Ir al contenido principal

Coronavirus COVID-19 (10). Mentiras y estupideces de las izquierdas.

Se cierra el círculo sobre el pangolín, dice parte de la prensa... así nos va, porque así somos de gilipollas. Ayer llegó el pico, como ya he dicho en Facebook, pero el pico de infamia por parte de la izquierda, y eso está empezando a provocar las primeras disensiones en el seno de Pablo Iglesias el ferrolano.
Recuerdo casi de forma fotográfica la primera vez que fui consciente de la muerte, la primera vez que se murió uno de mis seres queridos, la primera vez que se murió una niña a la que conocía, la primera vez que se murió un amigo en su juventud... y asisto atónito a más muertes de conocidos de las que recuerdo y que esta vez no se quedarán grabadas en mi memoria por su profusión.
Empezaron los famosos, luego los "parientes de", y ahora ya ha llegado a mi segundo círculo de conocidos, y parece que el gobierno de la nación sigue sin dar su brazo a torcer y pretende seguir ocupando el pódium de las infamias hacia los ciudadanos que administra. Ya no se trata de las mentiras de Sánchez y Simón, de las 50.000 pruebas defectuosas, de la invención de expertos falsos, de la negativa de los dos gobiernos a asumir la más mínima parte de la culpa en lo que está pasando. No, ahora que ya estamos a los pies de los caballos se muestra la escasa talla intelectual de gran parte de los cuadros de los partidos que nos rigen y la nula talla moral que atesoran.
Claro que es cierto que Sánchez está haciendo todo lo posible para acabar con la epidemia, y por supuesto que todos los partidos políticos y los ciudadanos queremos que triunfe en sus propósitos. ¿De verdad alguien se cree que Sánchez quiere suicidarse políticamente hablando? ¿De verdad alguien puede sostener que la ciudadanía de derechas prefiere morir a colaborar con las medidas que se están tomando? Pero es que el problema no es eso, ni mucho menos: Por supuesto que hace falta control parlamentario a un gobierno con poderes extraordinarios, solo faltaría. Por supuesto que hace falta crítica al gobierno desde la ciudadanía y desde los medios de comunicación, faltaría más.
Y permitídmelo, ya que sois poquitos los que me seguís en este diario de la infamia. ¿Quién le ha extendido a esta turba de incompetentes y desleales un cheque en blanco para que gestionen la mayor crisis planetaria de los últimos ochenta años? ¿Quién es el tarugo que se cree que tenemos que estar en plan We are the world hasta que todo esto acabe dentro de uno, dos o seis meses? ¿Quién se cree tan moralmente superior como para decirle a los familiares de los más de 4.000 muertos que callen y remen por el bien de la nación? ¿Quién en posesión de las vidas de los mayores que quieren seguir viviendo?
Pues los de siempre ¿Quién si no? Los del Prestige, los del No a la Guerra, los del Nunca máis, los que prefirieron a los golpistas antes que a los constitucionalistas, los que creen que la eutanasia es algo bueno, los que creen que el aborto no es discutible... y los que cada día que pasa, y siempre tras llamar fachas a los representantes políticos que las proponen, van aprobando todas las medidas de las que se mofaron desde enero en el congreso de los diputados con el apoyo de los medios comprados y vendidos y el escarnio de todos los que ahora jalean como si fuera un dogma divino lo que calificaron hace apenas unos día como pamemas de facciosos.
Leí ayer que la profecía de Garabandal viene diciendo que la humanidad se enfrentará a una prueba de la que saldrá reforzada o hundida... ¿Podría ser esta? ¿Podría ser que la pérdida brutal de vidas en su senectud nos hiciese reflexionar acerca de nuestra responsabilidad en el mantenimiento de la vida? ¿Podrían esos niños nacidos sanos de madres enfermas iluminarnos acerca de la unicidad del ser humano? ¿Podrían esos aplausos colectivos curarnos hasta cierto punto del egoísmo en el que permanentemente vivimos? ¿Podríamos llegar a pensar que ser español no es un mal en sí mismo y que no podemos ser más grandes intentando empequeñecer nuestras fronteras?
Pues hasta el momento el nacionalismo ya ha aprovechado para reclamar a voz en grito el aislamiento de sus regiones, varios socialistas han defendido que la naturaleza está liquidando a los viejos que sobran y casi toda la izquierda sigue sin ser capaz de reconocer que lo privado está resultando el complemento indispensable para lo público, que es incapaz de llegar a todos los entresijos de una sociedad tan compleja como la nuestra.
Y os voy a confesar, que nadie se alarme, que mi consumo de televisión sigue exactamente en el mismo punto en que estaba cuando empezó el confinamiento, y que yo sigo llenando mis ratos libres con la lectura, con la convivencia familiar, con la escritura... y que estoy tocando la guitarra como no lo hacía desde mis tiempos de tuna y cocinando como cuando estaba soltero y de vacaciones... Resumiendo: Cuando cenamos mi mujer y yo, ponemos una peli o una serie en esas televisiones en las que no hay permanentemente un retrasado moral dando lecciones o predicando dogmas que únicamente se basan en una ortodoxia progre que nunca nos ha traído nada bueno.
Las fronteras de Roma han caído y los bárbaros ya están dentro reclamando su corona, aunque midan nano-milímetros y su estructura sea tan sencilla como el mecanismo de un sonajero... y claro, todo está en llamas sin que seamos capaces de apagarlo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Demasiados talveces, demasiados quizases.

