Ir al contenido principal

Cositas buenas. La Estrella Galicia.

Casi todos los años, cuando llego a Galicia de vacaciones. pregunto a mis confidentes cuál es la nueva propuesta de Hijos de Rivera, que son los creadores de las cada vez más premiadas cervezas Estrella Galicia. Hay años en que te comentan que están plantando lúpulo en Betanzos y años en los que te dicen -como éste- que han sacado una cerveza nueva. En fin... los gallegos somos así: Cuando queremos a algo lo queremos mucho.



Y se me ha ocurrido esto porque en este caluroso sur en donde vivo me crucé ayer por la calle a un sujeto con una camiseta que, con el logo de tan querida marca, publicitaba mi amada tierra. El mensaje era "Estuve en Galicia. Y pienso volver." y al fulano en cuestión se le veía más orgulloso que a los que acaban el Camino de Santiago, de lo cual me alegro; a mí me gusta ver gente feliz, me hastían indeciblemente los mustios.



Y volviendo al tema que supuestamente nos ocupa, o que nos ocuparía si yo no tuviera la capacidad que tengo de dispersarme, la Estrella Galicia es uno de esos productos que han llegado a un grado muy intenso de comunión con su entorno, como la Guiness en Irlanda o las salchichas en Munich.

Estos caballeros, los Rivera, empezaron a fabricar cerveza en 1906, año que da nombre a su gama alta de productos. Todavía recuerdo cuando, en mis años de no-estudiante universitario en Madrid me escribió mi principal proveedor de chascarrillos incluyendo en el sobre una etiqueta de 1906 con la advertencia de "Tienes que probar esto: Es la cerveza más rica que he tomado en mi vida". Estoy de acuerdo con él en que en esos primeros noventa era la cerveza más rica que había probado en mi vida. Aunque al final la cosa cambió: Los años me hicieron viajar y conocer distintas regiones y países, la gente se tecnificó, invirtió en I+D+i, el mundo cambió y los sabores se adaptaron a los gustos de las nuevas clases pudientes. Hoy creo que la 1906 ha sido desbancada por su hermana pequeña, la 1906 Red Vintage, que logró lo que, para mí, era imposible.



Recientemente han lanzado al mercado una cerveza negra, con lo que van completando el círculo virtuoso (qué frase más chorra) de alcanzar a los gustos de los diferentes usuarios. Casi seguro que seguiran investigando con la ligerísima HR y que acabrán sacando una cerveza tipo Abadía.



Pero no escribo de Estrella Galicia porque me encante su cerveza; escribo porque realmente sus actuales propietarios dan una imagen de compromiso con su entorno que considero muy positiva: Desde intentar recuperar cultivos tradicionales hasta diversificar sus actividades y producción, además de una imagen de marca que ha sabido nadar entre la modernidad y la tradición, hacen que toda la corporación se haya convertido en uno de los principales motivos de orgullo de los gallegos.



Recientemente leí que su producción ha alcanzado los cien millones de litros y que está presente en catorce países. Gran parte de la "culpa" es de esa imagen indisociable entre Galicia y Estrella, y también el hecho de que en los bares de estrella haya todas las estrellas, y me explico: Hay en España muchas y muy buenas marcas de cerveza, y muchas de estas marcas han optado por poner a la venta una cerveza de calidad superior con una imagen más cuidada y lujosa. Y lo han hecho fatal, porque en los bares en que hay Cruzcampo la gente no bebe su cerveza especial, y en los que hay San Miguel tampoco, y así en todos menos en los de Alhambra en Granada, que si te ofrecen ambas. Tal vez ese sea tal vez parte del secreto.



Yo sólo quiero animar a los responsables de la marca a que sigan con la recuperación de cultivos. Galicia, y especialmente su campo, agradecerán muy mucho que se intenten lograr trigos, maltas y cebadas autóctonos para elaborar una cerveza de calidad. De hecho quiero lanzarles una propuesta: Hotel-fábrica-bodega con cocina temática apegada al terruño y la cerveza, con spa del estilo a los que tienen las grandes marcas en la Rioja. Seguro que se convertiría en seguida en un éxito. Eso y alguna pastilla contra el dolor de cabeza, y se habrán ganado el cielo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Querido Javier... o querido Ignacio.

