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Varón, alto, delgado y de la religión mayoritaria.

Lo siento, no puedo aguantarlo más. He tratado de ocultarlo durante años por miedo al rechazo, pero hoy salgo de mi armario particular y lo confieso: Soy varón, soy alto, estoy casi delgado y soy de la religión mayoritario.


Aunque no deje de ser curioso que diga nadie que los varones son homófobos cuando el movimiento LGTBynosequé dice que el "genero" no existe... por cierto:




género
('xeneɾo)
sustantivo masculino
1. conjunto de personas o cosas con características comunes: género humano.
2. tipo de cosas que las hacen parecidas entreun género de sentimientos.
3. conjunto de mercancías o productos En esta tienda tienen buen género.
4. textile categoría de una tela o tejido una camisa de muy buen género.
5. literatura tipo de obra artística, según sus características principales una novela de género policial.
6. gramática categoría gramatical de los nombres, adjetivos y otras palabras, según la cual estas son masculinas o femeninas "Barco" es de género masculino.
7. biología categoría de clasificación de los seres vivos, que agrupa varias especies y se incluye dentro de la familia El género Pinus incluye muchas especies de pino.




Y claro, resulta que a no ser que seas una palabra no tienes género, o al menos otro que no sea el de humano, y ante tanta contradicción no sé muy bien si avergonzarme o no de ser varón cuando los que me discriminan por ello no reconocen la existencia de varones o mujeres, sino de géneros sexuales... de los que dicen que hay como veinte o así.


Lo de la altura... pues claro, es que depende con quien me compares. He de reconocer que para mi edad y nacionalidad (datos, estos sí, objetivos) soy bastante alto. Por ejemplo en mi familia política se me considera un gigante, ya que son más bien medianos en el sentido que Tolkien dio a esa palabra; sin embargo, recuerdo una vez que me crucé a Fernando Romay por La Coruña ¡Sí le llegaba por el pecho! Y ahora que recuerdo: Ahora que se cumple el trigésimo aniversario de la celebración del MUNDOBASKET en España no puedo si no manifestar mi asombro cuando me crucé con Tachenko y Sabonis en la puerta del Hotel Almirante... no, definitivamente, tampoco soy alto. Por ahora sólo soy medio homófobo.


Pero lo de delgado... ¿Qué es la delgadez, me preguntas mientras clavas en mi barriga...? No, en serio: Ahora que la OMS alerta contra la obesidad, contra la anorexia, contra las modelos muy delgadas, contra los cánones de belleza, ahora que en el mundo todas las semanas nos muestran a esas modelos de tallas XXL (modelos femeninas, porque nadie quiere ver desfilar a un hombre gordo... o calvo) no creo que se me pueda acusar de delgado, y mucho menos teniendo en cuenta que mi Índice de Masa Corporal y el tamaño de mi cintura sólo me dejan las alternativas de la inanición o la eutanasia en Holanda o en Suiza, que allí es legal. Bueno, veo que sólo puedo llegar ya al 25% de homófobo, que feliz me estoy quedando.


La pena es que sí soy de la religión mayoritaria, de esa que confiesan en seguir en mayor o en menor grado un 70% de la población española. Antes de que en este país en el que sólo se da voz a los gilipollas y en el que el Partido Popular de Madrid decidió que a maricas no nos ganaba nadie, se peguntaba ¿Eres cristiano? y se respondía Sí, soy cristiano por la Gracia de Dios. Pero desde que el tonto de Tierno Galván dijo aquello de que era ateo gracias a Dios parece ser que no somos católicos, si no mayoritarios... bien, al menos sólo soy parcialmente homófobo.


Pero lo que sí soy, mireusté, es una persona que está más que harta de que una ideología impuesta y corporativista, sustentada en zafios ignorantes hinchados de anabolizantes, de mal gusto y que vive mayoritariamente de mis impuestos, se dedique a insultarme de forma gratuita mientras todos los partidos les mendigan, por favor, para ir en su carreta, como si de los ratones de Cenicienta se tratara.


Cenicienta que fue, por cierto, maltratada por la mamona de su madre y las dos pilinguis de sus hermanastras, que no hacían otra cosa que intentar ser admitidas en el heteropatriarcado al que, gracias a Dios, estamos combatiendo mientras el Estado Islámico llama atónito a nuestras puertas preguntándose por qué nadie responde.


Hay días en que se da la razón a aquellos que piensan que lo mejor es que se vaya todo al carajo de una vez. Aunque a uno sólo se le pueda probar un 25% de homofobia.


Por cierto, si homo significa igual, y fobia significa odio ¿Homofobia no es odiar al que es igual?

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