Después de pensarlo mucho y dado que está en el paro y ha manifestado necesitar dinero, el Director General de Navantia ha decidido nombrar a Artur Mas director de reparaciones, a propuesta del anterior director, Jordi Pujol, que se ha retirado de puro achacoso y le ha aconsejado que acepte y a ver si consigue que desaparezcan unos pequeños agujeros contables de su época: Poca cosa, tú ya sabes. Y bien que lo sabes.
Él ha aceptado sin dudarlo: Se ve que estaba mirando la cuenta de resultados y que la sección de reparaciones consigue pasta, mientras que hay otras que tienen un déficit tremendo. La verdad es que Reparaciones gana tanto dinero que siempre han desviado fondos a cosas que poco o nada tienen que ver con la reparación de buques, con la idea es reforzar el carácter de esta histórica división de la empresa.
Empezaron utilizando al sindicato nacionalista para que el resto de la plantilla asumira el discurso de que Navantia es una porquería pero que en cambio la histórica división de Reparaciones es poco menos que el paraíso. En cuanto toda el área estuvo convencida de que eran mejores que el resto de trabajadores del naval exigieron que sus sueldos se vieran incrementados, dado que producen más beneficios que el resto de la planta. Hasta aquí todo bien, porque el resto de los trabajadores tiene una representación sindical más plural y parece que UGT, CCOO y MAS son más negociadores que la CIG y aceptaron cualquier cosa siempre que a ellos no les perjudicara.
Un día a Mas se le anunció que las cuentas no cuadraban del todo y decidió empezar a utilizar el dinero que tiene para las cestas de navidad y otros gastos sociales en hacer propaganda de que la empresa está frenando el desarrollo de la mejor de sus divisiones; al poco encargó a su equipo directivo que estudiara las ventajas de que Reparaciones fuera segregada como una empresa independiente; dependiente de la SEPI, pero no lo mismo que Navantia, que al fin y al cabo son los que lastran el crecimiento del grupo.
Como Reparaciones no es muy grande la siguiente tarea fue conseguir que se identificase claramente que casi todo el Arsenal y de Navantia se construyeron con el único fin de reparar buques, y que mientras los trabajadores de reparaciones eran gente culta, cualificada y con formación, los de construcción no eran más que obreros sin cualificación a los que se contrató para que complementaran las innegables capacidades de los especialistas en la reparación de buques; para eso hubo que cambiar un poco la historia, claro, y convencer a todos de que en realidad no es cierto que Fernando VI o Carlos III ordenaran construir unos arsenales para construir y guarnecer buques y que de ahí derivara la necesidad de repararlos en caso de eventualidades; tampoco es verdad que las instalaciones se pagaran con dinero de la empresa para adecuar la sección a sus necesidades actuales. Había que cambiar el discurso: Los nobles trabajadores oriundos de Esteiro reparaban buques, y eso fue aprovechado por los innobles monarcas españoles en su propio provecho para establecer en Ferrol una base naval y una planta de construcción. De hecho en Ferrol no sólo se reparaban barcos, sino que el mismísimo Noé dejó dicho que la salvación de las especies no habría sido posible sin la concurrencia de los reparadores de Ferrol, hecho que aprovechó Jasón cuando detectó que el Argos tenía una vía de agua. Aquí hay que dejar claro que la Armada Invencible se hundió porque no hicieron caso a los consejos de los operarios ferrolanos y que Franco no murió de viejo en la cama, sino que cayó gracias a su lucha (el resto del astillero ya se sabe que era partidario de la dictadura).
Anteriormente hubo que conseguir algo que realmente diferenciase a los trabajadores: Sólo con la matraca de que eran mejores y de que su desarrollo estaba lastrado por la incompetencia del resto no llegaba: Había que conseguir que sólo se hablase en gallego, empezando de modo amable con subvenciones y concursos de cantos regionales para acabar desterrando el idioma común del astillero,el castellano de los indolentes, vagos y perezosos obreros foráneos. La verdad es que es cierto que hay trabajadores que no son de Galicia, y que ha habido que regarles de subvenciones para que acabarán accediendo a usar la fala, pero se ha demostrado la herramienta más eficaz para separarlos de aquellos que no la usan.
Cuando todas las condiciones se den la idea es pedir a las claras la segregación y privatización de Reparaciones, con Mas de presidente pero manteniendo gente en el consejo de administración de la antigua central -por lo que pueda ocurrir- "con ánimo de mantener una relación cordial con el resto de la empresa", porque una cosa es segura: Navantia va a seguir reparando sus barcos en Reparaciones, las subvenciones que se den a Navantia van a seguir llegando y además no sólo no sufriremos los vaivenes de la construcción sino que la mayoría de los astilleros, las marinas de guerra y las navieras del mundo van a traer sus barcos a reparar, porque todos saben que somos mejores. Puede que reparar aquí sea más caro, y es cierto que sin el apoyo del resto de la empresa han surgido una serie de gastos que no estaban previstos, comolo es que las auxiliares han decidido apoyar a la matriz, pero regresarán todas cuando vean que la parte es más que el todo, qué guay va a ser todo cuando seamos independientes.
Ahora lo han echado porque sus propios trabajadores se han dado cuenta de que ganaba un dineral y no estaba comprometido, y lo consideran un burgués (bueno, y porque la empresa lo ha denunciado a él también por defraudar fondos y detraerlos en favor de su familia y las de los anteriores directivos de la tan fructífera rama de la construcción naval...) él ha propuesto a su amigo Puigdemont, que es mucho más del pueblo y que seguro que lleva a Reparaciones (ahora ya se llama Reparacións a ser una empresa mejor, más justa y más democrática. Y quién sabe, a lo mejor consigue que se dejen de investigar las irregularidades de su etapa como Director.
