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Mostrando entradas de septiembre, 2016

Liberalismo y socialdemocracia

Como algunos no se acaban de enterar exactamente qué viene siendo eso de ser liberal y cuál es la diferencia de esta forma de pensar (en lo económico) de la socialdemocracia voy a tratyar de explicarlo con un ejemplo quea todos puede sonar y a muchos haber pasado. Si compras un piso por un precio de 100.000 euros y pagas un 20% de IVA más el notario y los gastos varios de gestoría al final acabas pagando algo así como 40.000 euros más, por lo que te has comprado un flamante piso de cien mil euros por ciento cuarenta mil. Indudablemente tus circunstancias vitales pueden cambiar, por que te mudes a otra ciudad o tengas un hijo. Si decides venderlo por su precio de venta y alguien te lo compra querrá decir que recibirás 100.000 euros pero tendrás que pagar los gastos de notaría, plusvalías y las tasas o impuestos que se determinen ¿Entendido? Sí, habrás perdido más de cuarenta mil euros sin que la propiedad sujeto de la transacción haya perdido un ápice de su valor. Lo normal es

Atónito

No quepo en mí del asombro: Resulta que a Sánchez le da exactamente igual el clamor de la sociedad, los resultados electorales, la opinión de sus líderes autonómicos más destacados, que los de Podemos le estén empezando a dejar solos en los gobiernos que comparten... absolutamente todo le resbala como si estuviera untado en aceite. ¿Y eso por qué? Pues es muy sencillo, más de lo que parece. Pedro Sánchez quiere ser ex-presidente del gobierno, porque sabe que es lo único que le garantiza una cierta atención mediática permanente y un sueldo para toda la vida. Me lo imagino en el Consejo de Estado diciéndoles a sus contertulios que no es no y diecisiete veces no y que qué parte del no no han entendido sus señorías. Lo que realmente me preocupa es que nadie quiera resaltar que en la Comunidad Autónoma Vasca los votos constitucionalistas se hayan ido por el retrete, que Ciudadanos no sea ya una opción seria, que Podemos se mantenga aunque ya no se reconozca ninguna línea en sus miembro

Y siguen siguiendo. Otra vez.

Andan calladitos casi todos los coléricos opositores del presidente de la comunidad gallega, que ha conseguido su tercera mayoría absoluta, quedándose a poco más de mil votos de triplicar en escaños a la segunda fuerza en representantes. Por supuesto que nuestra democrática izquierda no acepta el resultado y continúa con su salmodia: Los votantes son tontos, y así no hay manera; básicamente las reacciones han sido las siguientes: - Feijoo (aplastante vencedor): Gracias a todos, voy a gobernar para todos. - El de las Mareas (no me acuerdo como se llama): No menciono que en las ciudades en que gobernamos nos hemos dejado 25.000 votos, sólo que somos la segunda fuerza. Tampoco menciono que con menos escaños de los que tenía el BNG en el año 1997 -18 escaños- o en el años 2001 -17-. - El del PSOE (tampoco me acuerdo, lo siento de verdad): Eeeeh, bueeenooo, en fiiiiin (Ni se le ocurre decir que en 2005 tenían 25 escaños y que desde entonces no hacen más que bajar). - La del BNG, Ana

Mejorando el centro histórico.

Pues está empezando a aclarar la tormenta de la peatonalización total del ferrolano Barrio de la Magdalena, con los sargazos habituales después de que la naturaleza nos muestre su furia. Entre los restos del naufragio vemos que, tras una semana explicando que la peatonalización total será parcial y que la prohibición absoluta será relativa la vicealcaldesa más dicharachera de la costa mágica ha decidido cesar fulminantemente a la señoría encargada del urbanismo (cosas veredes, amigo Sancho) sin agradecerle ni los servicios prestados ni nada de nada. Y en esas estamos: Ahora le toca el turno al edil de mercados, que acaba de darse cuanta de que la feria mensual es la casa de toquemeroque, y eso por decirlo finamente. Como ya son expertos en el tema la solución ha sido poner una cinta policial advirtiendo a los posibles infractores que de poner puestos en la nave provisional -con perdón- nanai de la china; y a otra cosa, que estamos en campaña y lo de la gestión tampoco está tan valo

Las lineas rojas

Creo que Sánchez no es el único que tiene líneas rojas; todos las tenemos. El problema radica en que las suyas no son comprendidas por casi nadie más que los suyos. En España hay varios millones de personas que votan habitualmente al Partido Popular. Yo no me incluyo entre ellos y abomino del amparo que ha brindado a sus miembros corruptos a lo largo de la historia reciente; eso sí: También abomino de lo mismo en el resto de los partidos. Mi línea roja es el aborto  -negra más bien, porque por ahí no paso ni jamás comprenderé o compartiré la defensa de un mal en sí mismo como mal menor- pero luego reconozco que los conceptos históricos de territorio ya empiezan a estar más desdibujados. Por supuesto que soy consciente de lo que es España y de lo que ha sido en los últimos siglos: Mis años de universidad fueron de letras, por lo que llegué a alcanzar un conocimiento superficial de la historia de la que es nuestra nación. Para mí no existe ninguna justificación, por ejemplo, de qu

