Ir al contenido principal

¿Y una casa rural?

Pues resulta que ayer disfrutabamos de una tarde extraordinaria en Chanteiro, cuya ermita han mejorado de forma notoria con un aparcamiento, mesas, árboles, desbroces... y comentamos lo raro que es que en Ferrol y alrededores no haya casas rurales... bueno, no es que no haya, pero lo extraño es que no sea una opción más extendida.
Chamorro, desde donde se domina toda la Ría.
 Los alrededores de Ferrol atesoran algunos de los paisajes y visitas más extraordinarios de España, y me gustaría que os dierais cuenta de que en absoluto exagero; da un poco igual que no salgas del término municipal porque en el mismo Ferrol hay cuatro de las playas más bonitas de Galicia, que son Doniños, San Jorge, Santa Comba y Ponzos, rodeadas de pinares, ermitas, castros y hasta de un lavadero con una mina de oro. Luego está Chamorro, que podría ser uno de esos parajes en los que poner un banco más bonito del mundo, con esa desaprovechada fraga de Menáncaro en el inicio de la subida. Hablar de Ferrol también es hablar de su castillo, de sus baterías del Siglo XVIII, del sistema defensivo del Siglo XX -con esas prodigiosas baterías dominando las alturas- de ese encantador Brión y su iglesia gótica y de esa chá tan solitaria donde pareces tocar el cielo y el mar a la vez...

Lobadiz, la siguiente joya si lo intentamos
Si hablamos de los alrededores nos encontramos con toda la prodigiosa costa Norte, que desde Ferrol a Ortigueira concentra el Camino de San Andrés, Pantín, Villarrube, Valdoviño, Meirás, los acantilados y el "vixía" de Herbeira,  o de la Capelada, las Fragas del Eume, el Forgoselo, la Escombrera y el Lago de As Pontes, Caaveiro y Monfero,  luego está la magnífica ría de Ares... pero nadie ha decidido dar el salto, y no será por falta de casas de  campo desocupadas con fincas más que aprovechables.

¿Qué no tiene Doniños?
¿Pero por qué nadie ha querido hacer una casa rural? Pues seguramente tiene bastante que ver con que sólo ahora empezamos a darnos cuenta de que vivimos en un paraíso natural que fue preservado por las necesidades defensivas del no menos prodigioso Arsenal del XVIII, que motivó que gran parte de la costa estuviera restringida y afectada por la defensa nacional.
Estoy seguro, no obstante, de que algún día lo veremos, y sólo espero que ese día sepamos demostrar el buen hacer que tenemos y con qué primor podemos hacer las cosas cuando nos lo proponemos. Vamos, que yo seguro que iría a tomarme un vino blanco mientras el sol se pone despacito mientras el viento mece los árboles y al fondo las olas braman, y vosotros también iríais ¿A que sí?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Querido Javier... o querido Ignacio.

Estoy dándole vueltas acerca de a quién escribirle esta carta, porque ya me estoy cansando de que nadie me responda. Empecé con Mel Gibson, luego fue Antonio Banderas, Amenábar... creo. Nada, que nadie me responde, y encima Scarlett Johanson no se ha comprado un piso en Ferrol, pero voy a probar otra vez, a ver qué pasa esta vez. Si la carta fuera para Javier Gutierrez le diría que empiece a abandonar su discreción y se compre un casoplón y publique alguna foto en los mejores restaurantes de la ciudad, o en donde le dé la gana pero que sean sitios que molen, y que vaya pensando en producir alguna película (y protagonizarla) en la que nuestra ciudad esté presente. En cambio, si la carta fuera para Ignacio Rivera,en cambio, le diría que vaya a conocer a Marcial Pita y a su proyecto Astillero en Esmelle. ¿Que por qué? Pues porque los señores de Estrella Galicia están invirtiendo en vios una mantecá y bajo la marca Ponte da Boga, ya están sacando unos monovarietales que, conociendo a Don

Una rodaja del Mistral

Esto de los blogs se complica cada día, y por eso sólo voy a escribir una breve nota de algo que no va a pasar: El Museo Naval de Ferrol y EXPONAV han solicitado a la Armada que, una vez se concluyan la desmilitarización y baja en la Armada del submarino Mistral, les sea proporcionada una rodaja del mismo para que sea musealizada y visitable. Se está a la espera de la respuesta. Y del envío.

Demasiados talveces, demasiados quizases.

Es una mañana bonita, con los rayos de sol colándose entre nubes de colores, de esas que siempre aparecen después de la tormenta. La ciudad está dormida, como la Vetusta de Clarín, y sin embargo ya algunos leen la prensa con un café, otros pasean y algunos peregrinos comienzan su viaje con la expectativa de que al final se encontrarán a sí mismos al divisar las torres de la Catedral de Santiago. Ferrol es un punto de partida, que duda cabe: De Ferrol han partido barcos desde que empezaron a hacerse, peregrinos desde que se encontró la tumba de Santiago el Mayor, ferrolanos desde que los marinos hicieron de la ciudad una de sus sedes. Hoy, se dice que hay 15.000 ferrolanos que viven dispersos por el mundo, e incluso hay quien asegura que se podría hacer un programa dedicado sólo a esos emigrantes que no se sabe por qué, hicieron de la canción de Santi Santos su himno y su filosofía de la vida. Yo ya marché y ya volví, y nunca juré que no lo haría. Vivir fuera es tal vez la mejor vacu

El tiempo que pasa, inexorable.

1. El Alvia.  Como si fuera un punto de fuga en un cuadro de Tintoretto lo primero que me atrajo aquella muy temprana mañana de verano, húmeda y lluviosa, fueron esas velas que recordaban la tragedia pasada hacía muy pocos días en Angrois. Yo estaba a punto de coger el mismo tren, el Alvia de Madrid, pero en el sentido inverso de la marcha. Reinaba cierta conmoción en la estación, pese a estar prácticamente vacía. Después de equivocarme de tren y estar a punto de acabar al otro extremo de España ocupé al fin mi asiento y me dispuse a disfrutar del viaje. A mí me encanta viajar en tren y ese trayecto era completamente nuevo para mí, ya que mi último viaje desde La Coruña fue por la vía antigua. El brusco descenso de la velocidad del convoy me indicó que ya estábamos llegando a la famosa curva y afiné mi atención. Como siempre cierto pudor me hizo dudar por un instante, pero al final la visión del punto exacto del desastre me hizo santiguarme y pedir en muda oración por las alma

El juego de la oca.

Bueno... ocas no he visto, pero patos hay mogollón. Efectivamente, la Ría de Ferrol se ha llenado de ánades reales (azulones) en un periodo de tiempo relativamente corto; quiero decir que antes no era tan habitual verlos acompañando a las gaviotas reidoras y a las argénteas. De unos años a esta parte nuestro Mare Nostrum lo tenemos en condominio con una serie de pajarracos que antes no eran tan habituales: Garzas reales, garcetas, cormoranes... y así hasta una treintena de especies con miles de ejemplares representándolas. Como sería excesivo enumerar todo lo que hay y como se llama os adjunto un enlace a una entrada del blog Bichos e demais familia ( http://bichosedemaisfamilia.blogspot.com/2015/01/ria-de-ferrol-censo-completo-y.html ) en el que su autor censa 29 especies de aves con un total de 4.766 individuos. Quiero señalar que la entrada es de 2015 y, por lo tanto, anterior a la puesta en marcha de la EDAR de Prioriño Chico: En la Ría no había depuración y ya tenía mayores den