Él ha aceptado sin dudarlo: Se ve que estaba mirando la cuenta de resultados y que la sección de reparaciones consigue pasta, mientras que hay otras que tienen un déficit tremendo. La verdad es que Reparaciones gana tanto dinero que siempre han desviado fondos a cosas que poco o nada tienen que ver con la reparación de buques, con la idea es reforzar el carácter de esta histórica división de la empresa.
Empezaron utilizando al sindicato nacionalista para que el resto de la plantilla asumira el discurso de que Navantia es una porquería pero que en cambio la histórica división de Reparaciones es poco menos que el paraíso. En cuanto toda el área estuvo convencida de que eran mejores que el resto de trabajadores del naval exigieron que sus sueldos se vieran incrementados, dado que producen más beneficios que el resto de la planta. Hasta aquí todo bien, porque el resto de los trabajadores tiene una representación sindical más plural y parece que UGT, CCOO y MAS son más negociadores que la CIG y aceptaron cualquier cosa siempre que a ellos no les perjudicara.
Un día a Mas se le anunció que las cuentas no cuadraban del todo y decidió empezar a utilizar el dinero que tiene para las cestas de navidad y otros gastos sociales en hacer propaganda de que la empresa está frenando el desarrollo de la mejor de sus divisiones; al poco encargó a su equipo directivo que estudiara las ventajas de que Reparaciones fuera segregada como una empresa independiente; dependiente de la SEPI, pero no lo mismo que Navantia, que al fin y al cabo son los que lastran el crecimiento del grupo.
Como Reparaciones no es muy grande la siguiente tarea fue conseguir que se identificase claramente que casi todo el Arsenal y de Navantia se construyeron con el único fin de reparar buques, y que mientras los trabajadores de reparaciones eran gente culta, cualificada y con formación, los de construcción no eran más que obreros sin cualificación a los que se contrató para que complementaran las innegables capacidades de los especialistas en la reparación de buques; para eso hubo que cambiar un poco la historia, claro, y convencer a todos de que en realidad no es cierto que Fernando VI o Carlos III ordenaran construir unos arsenales para construir y guarnecer buques y que de ahí derivara la necesidad de repararlos en caso de eventualidades; tampoco es verdad que las instalaciones se pagaran con dinero de la empresa para adecuar la sección a sus necesidades actuales. Había que cambiar el discurso: Los nobles trabajadores oriundos de Esteiro reparaban buques, y eso fue aprovechado por los innobles monarcas españoles en su propio provecho para establecer en Ferrol una base naval y una planta de construcción. De hecho en Ferrol no sólo se reparaban barcos, sino que el mismísimo Noé dejó dicho que la salvación de las especies no habría sido posible sin la concurrencia de los reparadores de Ferrol, hecho que aprovechó Jasón cuando detectó que el Argos tenía una vía de agua. Aquí hay que dejar claro que la Armada Invencible se hundió porque no hicieron caso a los consejos de los operarios ferrolanos y que Franco no murió de viejo en la cama, sino que cayó gracias a su lucha (el resto del astillero ya se sabe que era partidario de la dictadura).
Anteriormente hubo que conseguir algo que realmente diferenciase a los trabajadores: Sólo con la matraca de que eran mejores y de que su desarrollo estaba lastrado por la incompetencia del resto no llegaba: Había que conseguir que sólo se hablase en gallego, empezando de modo amable con subvenciones y concursos de cantos regionales para acabar desterrando el idioma común del astillero,el castellano de los indolentes, vagos y perezosos obreros foráneos. La verdad es que es cierto que hay trabajadores que no son de Galicia, y que ha habido que regarles de subvenciones para que acabarán accediendo a usar la fala, pero se ha demostrado la herramienta más eficaz para separarlos de aquellos que no la usan.
Cuando todas las condiciones se den la idea es pedir a las claras la segregación y privatización de Reparaciones, con Mas de presidente pero manteniendo gente en el consejo de administración de la antigua central -por lo que pueda ocurrir- "con ánimo de mantener una relación cordial con el resto de la empresa", porque una cosa es segura: Navantia va a seguir reparando sus barcos en Reparaciones, las subvenciones que se den a Navantia van a seguir llegando y además no sólo no sufriremos los vaivenes de la construcción sino que la mayoría de los astilleros, las marinas de guerra y las navieras del mundo van a traer sus barcos a reparar, porque todos saben que somos mejores. Puede que reparar aquí sea más caro, y es cierto que sin el apoyo del resto de la empresa han surgido una serie de gastos que no estaban previstos, comolo es que las auxiliares han decidido apoyar a la matriz, pero regresarán todas cuando vean que la parte es más que el todo, qué guay va a ser todo cuando seamos independientes.
Ahora lo han echado porque sus propios trabajadores se han dado cuenta de que ganaba un dineral y no estaba comprometido, y lo consideran un burgués (bueno, y porque la empresa lo ha denunciado a él también por defraudar fondos y detraerlos en favor de su familia y las de los anteriores directivos de la tan fructífera rama de la construcción naval...) él ha propuesto a su amigo Puigdemont, que es mucho más del pueblo y que seguro que lleva a Reparaciones (ahora ya se llama Reparacións a ser una empresa mejor, más justa y más democrática. Y quién sabe, a lo mejor consigue que se dejen de investigar las irregularidades de su etapa como Director.
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