La humildad es algo ajeno a mi escritura, la modestia es algo ajeno a mi persona. Llevo años queriendo escribir algo realmente hermoso, cuando apenas paso de periodista aficionado que mata sus horas comentando lo que han hecho otros, escrito otros, anunciado otros... Entre los dones con los que Dios no me dotó, está el de poder evocar una mañana de invierno con un rayo de luz jugando al escondite entre las cortinas; tampoco sé describir la mirada de un niño la mañana de Reyes, o reflejar la emoción del primer beso; qué triste es y será siempre querer ser artista y quedarse en artesano. Una fotografía fue el anhelo de Velázquez, y consiguió que la luz entrara por las ventanas; después (mucho después) llegaron los impresionistas y los expresionistas, queriendo reflejar el mundo en una primera mirada, o hacer que el viento sonara obre un lienzo. Pero la palabra escrita es más precisa, porque cambia según quien la lea, y por eso sé que no puedo contaros una subida a Chamorro entre los ...
Llega un momento en la vida en que empiezas a creer que la palabra es importante. Estas son mis armas para luchar por y para tratar de mejorar el mundo.