Estoy dándole vueltas acerca de a quién escribirle esta carta, porque ya me estoy cansando de que nadie me responda. Empecé con Mel Gibson, luego fue Antonio Banderas, Amenábar... creo. Nada, que nadie me responde, y encima Scarlett Johanson no se ha comprado un piso en Ferrol, pero voy a probar otra vez, a ver qué pasa esta vez. Si la carta fuera para Javier Gutierrez le diría que empiece a abandonar su discreción y se compre un casoplón y publique alguna foto en los mejores restaurantes de la ciudad, o en donde le dé la gana pero que sean sitios que molen, y que vaya pensando en producir alguna película (y protagonizarla) en la que nuestra ciudad esté presente. En cambio, si la carta fuera para Ignacio Rivera,en cambio, le diría que vaya a conocer a Marcial Pita y a su proyecto Astillero en Esmelle. ¿Que por qué? Pues porque los señores de Estrella Galicia están invirtiendo en vios una mantecá y bajo la marca Ponte da Boga, ya están sacando unos monovarietales que, conociendo a Don

Una rodaja del Mistral

Esto de los blogs se complica cada día, y por eso sólo voy a escribir una breve nota de algo que no va a pasar: El Museo Naval de Ferrol y EXPONAV han solicitado a la Armada que, una vez se concluyan la desmilitarización y baja en la Armada del submarino Mistral, les sea proporcionada una rodaja del mismo para que sea musealizada y visitable. Se está a la espera de la respuesta. Y del envío.

En el Siglo XVIII.

En el Siglo XVIII -o en el XIX, que tanto da- los ciudadanos españoles vivían de una forma diferente a la que vivimos nosotros ¿A qué sí? Pues es cierto: No había suministro de luz eléctrica, depuración, ferrocarril, automóviles, internet o teléfono. Así se proyectó Ferrol (Fuente http://ferrolbello.blogspot.com.es/ ) En Ferrol, en aquellos tiempos y reinando Carlos III, se decidió construir un barrio totalmente nuevo para dar cabida al crecimiento de la población generado por todo aquello que hace de Ferrol lo que hoy es: La decisión de Felipe V en 1726 de que se instalasen en Ferrol los astilleros del norte de España y se convirtiera en capital de Departamento Marítimo y la de Fernando VI en 1749 de que en Esteiro se construyeran los definitivos generaron una trama urbana racionalista y moderna que, tras una serie de vicisitudes económicas que impidieron que todas las casas fuesen porticadas, fue construida a partir de los años sesenta del Siglo XVIII bajo la dirección del in

Excelencia y pulcritud.

Reconozco que soy el primero al que le cuesta hacer las cosas todo lo bien que debiera, pero a veces la política da la impresión de ser un restaurante en donde el dueño te recrimina si no te gusta la comida. El principal problema que yo he detectado siempre es que en España hay demasiados políticos que no sienten escrúpulos al gestionar el dinero público: es la habitual falta de honestidad que caracteriza al ser humano. Por poner un ejemplo muy conocido: No hay más que ver lo que pasó co las cajas de ahorros cuando políticos que no tenían ni pajolera idea de gestionar nada metieron sus manazas en ella. 67.000 millones de euros después, la extrema izquierda sigue pidiendo que los bancos paguen el rescate, como si no hubieran sido personas ajenas al sector las que mandaron todo a hacer puñetas. Sigue pasando día a día, y en Ferrol tenemos un caso muy claro con la actual Navantia: En un contexto de aumento de ventas militares, tras contratos en el extranjero con Noruega, Australia, Ven

Demasiados talveces, demasiados quizases.

Es una mañana bonita, con los rayos de sol colándose entre nubes de colores, de esas que siempre aparecen después de la tormenta. La ciudad está dormida, como la Vetusta de Clarín, y sin embargo ya algunos leen la prensa con un café, otros pasean y algunos peregrinos comienzan su viaje con la expectativa de que al final se encontrarán a sí mismos al divisar las torres de la Catedral de Santiago. Ferrol es un punto de partida, que duda cabe: De Ferrol han partido barcos desde que empezaron a hacerse, peregrinos desde que se encontró la tumba de Santiago el Mayor, ferrolanos desde que los marinos hicieron de la ciudad una de sus sedes. Hoy, se dice que hay 15.000 ferrolanos que viven dispersos por el mundo, e incluso hay quien asegura que se podría hacer un programa dedicado sólo a esos emigrantes que no se sabe por qué, hicieron de la canción de Santi Santos su himno y su filosofía de la vida. Yo ya marché y ya volví, y nunca juré que no lo haría. Vivir fuera es tal vez la mejor vacu