fidelidad
Actitud de la persona que no traiciona la confianza puesta en ella. Etimológicamente es una cualidad relativa a la lealtad o a la fe.
La fidelidad es una noción que en su nivel más abstracto implica una conexión verdadera con una fuente. Su significado original está vinculado a la lealtad y la atención al deber. La palabra "fidelidad" deriva de la palabra fidelitas, y su significado es servir a un dios.
Antónimos: Traición, conspiración, insurrección, etc.
lealtad
Actitud de quien no engaña, traiciona o abandona a sus amigos y superiores, o de quien se mantiene firme en sus ideales y convicciones. Etimológicamente es la cualidad de ser respetuoso con la ley.
La lealtad es una devoción de un sujeto o ciudadano con un estado, gobernante, comunidad, persona, causa o a sí mismo. No existe acuerdo entre los filósofos sobre cosas o ideas a las que se puede ser leal. Algunos sostienen que se puede ser leal a un espectro muy amplio de cosas, mientras que otros argumentan que solo se puede ser leal a otra persona y que ello es una relación estrictamente interpersonal.
Antónimos: Traición, perjurio, rebeldía, etc.
Valgan estas dos definiciones para expresar mi preocupación por dos de los mayores males que nos aquejan hoy en día; si no tenemos fe no podemos ser fieles, gran causa de nuestros problemas políticos (los catalanes no creen en España, los esposos no creen en sus mujeres, nadie cree en dios...) y difícilmente vamos a respetar la las leyes si no creemos en la base que las sustenta.
¿Resuelve saber las definiciones de estas palabras nuestros problemas? En absoluto, pero pensemos lo que pasa cuando no tenemos fe con respecto al cumplimiento de la ley.
- Cuando se tiene fe en un ser superior y se siguen sus mandatos estamos siendo fieles y leales. Un ejemplo sería un ciudadano que paga todos sus impuestos y cumple con el cuerpo legislativo por convicción; otro ejemplo un creyente que no peca. Si eres fiel y leal siempre serás honesto con tus convicciones y seguramente honrado en tus actuaciones.
- Cuando no se tiene fe en sistema legal pero se siguen sus mandatos estamos siendo leales, pero no fieles. El ejemplo perfecto serían (o seríamos) los que no creemos en el sistema pero aceptamos el ordenamiento y otro sería un cónyuge que no crea en preceptos superiores pero cumple sus votos. Cuando no tienes fidelidad a un sistema pero cumples con lealtad sus preceptos lo normal es que seas honrado, pero difícilmente serás honesto con tus principios.
- Cuando teniendo fe en un sistema no se cumplen sus mandatos estamos siendo fieles, pero no leales. El ejemplo más claro en lo político es el corrupto, en la religión es el pecador. En este caso no serás honrado ni honesto, puesto que actúas en contra de lo establecido sabiendo que obras mal.
- Cuando no se tiene fe en un sistema y no se cumplen sus preceptos no estamos siendo ni fieles ni leales. Hay demasiados ejemplos, el más romántico es la piratería; siguiendo el razonamiento deberíamos definir estas actitudes como no honradas, pero en ningún caso serían deshonestas.
¿Cuál de los últimos dos casos es mejor para vosotros? ¿El que no es ni honrado ni honesto o el que no siendo honrado sí es honesto con sus principios? ¿Preferís a un pirata o a un concejal de vuestro partido favorito llenándose los bolsillos ambos con vuestro dinero? ¿Preferís al buen ladrón? Pues entonces me entenderéis cuando defiendo que no se puede votar a los políticos que no son honestos con sus principios, porque nunca serán fieles a su palabra ni leales con sus votantes.
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