Vaya por delante que el triángulo no es tal y que puede ser cualquier otra cosa que nos imaginemos, pero por más vueltas que le doy creo que al final tiene que pasar lo que os voy a contar:
La Coruña es la ciudad más pujante de la Provincia a la que da nombre; ha decidido promocionar el Camino Inglés y con la cantidad de dinero que tienen lo conseguirán, que nadie lo dude.
Santiago es con Roma uno de los vértices de la cristiandad, un destino turístico de primer orden y todos los caminos llegan a él, no sólo a Roma.
La Tierra acaba en Finisterre, de ahí su nombre.
A San Andrés de Teixido va de muerto el que no fue de vivo, por lo que es mejor ahorrarse esos engorrosos quehaceres después del pasamiento porque así llegamos más rápido al Cielo, que es de lo que se trata.
Tanto el Camino Inglés como el de San Andrés tienen un ramal en Ferrol que puede y debe ser potenciado.
¿Habrá pensado la Diputación de la Coruña que haciendo promoción de estos caminos que ya existen podría atraer visitantes desde el Ortegal al Finisterre? ¿Habrá pensado que en medio de estos caminos hay joyas culturales como Noya, Pontedeume, Betanzos, Caaveiro, Monfero, la Torre de Hércules o el legado de la Ilustración ferrolana o de la Casa de Andrade? ¿Habrá pensado en que además están la Costa Ártabra, las reservas del Mandeo, de Mera o de Ortigueira (con su geoparque), la Costa de la Muerte, el Monte Pindo (Olimpo Celta) o las mismísimas Fragas del Eume entre otras cosas? ¿Se decidirán algún día a promocionar aquello que más deja con la boca abierta incluso a los propios?
Pues seguro que sí, porque es algo tan inapelable que nuestro verde, nuestro mar y nuestra luz te atrapan tanto como nuestro gris de granito y nubes que antes de que nos demos cuenta veremos como nuestro modelo productivo empieza a cambiar y a hacerse más variado y sostenible. ¿Para cuando? Pues no sé, la verdad ¿Cuándo vayamos derribando corsés e ideas fijas?
El que busque un modelo debería buscar en la red el anuncio que ha hecho Lugo para promocionarse este año. De llorar de emoción, mañana me voy a Lugo.
La Coruña es la ciudad más pujante de la Provincia a la que da nombre; ha decidido promocionar el Camino Inglés y con la cantidad de dinero que tienen lo conseguirán, que nadie lo dude.
Santiago es con Roma uno de los vértices de la cristiandad, un destino turístico de primer orden y todos los caminos llegan a él, no sólo a Roma.
La Tierra acaba en Finisterre, de ahí su nombre.
A San Andrés de Teixido va de muerto el que no fue de vivo, por lo que es mejor ahorrarse esos engorrosos quehaceres después del pasamiento porque así llegamos más rápido al Cielo, que es de lo que se trata.
Tanto el Camino Inglés como el de San Andrés tienen un ramal en Ferrol que puede y debe ser potenciado.
¿Habrá pensado la Diputación de la Coruña que haciendo promoción de estos caminos que ya existen podría atraer visitantes desde el Ortegal al Finisterre? ¿Habrá pensado que en medio de estos caminos hay joyas culturales como Noya, Pontedeume, Betanzos, Caaveiro, Monfero, la Torre de Hércules o el legado de la Ilustración ferrolana o de la Casa de Andrade? ¿Habrá pensado en que además están la Costa Ártabra, las reservas del Mandeo, de Mera o de Ortigueira (con su geoparque), la Costa de la Muerte, el Monte Pindo (Olimpo Celta) o las mismísimas Fragas del Eume entre otras cosas? ¿Se decidirán algún día a promocionar aquello que más deja con la boca abierta incluso a los propios?
Pues seguro que sí, porque es algo tan inapelable que nuestro verde, nuestro mar y nuestra luz te atrapan tanto como nuestro gris de granito y nubes que antes de que nos demos cuenta veremos como nuestro modelo productivo empieza a cambiar y a hacerse más variado y sostenible. ¿Para cuando? Pues no sé, la verdad ¿Cuándo vayamos derribando corsés e ideas fijas?
El que busque un modelo debería buscar en la red el anuncio que ha hecho Lugo para promocionarse este año. De llorar de emoción, mañana me voy a Lugo.
Comentarios
Publicar un comentario