1.
Platón utilizó la imagen de unos prisioneros en una cueva obligados a mirar las sombras que el fuego proyectaba en una pared para explicarnos como sólo somos capaces de alcanzar parte del conocimiento utilizando nuestros sentidos, necesitando el raciocinio para alcanzar un conocimiento más profundo, detallado y, por lo tanto, más cercano a la verdad.
Una de las interpretaciones que se dan de esta alegoría es lo conveniente y a la vez costoso de la educación, como parte indisoluble de la pertenencia a la ciudadanía. Bueno, y resumiendo que me lío: Platón considera que no debemos limitarnos a un conocimiento parcial de las cosas, sino que debemos tratar de llegar a otro más profundo que no sólo nos hará mejores personas, sino también mejores ciudadanos.
2. Los traidores.
En España se considera digno de mofa llamar a alguien enemigo de la patria o traidor; normalmente si alguien utiliza estos sintagmas suele ser calificado de facha, franquista o, en el mejor de los casos, nostálgico. Si tú sales en algún medio de comunicación y expresas que tu región no es España, que es una nación y que el juramento (o promesa) que has hecho públicamente, ante tus votantes y las cámaras te lo vas a pasar por el arco del triunfo no eres calificado por los medios de nada. Por eso se llaman medios, porque no cuentan más que la mitad.
Ahora prueba a decir que Mas, Beiras o Urkullu son unos traidores o unos enemigos de la patria de Calderón, Cervantes, Murillo, Velázquez, Goya, Lope de Vega o de los conquistadores, de los reyes católicos en general, de los santos y mártires, de los Austrias o de la evangelización de medio mundo... y te tildaran de trasnochado, cuando es absolutamente cierto que ellos ejercen contra España. Sí, es en serio; ellos no se limitan a defender lo suyo, aunque sea con mentiras u omisiones: Ellos atacan a la patria, perjuros y mendaces, con la irresponsabilidad que caracteriza a los mediocres.
Platón utilizó la imagen de unos prisioneros en una cueva obligados a mirar las sombras que el fuego proyectaba en una pared para explicarnos como sólo somos capaces de alcanzar parte del conocimiento utilizando nuestros sentidos, necesitando el raciocinio para alcanzar un conocimiento más profundo, detallado y, por lo tanto, más cercano a la verdad.
Una de las interpretaciones que se dan de esta alegoría es lo conveniente y a la vez costoso de la educación, como parte indisoluble de la pertenencia a la ciudadanía. Bueno, y resumiendo que me lío: Platón considera que no debemos limitarnos a un conocimiento parcial de las cosas, sino que debemos tratar de llegar a otro más profundo que no sólo nos hará mejores personas, sino también mejores ciudadanos.
2. Los traidores.
En España se considera digno de mofa llamar a alguien enemigo de la patria o traidor; normalmente si alguien utiliza estos sintagmas suele ser calificado de facha, franquista o, en el mejor de los casos, nostálgico. Si tú sales en algún medio de comunicación y expresas que tu región no es España, que es una nación y que el juramento (o promesa) que has hecho públicamente, ante tus votantes y las cámaras te lo vas a pasar por el arco del triunfo no eres calificado por los medios de nada. Por eso se llaman medios, porque no cuentan más que la mitad.
Ahora prueba a decir que Mas, Beiras o Urkullu son unos traidores o unos enemigos de la patria de Calderón, Cervantes, Murillo, Velázquez, Goya, Lope de Vega o de los conquistadores, de los reyes católicos en general, de los santos y mártires, de los Austrias o de la evangelización de medio mundo... y te tildaran de trasnochado, cuando es absolutamente cierto que ellos ejercen contra España. Sí, es en serio; ellos no se limitan a defender lo suyo, aunque sea con mentiras u omisiones: Ellos atacan a la patria, perjuros y mendaces, con la irresponsabilidad que caracteriza a los mediocres.
Salvapatrias sólo honrado de los tuyos:
Dime dónde te diriges si lo sabes,
conduciendo con los ojos vendados
sin ver el precipicio al que te apuras.
Pero más extraño que el loco
es aquel que lo sigue y se cree sus mentiras
ignorando que al fin del atajo
hay ignotos monstruos
que saciarán sus ansias
acabando sin dudarlo
con cualquier atisbo de libertad.
3.
En cualquier caso todos ignoran, pues ni siquiera osan pensarlo, que ellos también son sombras, y que el sol ya se pone sumiendo todo en la oscuridad y fundiéndolos con el tiempo que pasa inexorable. Y pretenden ignorar que el sol saldrá otra vez sobre sus cenizas y traerá nuevas luces con sus nuevas sombras, y que esta vez éstas no serán las de ellos.
La sombra que ilustra esta entrada es la de un árbol sobre un muro, provocada por una farola en el muro de un bajo. La sombra depende de muchos factores; de la existencia del árbol, de que enciendan la farola, de que siga habiendo un muro. Nosotros somos, como la sombra de la imagen, una casualidad cósmica que dependemos de múltiples factores en cualquiera de las facetas de nuestra existencia. Es algo que creo que debemos recordar siempre.
La sombra que ilustra esta entrada es la de un árbol sobre un muro, provocada por una farola en el muro de un bajo. La sombra depende de muchos factores; de la existencia del árbol, de que enciendan la farola, de que siga habiendo un muro. Nosotros somos, como la sombra de la imagen, una casualidad cósmica que dependemos de múltiples factores en cualquiera de las facetas de nuestra existencia. Es algo que creo que debemos recordar siempre.
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