Es una mañana bonita, con los rayos de sol colándose entre nubes de colores, de esas que siempre aparecen después de la tormenta. La ciudad está dormida, como la Vetusta de Clarín, y sin embargo ya algunos leen la prensa con un café, otros pasean y algunos peregrinos comienzan su viaje con la expectativa de que al final se encontrarán a sí mismos al divisar las torres de la Catedral de Santiago. Ferrol es un punto de partida, que duda cabe: De Ferrol han partido barcos desde que empezaron a hacerse, peregrinos desde que se encontró la tumba de Santiago el Mayor, ferrolanos desde que los marinos hicieron de la ciudad una de sus sedes. Hoy, se dice que hay 15.000 ferrolanos que viven dispersos por el mundo, e incluso hay quien asegura que se podría hacer un programa dedicado sólo a esos emigrantes que no se sabe por qué, hicieron de la canción de Santi Santos su himno y su filosofía de la vida. Yo ya marché y ya volví, y nunca juré que no lo haría. Vivir fuera es tal vez la mejor vacu

Querido Javier... o querido Ignacio.

Estoy dándole vueltas acerca de a quién escribirle esta carta, porque ya me estoy cansando de que nadie me responda. Empecé con Mel Gibson, luego fue Antonio Banderas, Amenábar... creo. Nada, que nadie me responde, y encima Scarlett Johanson no se ha comprado un piso en Ferrol, pero voy a probar otra vez, a ver qué pasa esta vez. Si la carta fuera para Javier Gutierrez le diría que empiece a abandonar su discreción y se compre un casoplón y publique alguna foto en los mejores restaurantes de la ciudad, o en donde le dé la gana pero que sean sitios que molen, y que vaya pensando en producir alguna película (y protagonizarla) en la que nuestra ciudad esté presente. En cambio, si la carta fuera para Ignacio Rivera,en cambio, le diría que vaya a conocer a Marcial Pita y a su proyecto Astillero en Esmelle. ¿Que por qué? Pues porque los señores de Estrella Galicia están invirtiendo en vios una mantecá y bajo la marca Ponte da Boga, ya están sacando unos monovarietales que, conociendo a Don

De prólogos y epílogos.

Desde mi más tierna infancia y desde hace generaciones, las fiestas de la Natividad de Jesús marcan un fin de ciclo en la vida de millones de personas. El año nuevo cristiano trasciende las creencias y tiene algo de metamorfosis en el que tanto de forma individual como colectiva, muchos se proponen enmendar los errores del pasado y mejorar en lo venidero. Muchos somos una excepción y nos agarramos al "Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy" en lo personal, pero Ferrol no vive su mejor momento, y eso es algo que para muchos es una parte consustancial a nuestra vida. Sí: La crisis es algo en lo que muchos ferrolanos han nacido, crecido y vivido, e incluso hay quien no recuerda un Ferrol ajena a ello... Pero crisis es un término que tuvo un significado que es al que debemos agarrarnos: el cambio. Hemos cambiado desde siempre, o al menos desde que somos lo que somos; nacimos para hacer barcos y dar cobijo a las naves de la Armada Real, y eso es también consustancial

Una rodaja del Mistral

Esto de los blogs se complica cada día, y por eso sólo voy a escribir una breve nota de algo que no va a pasar: El Museo Naval de Ferrol y EXPONAV han solicitado a la Armada que, una vez se concluyan la desmilitarización y baja en la Armada del submarino Mistral, les sea proporcionada una rodaja del mismo para que sea musealizada y visitable. Se está a la espera de la respuesta. Y del envío.

El tiempo que pasa, inexorable.

1. El Alvia.  Como si fuera un punto de fuga en un cuadro de Tintoretto lo primero que me atrajo aquella muy temprana mañana de verano, húmeda y lluviosa, fueron esas velas que recordaban la tragedia pasada hacía muy pocos días en Angrois. Yo estaba a punto de coger el mismo tren, el Alvia de Madrid, pero en el sentido inverso de la marcha. Reinaba cierta conmoción en la estación, pese a estar prácticamente vacía. Después de equivocarme de tren y estar a punto de acabar al otro extremo de España ocupé al fin mi asiento y me dispuse a disfrutar del viaje. A mí me encanta viajar en tren y ese trayecto era completamente nuevo para mí, ya que mi último viaje desde La Coruña fue por la vía antigua. El brusco descenso de la velocidad del convoy me indicó que ya estábamos llegando a la famosa curva y afiné mi atención. Como siempre cierto pudor me hizo dudar por un instante, pero al final la visión del punto exacto del desastre me hizo santiguarme y pedir en muda oración por las alma