Los cruceros

Me vais a permitir que antes de nada os entrecomille una noticia salida en prensa el 13 de Septiembre en el diario digital Ferrol360: "Más concretamente, las 22 rutas a Arsenal superaron los 600 visitantes, las once rutas a Navantia alcanzaron los 350 y las ocho visitas al Palacio de Capitanía cubrieron 145 plazas. Mientras que las nuevo rutas del Modernismo Ferrolano contaron con la presencia de 121 participantes. Los museos de la Fundación Exponav y Naval también han mejorado sus cifras de visitantes. Así, Exponav recibió a 5.860 personas en los dos meses de julio y agosto y el Museo Naval de Ferrol llegó al mes de septiembre con 15.000 visitantes, curiosamente la misma cifra que alcanzó con la suma de los 12 meses del año 2015." Y ahora explico el porqué de la cita: En Ferrol se han recibido este año la visita de bastantes cruceros, y está previsto que el año se cierre con un total de 25; los datos son públicos y la Autoridad Portuaria de Ferrol los ofrece en su pá

Las casas baratas.

Yo me críe en la Plaza de España, en ese espacio llorado y añorado por tantos que creen que cualquiera tiempo pasado fue mejor y se niegan a entrar en el laberinto a buscar el queso que les han cambiado de sitio. Como vivo fuera desde hace casi diez años y no siempre puedo regresar con la asiduidad deseada voy viendo los cambios como en un "time-lapse" y noto más las tendencias de los que viven el día a día de la ciudad. Algunos tienen la tendencia a quedarse mirando a las rosas para ver si se abren, perdiendo tiempo y energías en, por otra parte, tan relajada actividad; el problema es que al final el aburrimiento los lleva a quejarse del vecino del quinto porque pone la música muy alta. En diferentes entradas en Lluvia Fina y en Niebla he ido insinuando mi idea de que la ciudad acabará vertebrándose en el entorno de la Plaza de España, pero últimamente tengo la sospecha de que realmente eso es inexacto: El entorno va a ser el conjunto de la Plaza de España y el barr

Maldades

Yo creo que hay dos tipos de cosas malas: Las que te hacen daño pero te hacen mejorar como persona y las que además de dolerte te hacen abrigar malos sentimientos. Imagínate cuáles son las favoritas del demonio.

Fiesta Modernista. La Belle Epoque

Leo a menudo a un grupo de ferrolanos que defienden de forma encendida la creación de un museo de la ciudad en el que exponer todo aquello digno de mención de las obras artísticas o hallazgos arqueológicos de origen ferrolano, además de mostrar aquellas tradiciones propias de la ciudad como las Pepitas o la Semana Santa. Yo sigo creyendo que los museos de un sitio son contenedores de escaso interés, a los que asisten más colegiales que visitantes, y que suelen tener un tinte localista y etnográfico que como mucho dan para lo que se ha venido llamando un centro de interpretación. Para mí lo que diferencia un centro de interpretación de un museo es precisamente que el primero no necesita una excesiva contextualización y que está dirigido a un público poco especializado; me explico: Yo voy a Ferrol y voy al Museo de Ferrol y veo los cuadros de los maestros de la ciudad, las poquísimas esculturas que hay que no estén en otro sitio (nadie cede las obras que tiene expuestas) y un par de h

Peatones o ciudadanos.

Cada uno tiene una idea propia de las mejoras que necesita su entorno más próximo, ideas que se basan en sus vivencias y necesidades personales. En cualquier ciudad de las que he vivido me he encontrado en la confrontación entre los residentes en un barrio y los visitantes al mismo, ya sea por turismo, trabajo o cualquier otro motivo. Hay pocas cosas en las que todo el mundo está al cien por cien de acuerdo, incluso hay una parte de la población que no parece tener interés en que las calles estén limpias y expresan su desacuerdo ensuciando, arrojando desperdicios o pintarrajeando las paredes o el mobiliario urbano: Es lo que hay, y tenemos que asumirlo... y luego se gobierna y se decide. Porque al final el gobierno tiene que tomar decisiones, aunque vayan a encontrarse con la respuesta o el rechazo de parte de la población. El contrato social va precisamente de eso, y en una sociedad democrática como la española se suele expresar el desacuerdo tratando de desalojar al que ostente e

Ola de calor.

Pues se me acabaron las vacaciones y mi vuelta al trabajo no empezó con una depresión, si no con una ola de calor y  una de las situaciones más desagradables con las que me he encontrado en mi vida, de esas que te hacen pensar que sí que nos merecemos un meteorito justo en medio de la línea de flotación. Pero la verdad es que lo que me apetece es escribir acerca de las cosas buenas que he vivido, y de la escasa aceptación que tiene el optimismo por parte de la gente (gente a la que, por cierto, yo ya casi sólo divido en honestos y deshonestos, dadas mis últimas experiencias personales)... y no me desvío, que no quería ir por ahí. Resulta que España lleva desde el año pasado sin gobierno y que la realidad se ha encargado de demostrar que España está gestionada por funcionarios y por taifas de diferente tamaño y estructura. La prueba definitiva es el escaso parón que ha notado la economía, hasta el punto de que ya hay gente que sostiene que se vive mejor en funciones y que abogan