Con matinalidad y alevosía, sin ningún tipo de vergüenza, se ha anunciado a platillo (tampoco querían hacer mucho ruido) que el barrio histórico más grande de Ferrol se va a peatonalizar por completo. Veremos en que queda ese por completo, pero hay ciertos aspectos que creo importante reseñar.
Siglo XVIII.
A diferencia de otros barrios que se han peatonalizado total o parcialmente el Barrio de la Magdalena se construyó con un tamaño y una fisionomía muy avanzados con respecto a otras ciudades que han emprendido esta, al menos en principio, ecológica iniciativa. Sin embargo, no deja de resultar paradójico que los barrios más antiguos de Ferrol no sean en absoluto peatonales: Ni Ferrol Vello, ni Esteiro ni San Felipe lo son, pese a que por su tamaño y origen son más parecidos a Pontevedra o a la Ciudad Vieja de Coruña (que tampoco es peatonal, por cierto). ¿A qué viene entonces tanto empeño? Seguramente a la equivocada idea de que puedan aplicarse las mismas soluciones a ciudades completamente diferentes.
Aparcamientos disuasorios.
La "innegociable" peatonalización de las calles María y Magdalena viene acompañada de una descabellada propuesta de asegurar plazas disuasorias en La Malata, la Gándara o Caranza. Seguramente la concejal del ramo debe ignorar que Ferrol está en la zona lluviosa de España y que precisamente la desventaja competitiva del centro histórico con respecto a los locales comerciales está en que en éstos se puede aparcar sin problemas (además de que dentro no llueve y de que los locales son francamente más grandes y la oferta está concentrada).
Población envejecida.
En una ciudad con una población envejecida se pretende cambiar la mentalidad de la gente por la vía del decreto: Restricciones a la rehabilitación, trabas administrativas, nulo transporte público, falta de alternativas de estacionamiento (a lo que se une la previsible demolición del aparcamiento subterráneo de la Plaza de Armas) y ninguna sensibilidad a las necesidades de los habitantes del barrio: En diversos medios se ha publicado que ni el alcalde de Ferrol ni sus concejales responsables de este tema (la teniente y la de urbanismo) viven en ese centro en el que las peatonalizaciones son "innegociables".
Falta de alternativa (transporte público muy ineficaz).
Y mientras aparentan faltos de mundo al no proponer ninguna alternativa al transporte público que sirva de acicate para vivir en el centro de Ferrol ¿Quieren una? Pues ahí va: Una empresa pública de transportes en la que se invierta en vehículos que no emitan residuos, con autobuses pequeños y con muchas frecuencias. Una línea de la Plaza de España al puerto circular que haga que realmente merezca la pena dejar el coche en casa, otra que vaya a Caranza y enlace con la anterior pasando por Esteiro y una del Puerto a La Graña (un total de seis autocares). Además de eso billete único y abono para los residentes a precios económicos... en total seis vehículos, dieciocho conductores y poquito más (un puestito de concejal para algún amiguete y listo).
Y sobre todo un poco de valentía político: Peatonalizar por la vía de prohibir la circulación es el recurso del que no tiene imaginación, ganas de arriesgar recursos o que no quiere invertir en mantenimiento, pero lo de innegociable sobra: Usted lleva meses en el cargo y Dios sabe cuánto le quedará; y al paso que generan polémicas no les auguro un largo recorrido en tareas de gobierno, y lamentablemente tendremos que volver a partir de cero, en una interminable historia de culpas subrogadas y poquitas, muy poquitas ideas.
Siglo XVIII.
A diferencia de otros barrios que se han peatonalizado total o parcialmente el Barrio de la Magdalena se construyó con un tamaño y una fisionomía muy avanzados con respecto a otras ciudades que han emprendido esta, al menos en principio, ecológica iniciativa. Sin embargo, no deja de resultar paradójico que los barrios más antiguos de Ferrol no sean en absoluto peatonales: Ni Ferrol Vello, ni Esteiro ni San Felipe lo son, pese a que por su tamaño y origen son más parecidos a Pontevedra o a la Ciudad Vieja de Coruña (que tampoco es peatonal, por cierto). ¿A qué viene entonces tanto empeño? Seguramente a la equivocada idea de que puedan aplicarse las mismas soluciones a ciudades completamente diferentes.
Aparcamientos disuasorios.
La "innegociable" peatonalización de las calles María y Magdalena viene acompañada de una descabellada propuesta de asegurar plazas disuasorias en La Malata, la Gándara o Caranza. Seguramente la concejal del ramo debe ignorar que Ferrol está en la zona lluviosa de España y que precisamente la desventaja competitiva del centro histórico con respecto a los locales comerciales está en que en éstos se puede aparcar sin problemas (además de que dentro no llueve y de que los locales son francamente más grandes y la oferta está concentrada).
Población envejecida.
En una ciudad con una población envejecida se pretende cambiar la mentalidad de la gente por la vía del decreto: Restricciones a la rehabilitación, trabas administrativas, nulo transporte público, falta de alternativas de estacionamiento (a lo que se une la previsible demolición del aparcamiento subterráneo de la Plaza de Armas) y ninguna sensibilidad a las necesidades de los habitantes del barrio: En diversos medios se ha publicado que ni el alcalde de Ferrol ni sus concejales responsables de este tema (la teniente y la de urbanismo) viven en ese centro en el que las peatonalizaciones son "innegociables".
Falta de alternativa (transporte público muy ineficaz).
Y mientras aparentan faltos de mundo al no proponer ninguna alternativa al transporte público que sirva de acicate para vivir en el centro de Ferrol ¿Quieren una? Pues ahí va: Una empresa pública de transportes en la que se invierta en vehículos que no emitan residuos, con autobuses pequeños y con muchas frecuencias. Una línea de la Plaza de España al puerto circular que haga que realmente merezca la pena dejar el coche en casa, otra que vaya a Caranza y enlace con la anterior pasando por Esteiro y una del Puerto a La Graña (un total de seis autocares). Además de eso billete único y abono para los residentes a precios económicos... en total seis vehículos, dieciocho conductores y poquito más (un puestito de concejal para algún amiguete y listo).
Y sobre todo un poco de valentía político: Peatonalizar por la vía de prohibir la circulación es el recurso del que no tiene imaginación, ganas de arriesgar recursos o que no quiere invertir en mantenimiento, pero lo de innegociable sobra: Usted lleva meses en el cargo y Dios sabe cuánto le quedará; y al paso que generan polémicas no les auguro un largo recorrido en tareas de gobierno, y lamentablemente tendremos que volver a partir de cero, en una interminable historia de culpas subrogadas y poquitas, muy poquitas ideas.
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