Bueno, pues al final empiezan a mostrarse las fumatas blancas pre-electorales a los ávidos ojos de los contribuyentes.
Comentaban estos días en la prensa que el 2017 fue el año con menos inversión pública en mucho tiempo, y que este año se esperaban aumentos de hasta el 50% en algunas cosas... bueno, era visto, que se dice por Galicia: No vamos a malgastar el rédito político en un país en el que se llama VIP a una muchacha que vive de lucir curvas por los platós.
Sí, a mi también me pasa y también lo considero síntoma de envejecimiento que cuando salen mozas y mozos de buen ver en la televisión no tengo ni idea acerca de los méritos que les han llevado a ese estudio de grabación... pero a lo que iba no era a eso: yo me imagino a un gestor que tiene buena intención comentando con sus colaboradores algo así como "¿Pero no veis que si lo arreglamos ahora cuando haya elecciones no se van a acordar?" Y claro, intentan ajustar los tiempos para que los ciudadanos premiemos su buena gestión cuando nos pongamos el traje de votantes.
Lo primero que vamos a ver en Ferrol es casi una realidad: Después de dos años y medio de gobierno y con un bagaje de unas sillas gigantes y el pintado de unos pasos de cebra (además de convertirnos en la capital cultural del Noroeste gracias a Basterrechea, claro) el gobierno municipal que los ferrolanos hemos tenido a bien concedernos va a iluminar el Cantón, que falta le hacía. La cosa es que el gobierno va a gastar 191.599 euros en la primera fase de un proyecto que nos costará 667.000 del ala, con lo que espero que se note de verdad, porque ciento diez millones de las antiguas pesetas en farolas no es moco de pavo, la verdad.
Ya en otro orden todos sabemos que en los presupuestos se van a incluir partidas para hacer una Plaza de Armas nueva y arreglar el Mercado de Caranza, además de que se van a contratar a un porrón de policías, bomberos y funcionarios de diferentes categorías.
Lo segundo ya entra en el plano de la fe: El Gobierno Central, el del país (España, por si me está leyendo Feijoo) va a ejecutar la depresión del talud de las Pías. El alcalde anterior al anterior alcalde debe de estar encantado con la noticia, que si veinte años no son nada en el tango, en Ferrol cinco son una minucia, y si no que le pregunten a los que están esperando que arreglen el tren.
En el siempre interesante y complejo mundo mágico de los estudios está la mejora del tren a Coruña, que supongo que con lo que están tardando será ya de esos en los que te teletransportan desde una cápsula transparente.
Y luego están las fragatas, claro, y el Astillero 4.0. Por cierto ¿Alguien sabe y puede explicarme por qué todo es 4.0 y no 3.7, por ejemplo?.
Sigo: La Diputación no ha querido quedarse corta y ha prometido un albergue de peregrinos para este mandato, aunque luego dicen que van a buscar el sitio. supongo que luego buscarán financiación, y presentarán un proyecto con su presupuesto, y luego lo someterán a todas esas vicisitudes burocráticas que a algunos nos hacen dudar si en el Año Jubilar de 2021 estará ya en marcha. Bueno, no nos quejemos que es una demanda de gran parte de la ciudadanía.
La Xunta no se ha querido quedar atrás y ha anunciado que en breve nos van a soltar pasta por un tubo para arreglar los barrios que estén catalogadas como ARI o ARRU (que vienen siendo lo mismo), que van a comprar viviendas en Ferrol Vello y a arreglarlas, que el que tenga una casa en cualquier Camino (de Santiago) también podrá solicitar -y recibir- subvenciones, que van a hacer una residencia de ancianos en O Boial que va a temblar Roma y que el Plan Director del CHUF (lo que se llamo siempre la Residencia y luego transmutó en "el Marcide") va a convertirnos en la envidia de todos los enfermos del mundo mundial, y de parte de los sanos. En lo del personal no va el gobierno autonómico muy a la zaga de los gobernantes de Ferrol: Yo creo que o no van a saber qué hacer con tantos médicos y docentes o es que era verdad que estábamos muy por debajo de lo deseable.
Y mientras cientos de buques porta-contenedores esperan a que se coloque la última traviesa del tren al Puerto Exterior de Caneliñas y los concejales pasan en fila a decir que vamos a recibir tantos fondos europeos que vamos a tener que ceder parte de ellos a otros ayuntamientos, los pobres paganos de la fiesta seguimos esquivando el bache en el que Franco se arañó las rodillas por primera vez, porque las promesas, aquí en el Finisterre, tardan un poco en cumplirse.
