A mí una de las muletillas que más me toca las narices es la que da título a esta entrada. Y paso a explicarme para los que estén de acuerdo con la misma.
Ya ni los medios alineados a la siniestra pueden dejar de reconocer que los números macro han mejorado de forma que se habla de otro "milagro español". Recientemente se han hecho públicos datos de empleo, filiación, consumo, número de autónomos, venta de automóviles, compraventa de pisos, confianza del consumidor, ahorro, desahucios, procesos concursales... que nos hacen atisbar que, si es cierto que seguimos en el túnel, al final del mismo hay una luz brillante.
Los agoreros siguen aferrándose a una supuesta alarma social, a gente muriéndose de hambre o de frío (Beiras), a millones de personas sin hogar (Ada Colau), a restricciones de libertades y violencia policial (Toledo) o a la corrupción imperante (todos sin excepción).
Lo realmente cierto es que existen muchos delitos no prescritos que aun no se han investigado, algunos en proceso judicial y otros pocos ya sentenciados; lo alarmista es que seguimos inmersos en una ola de latrocinio... quía, eso no es verdad: Bien que se están guardando los mangantes de intentar estarse quietecitos mientras limpian sus cuentas y confían en que la lenta justicia no les alcance a tiempo. Lo demás es falso aun con recortes incluidos, que fueron muchos y duros, pero necesarios visto lo visto.
Una auténtica jartá (que dicen los andaluces) de oportunistas pretenden sustituir a los actuales administradores de lo público con ideas más o menos brillantes, como el arroz que no se pasa, aunque a diferencia de esta gramínea tan insulsa (está vaporizado y no coge sabor) las nuevas opciones, que se llaman, sí que se pasan... y mucho, por cierto.
Ciudadanos, tal vez ignorando las exportaciones en materia ferroviaria propiciadas por la construcción y mantenimiento de nuestra red de alta velocidad han propuesto que no se proyecten nuevas vías. Sin duda quieren los votos de Andalucía y Cataluña, que como ya tienen AVE no se ven afectados; no parecen interesarles tanto los votos de aquellas provincias que siguen mal comunicadas asistiendo como otros aprovechan la nueva red para crecer industrialmente y en visitantes. Y al gallego que tarda el doble en llegar a casa desde Madrid que uno de Sevilla se le abren las carnes, claro.
Podemos casi nunca mantiene una propuesta, pero de las más estables de las que ha lanzado está la de una renta universal que nos costaría cerca de 250.000 millones de euros, para lo que proponen una subida de impuestos para las rentas altas (a saber cuáles son) que ahuyentan a gran parte del electorado que, misteriosamente, piensa que ganar dinero no es malo.
UPyD, que es de los pocos partidos coherentes con su ideario (aunque no lo sea con sus democráticos estatutos), está sufriendo actualmente una fuga de afiliados que, tras decir que no negocian cargos ni sillones, se están pasando a Ciudadanos para ver si allí saborean las mieles del poder.
Y los españolitos nos cegamos ante tan teóricos dirigentes (y digo teóricos porque experiencia no atesoran en la gestión) sin querer darnos cuenta de que son los mismos que antes y que su única pretensión es alcanzar un escaño desde el que harán como el griego ese que dice tantas cosas como no hace.
En las municipales, pues, no vamos a valorar la honradez de los actuales dirigentes municipales, ni cómo gestionaron los recursos disponibles los concejales, ni si nuestras ciudades están mejor que hace cuatro años... no: vamos a acudir en masa a decirle a nuestro alcalde que no nos importa si la ciudad ha mejorado o no, si creemos que lo ha hecho bien, si creemos que ha invertido de manera prudente y de forma productiva; no, nosotros nos vamos a ir a depositar nuestra papeleta machadiana para aupar al coletas, al nudista o al guapito demagogo.
Y después todo será llanto y rechinar de dientes.
Ya ni los medios alineados a la siniestra pueden dejar de reconocer que los números macro han mejorado de forma que se habla de otro "milagro español". Recientemente se han hecho públicos datos de empleo, filiación, consumo, número de autónomos, venta de automóviles, compraventa de pisos, confianza del consumidor, ahorro, desahucios, procesos concursales... que nos hacen atisbar que, si es cierto que seguimos en el túnel, al final del mismo hay una luz brillante.
Los agoreros siguen aferrándose a una supuesta alarma social, a gente muriéndose de hambre o de frío (Beiras), a millones de personas sin hogar (Ada Colau), a restricciones de libertades y violencia policial (Toledo) o a la corrupción imperante (todos sin excepción).
Lo realmente cierto es que existen muchos delitos no prescritos que aun no se han investigado, algunos en proceso judicial y otros pocos ya sentenciados; lo alarmista es que seguimos inmersos en una ola de latrocinio... quía, eso no es verdad: Bien que se están guardando los mangantes de intentar estarse quietecitos mientras limpian sus cuentas y confían en que la lenta justicia no les alcance a tiempo. Lo demás es falso aun con recortes incluidos, que fueron muchos y duros, pero necesarios visto lo visto.
Una auténtica jartá (que dicen los andaluces) de oportunistas pretenden sustituir a los actuales administradores de lo público con ideas más o menos brillantes, como el arroz que no se pasa, aunque a diferencia de esta gramínea tan insulsa (está vaporizado y no coge sabor) las nuevas opciones, que se llaman, sí que se pasan... y mucho, por cierto.
Ciudadanos, tal vez ignorando las exportaciones en materia ferroviaria propiciadas por la construcción y mantenimiento de nuestra red de alta velocidad han propuesto que no se proyecten nuevas vías. Sin duda quieren los votos de Andalucía y Cataluña, que como ya tienen AVE no se ven afectados; no parecen interesarles tanto los votos de aquellas provincias que siguen mal comunicadas asistiendo como otros aprovechan la nueva red para crecer industrialmente y en visitantes. Y al gallego que tarda el doble en llegar a casa desde Madrid que uno de Sevilla se le abren las carnes, claro.
Podemos casi nunca mantiene una propuesta, pero de las más estables de las que ha lanzado está la de una renta universal que nos costaría cerca de 250.000 millones de euros, para lo que proponen una subida de impuestos para las rentas altas (a saber cuáles son) que ahuyentan a gran parte del electorado que, misteriosamente, piensa que ganar dinero no es malo.
UPyD, que es de los pocos partidos coherentes con su ideario (aunque no lo sea con sus democráticos estatutos), está sufriendo actualmente una fuga de afiliados que, tras decir que no negocian cargos ni sillones, se están pasando a Ciudadanos para ver si allí saborean las mieles del poder.
Y los españolitos nos cegamos ante tan teóricos dirigentes (y digo teóricos porque experiencia no atesoran en la gestión) sin querer darnos cuenta de que son los mismos que antes y que su única pretensión es alcanzar un escaño desde el que harán como el griego ese que dice tantas cosas como no hace.
En las municipales, pues, no vamos a valorar la honradez de los actuales dirigentes municipales, ni cómo gestionaron los recursos disponibles los concejales, ni si nuestras ciudades están mejor que hace cuatro años... no: vamos a acudir en masa a decirle a nuestro alcalde que no nos importa si la ciudad ha mejorado o no, si creemos que lo ha hecho bien, si creemos que ha invertido de manera prudente y de forma productiva; no, nosotros nos vamos a ir a depositar nuestra papeleta machadiana para aupar al coletas, al nudista o al guapito demagogo.
Y después todo será llanto y rechinar de dientes.
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