1. Definición.
Hipocresía: Fingimiento de sentimientos, ideas y cualidades, generalmente positivos, contrarios a los que se experimentan.
2. Ejemplos.
Cuando en nuestra vida diaria nos dedicamos a mostrar a los demás las cualidades que realmente no tenemos, amparándonos en problemas o culpando a otros de nuestras carencias demostramos ser hipócritas. También cuando sostenemos ideales, pensamientos o supuestas verdades que realmente no nos aplicamos.
3. Aplicación a la sociedad.
La vida pública está llena de ejemplos, aunque quizá el principal sea el de los políticos que incumplen sistemáticamente todo aquello que defienden en público, el de la prensa alineada con los poderes fácticos y el de muchos dogmáticos que usan como lema de vida "haz lo que diga y no lo que haga".
4. Lo que hacemos nosotros.
Consejos vendo y para mí no tengo: Qué asco de políticos que defraudan; cómo puede ocupar ese puesto alguien sin preparación; ese quién se cree para dar lecciones; no hace más que criticar a los demás... casi cualquiera de las frases que emitimos a diario nos ponen en evidencia ante nosotros mismos, que ante la oportunidad de pagar impuestos, renunciar a un puesto para el que no estamos preparados, enchufar a algún allegado o callar cuando no tenemos nada bueno que decir elegimos la opción más inmoral.
Sí, lo sé, yo tampoco soy quién para teorizar acerca de coherencia y también finjo sentimientos, incumplo mi ideario y me adorno con cualidades que seguramente no tenga. Soy soberbio, como todos, y muerdo el fruto del árbol prohibido, pero alguien tiene que decirlo. Quizá el más claro ejemplo es la defensa de ciertos medios de la candidata demócrata a las elecciones americanas y los ataques a la persona del vencedor. Sin duda límpidos y sin mácula nos atrevemos a calificar a millones de americanos de idiotas, al igual que hacemos con los que piensan distinto que nosotros.
Hoy me parece un buen día para recordarnos a nosotros mismos que vivimos instalados en una permanente hipocresía, y recordar al gran Cyrano que murió en su coherencia.
Hipocresía: Fingimiento de sentimientos, ideas y cualidades, generalmente positivos, contrarios a los que se experimentan.
2. Ejemplos.
Cuando en nuestra vida diaria nos dedicamos a mostrar a los demás las cualidades que realmente no tenemos, amparándonos en problemas o culpando a otros de nuestras carencias demostramos ser hipócritas. También cuando sostenemos ideales, pensamientos o supuestas verdades que realmente no nos aplicamos.
3. Aplicación a la sociedad.
La vida pública está llena de ejemplos, aunque quizá el principal sea el de los políticos que incumplen sistemáticamente todo aquello que defienden en público, el de la prensa alineada con los poderes fácticos y el de muchos dogmáticos que usan como lema de vida "haz lo que diga y no lo que haga".
4. Lo que hacemos nosotros.
Consejos vendo y para mí no tengo: Qué asco de políticos que defraudan; cómo puede ocupar ese puesto alguien sin preparación; ese quién se cree para dar lecciones; no hace más que criticar a los demás... casi cualquiera de las frases que emitimos a diario nos ponen en evidencia ante nosotros mismos, que ante la oportunidad de pagar impuestos, renunciar a un puesto para el que no estamos preparados, enchufar a algún allegado o callar cuando no tenemos nada bueno que decir elegimos la opción más inmoral.
Sí, lo sé, yo tampoco soy quién para teorizar acerca de coherencia y también finjo sentimientos, incumplo mi ideario y me adorno con cualidades que seguramente no tenga. Soy soberbio, como todos, y muerdo el fruto del árbol prohibido, pero alguien tiene que decirlo. Quizá el más claro ejemplo es la defensa de ciertos medios de la candidata demócrata a las elecciones americanas y los ataques a la persona del vencedor. Sin duda límpidos y sin mácula nos atrevemos a calificar a millones de americanos de idiotas, al igual que hacemos con los que piensan distinto que nosotros.
Hoy me parece un buen día para recordarnos a nosotros mismos que vivimos instalados en una permanente hipocresía, y recordar al gran Cyrano que murió en su coherencia.
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