¡Qué hondo ha calado el mensaje comunista! Hoy nos quieren hacer creer (y han convencido a la inmensa mayoría) que todos los servicios públicos han de ser gratuitos, independientemente de que los use una minoría; es rotundamente falso: cuando uno paga impuestos para que exista un servicio que no usa tiende a interiorizar que para qué los voy a pagar.
Pondré un ejemplo comprensible: El ayuntamiento de la Coruña decide subvencionar los vuelos en primera a todos sus vecinos.
Pacucha, que es pescantina en la plaza deLugo y ayuda a cuidar a sus nietos, no ha utilizado un avión en su vida; seguramente muera sin hacerlo, porque además no entiende muy bien que semejante armatoste pueda volar sin estamparse.
Amancio, que tiene una empresa textil que se llama INDITEX, vuela a Zaragoza cada semana a visitar su centro logístico. Últimamente paga por sus billetes la mitad gracias a la subvención municipal (lograda gracias a la subida de todas las tasas por tercer año consecutivo).
Una cosa es que la administración deba pagar los costes operativos de un servicio público, porque está claro que los usuarios no podrían permitírselo y nadie tiene tal capacidad inversora. Otra muy distinta es que todo el mundo deba pagar lo mismo por todo: No es malo que los libros de texto, las medicinas, los comedores escolares, el transporte... los paguen los usuarios reales, de hecho los hará más responsables en su uso.
Y no digo con esto que esos gastos no desgraven lo máximo posible, hay muchas formas de redistribuir la riqueza, pero en lo que a mí respecta esto no se trata de que un señor en Madrid ni en Sevilla decidan que se hace con el dinero que yo gano.
Pongamos cabeza a esto, porque se nos está yendo de las manos.
Pondré un ejemplo comprensible: El ayuntamiento de la Coruña decide subvencionar los vuelos en primera a todos sus vecinos.
Pacucha, que es pescantina en la plaza deLugo y ayuda a cuidar a sus nietos, no ha utilizado un avión en su vida; seguramente muera sin hacerlo, porque además no entiende muy bien que semejante armatoste pueda volar sin estamparse.
Amancio, que tiene una empresa textil que se llama INDITEX, vuela a Zaragoza cada semana a visitar su centro logístico. Últimamente paga por sus billetes la mitad gracias a la subvención municipal (lograda gracias a la subida de todas las tasas por tercer año consecutivo).
Una cosa es que la administración deba pagar los costes operativos de un servicio público, porque está claro que los usuarios no podrían permitírselo y nadie tiene tal capacidad inversora. Otra muy distinta es que todo el mundo deba pagar lo mismo por todo: No es malo que los libros de texto, las medicinas, los comedores escolares, el transporte... los paguen los usuarios reales, de hecho los hará más responsables en su uso.
Y no digo con esto que esos gastos no desgraven lo máximo posible, hay muchas formas de redistribuir la riqueza, pero en lo que a mí respecta esto no se trata de que un señor en Madrid ni en Sevilla decidan que se hace con el dinero que yo gano.
Pongamos cabeza a esto, porque se nos está yendo de las manos.
Totalmente de acuerdo. Lo que ''no nos cuesta'' no lo valoramos.
ResponderEliminarY además de no valorarlo solemos sentirnos tentados a intentar dejar de pagarlo vía pagos en negro, omisiónes u olvidos en declaraciones, impagos de impuestos más omneos conscientes, etc.
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