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Los trolls.

Si es que no falla: Cada vez que me ponen carnaza ataco como un tiburón hambriento y trato de desgarrar a mi presa como si fuera mi única obligación. Cada uno es como es, y a mí hay cosas que me superan con creces. La primera de ella es la tontería, y me refiero a esa tontería que hace que de vez en cuando alguien diga “aquí lo que hay es mucha tontería”; precisamente a esa.

Porque claro, estás tranquilamente opinando en cualquier foro (normalmente on-line, que es el másinmediato) y tratando de razonar con argumentos lógicos, deductivos o al menos fruto de algún tipo de proceso de aprendizaje y de repente alguien te contesta algo como si supieras de lo que estás hablando… o bien si te informaras… y claro ¿Qué respondes a alguien que te puede decir que los comerciantes de opio provocaron la Segunda Guerra Mundial porque él, que suele apostillar que lee mucho, lo ha leído nosedónde.

Y el caso es que yo, cuando empezaba en esto del intrené, me cogía unos rebotones que para qué te voy a contar, hasta que un día decidí que bastantes sinsabores nos da la vida como para pelearnos con uno de estos trolls, que es como se denomina comúnmente a estos personajillos. El Facebook tiene la ventaja de que te permite bloquearlos, y yo lo hago habitualmente. Es más: Cada vez que alguien me insulta, falta o defiende ciertas cosas que me parecen indefendibles lo doy por perdido y lo borro de mi vida electrónica. El último fue hace pocos días y es un sujeto al cual he visto bloquear en cuántos grupos hemos coincidido.

¿Pero por qué pasa esto? Bueno, para mí hay distintas motivaciones para escribir en la red, y cada uno tiene la suya propia; y yo creo que el principal problema de los trolls es que se sienten solos y frustrados, y en el fondo lo único que buscan es aquello que su vida no les da: Comprensión, compañía, cariño… y yo en realidad no soy tan bueno. Una de las mejores respuestas que me han dado últimamente estos respondones (además de las consabidas de no sabes de que hablas) fue que hay miles de motivos para ello, que como respuesta contrastada es mejor que hay varios, muchos o algunos. Definitivamente miles es mejor; porque es más, claro.

Y es curioso, oye, porque en los blogs y demás bitácoras prácticamente nadie contesta a nada, pero cada vez que te metes en un foro aparece alguien con ganas de darte la lata. Yo empecé hace un tiempo a borrarlos, y no sabéis lo feliz que soy. ¿Y sabéis lo mejor? Que no tengo ningún remordimiento. Vamos, que francamente...

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