No voy a disparar contra la UNESCO... bueno, sí, si lo voy a hacer, y contra todos los que creo han equivocado lo que debe ser la gestión y conservación del patrimonio mundial.
Cada año en verano se publica una lista con todo aquello viejo que la humanidad (representada por aquellos que se han autoproclamado sus representantes) decide que es su patrimonio. La definición es de por sí un tanto estúpida, porque si atendemos a la definición del patrimonio nos encontramos lo siguiente:
Por eso mismo, por la no propiedad de algunos de los bienes declarados como tal, no deberíamos tan alegremente declarar las cosas que nos son propias. Me explico: El cien por cien de los bienes patrimoniales o naturales declarados patrimonio de la humanidad tienen un propietario que no es "la humanidad", si no alguna institución, persona, nación u organización. Eso hace que el nombre sea ambiguo, máxime cuando no existe ninguna medida efectiva para garantizar la preservación de esos bienes. El que no esté de acuerdo que teclee Palmira en su buscador y que compruebe lo que ha hecho una parte de la humanidad con el sitio.
Por otra parte la lista empieza a ser arbitraria y repetitiva. Arbitraria porque se imponen limitaciones a los países para presentar sus candidaturas y no se hace un esfuerzo activo para que todas esas instituciones que mexan por* nos luego nos traten de convencer de que está lloviendo. Repetitiva porque entre los bienes incluidos en los listados empieza a haber muchos que ya están repetidos.
Creo que si la UNESCO quiere proteger los yacimientos de la Hispania romana lo que debería hacer es declarar los yacimientos arqueológicos hispano-romanos bienes a conservar, proteger y difundir, de una forma conjunta. Es como lo de las 18 Semanas Santas de interés turístico internacional o lo de declarar cada bien de la España andalusí como Patrimonio Mundial de forma independiente: No tiene ningún sentido.
Desde mi personal punto de vista se debería tener una visión global y luego que cada ente gestor de cada monumento siguiera las directrices generales de cada época, área, zona, espacio, arte o cultura en el que estuvieran incluidos sus bienes y lo gestionara de forma independiente.
Como ejemplo decir que entiendo lo del románico catalán o lo del Camino de Santiago, por su singularidad como fenómeno o como estilo arquitectónico, pero que no entiendo esa misma declaración para un dolmen en concreto cuando hay otro igual a cien kilómetros.
En España tenemos en la lista de referencia a conjuntos como la Ribeira Sacra o al PatrimonioIndustrial del Ferrol de la Ilustración. El caso del primero sí es un fenómeno singular y no repetido, pero el Ferrol de la Ilustración es parte y fruto de toda la arquitectura y arte de ese momento histórico ¿Se imaginan a España presentando "La Ilustración Española"? Sería irrechazable e incluiría cientos o miles de bienes inventariados, materiales e inmateriales en los que estaría incluida la obra filosófica y literaria del momento, su arte (no sólo la arquitectura), su forma de vestir, de comer o de vivir.
sólo desde un punto de vista global se conseguirá una pedagogía que acerque a la Humanidad a ese momento histórico, y no la mera visita a sus edificios. El día que en mi Ferrol nos decidamos a no incluir sólo los bienes arquitectónicos si no a impulsar de forma definitiva el estudio de la época de un modo global, con congresos, museos, una cátedra, publicaciones, ferias, el apoyo de todas las instituciones y de la Universidad de la Coruña y su Facultad de Humanidades el camino estará andado, y si la UNESCO cree que no es Patrimonio Mundial pues mejor que mejor: Así será nuestro patrimonio.
En cualquier caso creo que si no queremos desvirtuar la singularidad de los bienes considerados algo especial y singular y además digno de conservarse y respetarse deberíamos empezar a nominar conjuntos más amplios y extendidos en un contexto.
Y creo que lo de los espacios naturales es una soberana bobada: Siempre hay que conservar la naturaleza, porque cada espacio, en su singularidad y riqueza, es la herencia que nuestros padres dejaron a nuestros hijos.
Cada año en verano se publica una lista con todo aquello viejo que la humanidad (representada por aquellos que se han autoproclamado sus representantes) decide que es su patrimonio. La definición es de por sí un tanto estúpida, porque si atendemos a la definición del patrimonio nos encontramos lo siguiente:
patrimonio
s. m.