Pero no preocupaos, mis queridos y avisados lectores: En un par de años lo único que os va a preocupar es la marca de las longanizas con las que vais a atar a vuestros perros, que si Dios no lo remedia serán ciudadanos de pleno derecho gracias a nuestros grandísimos políticos... y que tal vez en un par de décadas tendrán derecho al voto, que cuando uno tiene verdadero espíritu reformista no hay que quedarse a medio camino.
Comentaban estos días en la prensa que el 2017 fue el año con menos inversión pública en mucho tiempo, y que este año se esperaban aumentos de hasta el 50% en algunas cosas... bueno, era visto, que se dice por Galicia: No vamos a malgastar el rédito político en un país en el que se llama VIP a una muchacha que vive de lucir curvas por los platós.
Sí, a mi también me pasa y también lo considero síntoma de envejecimiento que cuando salen mozas y mozos de buen ver en la televisión no tengo ni idea acerca de los méritos que les han llevado a ese estudio de grabación... pero a lo que iba no era a eso: yo me imagino a un gestor que tiene buena intención comentando con sus colaboradores algo así como "¿Pero no veis que si lo arreglamos ahora cuando haya elecciones no se van a acordar?" Y claro, intentan ajustar los tiempos para que los ciudadanos premiemos su buena gestión cuando nos pongamos el traje de votantes.
Lo primero que vamos a ver en Ferrol es casi una realidad: Después de dos años y medio de gobierno y con un bagaje de unas sillas gigantes y el pintado de unos pasos de cebra (además de convertirnos en la capital cultural del Noroeste gracias a Basterrechea, claro) el gobierno municipal que los ferrolanos hemos tenido a bien concedernos va a iluminar el Cantón, que falta le hacía. La cosa es que el gobierno va a gastar 191.599 euros en la primera fase de un proyecto que nos costará 667.000 del ala, con lo que espero que se note de verdad, porque ciento diez millones de las antiguas pesetas en farolas no es moco de pavo, la verdad.
Ya en otro orden todos sabemos que en los presupuestos se van a incluir partidas para hacer una Plaza de Armas nueva y arreglar el Mercado de Caranza, además de que se van a contratar a un porrón de policías, bomberos y funcionarios de diferentes categorías.
Lo segundo ya entra en el plano de la fe: El Gobierno Central, el del país (España, por si me está leyendo Feijoo) va a ejecutar la depresión del talud de las Pías. El alcalde anterior al anterior alcalde debe de estar encantado con la noticia, que si veinte años no son nada en el tango, en Ferrol cinco son una minucia, y si no que le pregunten a los que están esperando que arreglen el tren.
En el siempre interesante y complejo mundo mágico de los estudios está la mejora del tren a Coruña, que supongo que con lo que están tardando será ya de esos en los que te teletransportan desde una cápsula transparente.
Y luego están las fragatas, claro, y el Astillero 4.0. Por cierto ¿Alguien sabe y puede explicarme por qué todo es 4.0 y no 3.7, por ejemplo?.
Sigo: La Diputación no ha querido quedarse corta y ha prometido un albergue de peregrinos para este mandato, aunque luego dicen que van a buscar el sitio. supongo que luego buscarán financiación, y presentarán un proyecto con su presupuesto, y luego lo someterán a todas esas vicisitudes burocráticas que a algunos nos hacen dudar si en el Año Jubilar de 2021 estará ya en marcha. Bueno, no nos quejemos que es una demanda de gran parte de la ciudadanía.
¿Amanece sobre Ferrol?¡Que así sea! |
Y mientras cientos de buques porta-contenedores esperan a que se coloque la última traviesa del tren al Puerto Exterior de Caneliñas y los concejales pasan en fila a decir que vamos a recibir tantos fondos europeos que vamos a tener que ceder parte de ellos a otros ayuntamientos, los pobres paganos de la fiesta seguimos esquivando el bache en el que Franco se arañó las rodillas por primera vez, porque las promesas, aquí en el Finisterre, tardan un poco en cumplirse.
Pero no preocupaos, mis queridos y avisados lectores: En un par de años lo único que os va a preocupar es la marca de las longanizas con las que vais a atar a vuestros perros, que si Dios no lo remedia serán ciudadanos de pleno derecho gracias a nuestros grandísimos políticos... y que tal vez en un par de décadas tendrán derecho al voto, que cuando uno tiene verdadero espíritu reformista no hay que quedarse a medio camino.
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