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El Museo de Ferrol, el Parque del Montón, la biblioteca infantil en el Rena...

Tres deseos, uno de ellos hecho realidad:




El primero, el Museo de la Ciudad, es defendido por diecisiete asociaciones culturales (tantas como veces negó Schz. Pedro a Rajoy) y presenta casi el mismo problema que planteó el pescador del chiste cuando pescó la sirena en Gran Sol y la devolvió directamente al mar, respondiendo al "¿Y por qué?" de su compañero con un lacónico "¿Y por dónde?" que no deja duda acerca de las penurias sexuales que pasan nuestros esforzados navegantes durante sus prolongadas ausencias del hogar.


Y es que a mí lo de tener mil museos me encanta, fijaos que hasta los visito cuando puedo, que ya es; pero el problema es que veo que en Ferrol tenemos EXPONAV, el Museo Naval y la exposición permanente de la SGHN más tristes que un cementerio en agosto y encima tenemos el Castillo de San Felipe hecho mixtos, el antiguo Hospicio vacío y el Hospital de Caridad empezando a despegar después de años de infrautilización. ¿Queremos un museo más? ¿No nos llega con el nasciturus Centro de Interpretación de los bajos de la Mella? Perfecto... ¿Pero qué tal si promocionamos los ya existentes (tal vez creando una red) y conseguimos que alguien los visite? Más que nada porque a cada centro le suele corresponder un presupuesto que incluye el salario de sus empleados, el mantenimiento, la luz, el agua... y hasta donde yo sé no sólo los gratuitos son deficitarios, al menos en nuestra querida tableta de chocolate.




Lo del Parque del Montón, tan centradito él, me parece genial: Ahora incluso creemos que fija más CO2 que antes porque lo han desbrozado, pero el problema de poner un parque al que hay que ir en coche y que no tiene aparcamiento (y si alguien intenta convencerme de que la gente va a ir andando y lo va a petar le recomiendo una visita a casi cualquier hora al Reina Sofía o al Cantón, y luego si eso ya me cuenta) ... perdón, que me lío: El problema, decía, es que los ferrolanos, ya de coger el coche, nos vamos a Doniños, a Monteventoso, al Belelle o a las Fragas del Eume... o sea que lo de Caranza no lo acabo de ver del todo claro tampoco.




Y con esa preciosa biblioteca infantil que proponen desde un diario digital y que se construiría aprovechando las ruinas del Rena... pues yo fui un día a la de la Plaza de España y en la zona infantil el cien por cien de los niños que había habían sido aportados por mi señora esposa, con cierta colaboración desinteresada por mi parte.




Y con esto no quiero decir que no esté de acuerdo con que se creen nuevas instalaciones, pero sí me encantaría dejar claro que si no hay demanda de visitas nunca se podrá cobrar por estas, y que si no se cobra por las visitas todos los gastos salen de las arcas municipales, que dudo que estén para permitirse esas alegrías.


Vamos, que -como siempre- no se puede silbar y soplar a la vez.

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