Pues hete aquí que Eufrasio se dedica a plantar boniatos en su finca de Las Hurdes. Tampoco es que sean allí especialmente aficionados a este tubérculo, pero la cosa va más o menos tirando y a nuestro buen compatriota le salen las cuentas a fin de mes, e incluso a veces puede llevarse a la parienta a la ciudad a fortalecer sus posibilidades de coyunda, que en el campo todo son incomodidades. Paga un poco de IVA por todo, así como un 15%: El gasóleo del tractor, de los aperos de labranza, de la compra de semilla, pesticidas o fertilizantes... él es honesto y no ha robado ni las grapas de los escritos que le mandan de los organismos públicos, así es Eufrasio. Tenía un peón al que iba pagando como podía según los márgenes que ganaba, pero la subida de las cotizaciones sociales y del Salario Mínimo han hecho que le tenga que decir que ya no puede llamarlo: No le llegaba el dinero para pagarle, simplemente. Al final, entre una cosa y otra, producir su cosecha (unos 10.000 kilos de bonia...
Llega un momento en la vida en que empiezas a creer que la palabra es importante. Estas son mis armas para luchar por y para tratar de mejorar el mundo.