PP va a caer más de lo que se dice por agotamiento del modelo, nada más. El nacionalismo paleto de Feijoo es coadyuvante del excluyente de la izquierda española, a la que podría llamarse izquierda de corral por su capacidad de cacarear consignas al unísono. Una vez descartada la presencia de Greta Thumberg en algún mitin socialista y la unión de PP y Ciudadanos, el escenario presenta dos fragmentaciones claras: De un lado están el PP y VOX más los supervivientes del albertismo (en número decreciente) y del otro la mimética izquierda gallega, todos nacional-socialistas que quieren cambiar el medio y conseguir un mundo mejor en el que el gallego sea impuesto a ese 70% que está hasta el nabo del gall...

¿Tiene cabida en Galicia un discurso político alternativo?

¿Qué puede ofrecernos un partido político que no nos hayan ofrecido antes los otros? Pues no mucho, la verdad, pero a mí se me ocurre, así a bote pronto: - Tolerancia "0" con el nacionalismo sea éste de la intensidad que sea. - Tolerancia "0" con el adoctrinamiento en las aulas, especialmente el referido a la ideología de género (de genero bobo, se entiende). Para ello ha de pronunciarse en favor de la implantación del PIN parental. - Libertad de elección lingüística real y estudio pormenorizado, público y legal de aquellos casos en los que la administración encuentre dificultades para escolarizar en la lengua elegida. Derogar por inconstitucionales todas las leyes limitativas del uso del castellano por su inconstitucionalidad (esas leyes liberticidas a las que se llama "de normalización"). - Estos tres puntos anteriores se resumen en dejar de fomentar una identidad falsa en la que los gallegos de Ferrol se disfrazan de peliqueiros mientras tocan la...

Ferrol... es feo de cojones.

El día que volvamos a salir, disfrutaremos de cada rincón de nuestra urbe. Un opinador que sin duda se creyó muy gracioso por su ingenioso comentario, dedicó en un hilo propuesto para ayudar al sector turístico nacional el grosero título a esta entrada. Las cuatro fotos con que ilustré mi propuesta llevan en este momento más de diez mil visitas, decenas de reenvíos y muchísimos corazones de esos que muestran nuestra aprobación en la página del pajarito azul. Después de que yo le contestase, antes de silenciarlo, que su opinión tenía el mismo valor que la de algunos expertos en pandemias, intentó matizar su respuesta con una seria de invocaciones a que a él le encanta pero que yo tenía que reconocer la verdad de su aseveración. Estamos en tiempos en que nos importa más la aquiescencia de cientos de desconocidos que un firme asentamiento en nuestras convinciones. Qué pena haber nacido tan feo. Ferrol es feo de cojones, es un todo adjetivable desde el Cabo Prior hasta el ruina mon...

Querido Javier... o querido Ignacio.

Estoy dándole vueltas acerca de a quién escribirle esta carta, porque ya me estoy cansando de que nadie me responda. Empecé con Mel Gibson, luego fue Antonio Banderas, Amenábar... creo. Nada, que nadie me responde, y encima Scarlett Johanson no se ha comprado un piso en Ferrol, pero voy a probar otra vez, a ver qué pasa esta vez. Si la carta fuera para Javier Gutierrez le diría que empiece a abandonar su discreción y se compre un casoplón y publique alguna foto en los mejores restaurantes de la ciudad, o en donde le dé la gana pero que sean sitios que molen, y que vaya pensando en producir alguna película (y protagonizarla) en la que nuestra ciudad esté presente. En cambio, si la carta fuera para Ignacio Rivera,en cambio, le diría que vaya a conocer a Marcial Pita y a su proyecto Astillero en Esmelle. ¿Que por qué? Pues porque los señores de Estrella Galicia están invirtiendo en vios una mantecá y bajo la marca Ponte da Boga, ya están sacando unos monovarietales que, conociendo a Don ...