1 Conjunto de bienes que una persona adquiere por herencia familiar: su patrimonio se calcula en millones de euros.
2 Conjunto de bienes que posee una persona o una institución y que son susceptibles de estimación económica: el patrimonio histórico-artístico de un país; muchas obras de arte pertenecen al patrimonio de la Iglesia; las playas forman parte del patrimonio del estado.
3 Cosa material o inmaterial que es propia de algo o de alguien: las tradiciones forman parte de nuestro patrimonio cultural.
Por eso mismo, por la no propiedad de algunos de los bienes declarados como tal, no deberíamos tan alegremente declarar las cosas que nos son propias. Me explico: El cien por cien de los bienes patrimoniales o naturales declarados patrimonio de la humanidad tienen un propietario que no es "la humanidad", si no alguna institución, persona, nación u organización. Eso hace que el nombre sea ambiguo, máxime cuando no existe ninguna medida efectiva para garantizar la preservación de esos bienes. El que no esté de acuerdo que teclee Palmira en su buscador y que compruebe lo que ha hecho una parte de la humanidad con el sitio.
Por otra parte la lista empieza a ser arbitraria y repetitiva. Arbitraria porque se imponen limitaciones a los países para presentar sus candidaturas y no se hace un esfuerzo activo para que todas esas instituciones que mexan por* nos luego nos traten de convencer de que está lloviendo. Repetitiva porque entre los bienes incluidos en los listados empieza a haber muchos que ya están repetidos.
Creo que si la UNESCO quiere proteger los yacimientos de la Hispania romana lo que debería hacer es declarar los yacimientos arqueológicos hispano-romanos bienes a conservar, proteger y difundir, de una forma conjunta. Es como lo de las 18 Semanas Santas de interés turístico internacional o lo de declarar cada bien de la España andalusí como Patrimonio Mundial de forma independiente: No tiene ningún sentido.
Desde mi personal punto de vista se debería tener una visión global y luego que cada ente gestor de cada monumento siguiera las directrices generales de cada época, área, zona, espacio, arte o cultura en el que estuvieran incluidos sus bienes y lo gestionara de forma independiente.
Como ejemplo decir que entiendo lo del románico catalán o lo del Camino de Santiago, por su singularidad como fenómeno o como estilo arquitectónico, pero que no entiendo esa misma declaración para un dolmen en concreto cuando hay otro igual a cien kilómetros.
En España tenemos en la lista de referencia a conjuntos como la Ribeira Sacra o al PatrimonioIndustrial del Ferrol de la Ilustración. El caso del primero sí es un fenómeno singular y no repetido, pero el Ferrol de la Ilustración es parte y fruto de toda la arquitectura y arte de ese momento histórico ¿Se imaginan a España presentando "La Ilustración Española"? Sería irrechazable e incluiría cientos o miles de bienes inventariados, materiales e inmateriales en los que estaría incluida la obra filosófica y literaria del momento, su arte (no sólo la arquitectura), su forma de vestir, de comer o de vivir.
sólo desde un punto de vista global se conseguirá una pedagogía que acerque a la Humanidad a ese momento histórico, y no la mera visita a sus edificios. El día que en mi Ferrol nos decidamos a no incluir sólo los bienes arquitectónicos si no a impulsar de forma definitiva el estudio de la época de un modo global, con congresos, museos, una cátedra, publicaciones, ferias, el apoyo de todas las instituciones y de la Universidad de la Coruña y su Facultad de Humanidades el camino estará andado, y si la UNESCO cree que no es Patrimonio Mundial pues mejor que mejor: Así será nuestro patrimonio.
En cualquier caso creo que si no queremos desvirtuar la singularidad de los bienes considerados algo especial y singular y además digno de conservarse y respetarse deberíamos empezar a nominar conjuntos más amplios y extendidos en un contexto.
Y creo que lo de los espacios naturales es una soberana bobada: Siempre hay que conservar la naturaleza, porque cada espacio, en su singularidad y riqueza, es la herencia que nuestros padres dejaron a nuestros hijos.
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