Santa María del Monte Carmelo, referida comúnmente como Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen, es una de las diversas advocaciones de la Virgen María. Su denominación procede del llamado Monte Carmelo, en Israel, en la ciudad de Haifa, un nombre que deriva de la palabra Karmel o Al-Karem y que se podría traducir como 'jardín'.
La devoción hacia la Virgen del Carmen data del Siglo XIII, y es la patrona de las marinas españolas y de muchísimas localidades de España y de América Latina, además de ser venerada en varios pueblos del Mediterráneo.
En Ferrol tenemos todas las marinas menos el Bar La Marina, que cerró... aunque ahora se llama el Nautic, que tampoco es tan distinto. Tenemos muchas cosas relacionadas con la devoción: Una iglesia, un extraordinario altar en San Francisco y multitud de imágenes, además de un número abundante de Cármenes, Carmelas, Menchus, Melas y Carmiñas... En fin: somos una ciudad de marinos y por lo tanto la Virgen del Carmen no es la patrona de todos, pero sí la patrona de muchos.
No hay procesión o fiestas, sin embargo. Tal vez el hecho de que el día del Carmen se entreguen los despachos en la Escuela Naval Militar de Marín (de donde sí es patrona, por cierto) motivó que el Capitán General no estuviera presente en el gran día de la marina española y nadie liderara unas celebraciones dignas para la Estrella de los Mares; seguramente la presencia de las máximas autoridades comunitarias en esa jura de bandera tan concurrida (3.000 asistentes este año 2018, dicen que fueron) haya hecho que la gran ciudad naval del norte de España no tenga una celebración digna de tal fasto.
Pero todo tiene solución, y por eso propongo una sucesión de actividades que en un breve plazo de cinco años (ya os he dicho que en Ferrol las cosas tardan cinco años en consolidarse) nos convertirá en centro de la actividad turística del norte y en foco de la devoción mariana.
Lo primero es decidir cuál es nuestra Virgen del Carmen: A mí me gusta la de San Francisco, pero me vale cualquier otra siempre que cumpla un requisito, que es poder ser sacada en procesión.
Una vez decidamos cuál es nuestra imagen titular hay que hacer un traslado. La víspera del Carmen o nueve días antes, cunado sea menester, se hace un traslado desde una iglesia a otra; yo creo que lo mejor es que el traslado se hiciera de San Francisco al Carmen por la Magdalena, pero no tiene mayor importancia si quiere hacerse al revés: El caso es que ese movimiento que se haría el 7 de Julio, preferentemente de noche y con todo el boato que se pueda, daría pie a una novena en la que se procuraría implicar a todas las parroquias del arciprestazgo de Ferrol, con permiso del señor Obispo claro.
Las novenas no suelen ser muy concurridas, ya se sabe que la juventud es más de otras cosas, pero habiendo en Ferrol Damas del Carmen (por desgracia no tenemos carmelitas), un Almirante y una parroquia castrense es posible que unificando las celebraciones se pudiera conseguir algo de afluencia: La bendición y entrega diaria de escapularios podría ser un aliciente para aquellos que aun creemos en la salvación de las almas, y seguro que podría implicarse al movimiento cofrade a través de la Coordinadora de Cofradías.
En fin: este traslado precedería a la solemne vela a la imagen en el templo que se decida, y en esa solemne vela se debería implicar a nuestra Real y Gloriosa Armada. Sí, creo que marinos uniformados velando a nuestra señora servirían de reclamo para que el resto de marinos dedicase una salve o un avemaría a aquella que se desvela para protegernos y consolarnos. Esta vela sería la noche del 15 de Julio y duraría toda la noche, comenzando al ocaso con la Oración de Noche de la Marina Española y amenizada en sus primeros compases por un concierto sacro para el que se contaría con alguno de los coros de la ciudad, que hay muchos y buenos.
La procesión del día 16 sería el acto central de la devoción: Primero traslado desde el templo elegido hasta la Iglesia Castrense de San Francisco, a hombros de los cofrades que se prestaran y representando la unión de la sociedad civil con el mar. Si es desde el Carmen a San Francisco el itinerario sería por la Calle Real y podría ser acompañado por alguna de las bandas de música de la ciudad, pero a mí me gustaría que fuera una de gaitas, muy gallega y muy tradicional: Sí, me refiero al Toxos e Froles, pero podría ser cualquier otra.
Luego se podría celebrar la Misa Solemne en San Francisco, que esa sí se celebra todos los años con una notable presencia de mandos militares. La Salve con la que se cierra el acto podría retrasarse unos segundos para acompañar la salida de la Iglesia del trono -en brazos de los militares enfundados en sus níveos uniformes de gala- previa a su traslado a la Iglesia del Socorro. Por supuesto la Banda y Música del Tercio del Norte tomaría el relevo a la que hubiera hecho el primer tramo.
En el Socorro la Virgen se presentaría a su hijo el Cristo de Los Navegantes y se dedicaría un responso a todos aquellos que hemos perdido en el mar (yo creo que todos los de Ferrol hemos perdido a alguien en el mar) y a los marinos uniformados los relevarían los marinos civiles, que llevarían las andas hasta el Muelle de Curuxeiras.
Desde allí, y en procesión marítima continuaría el traslado hasta el Arsenal -con su engalanado general, por supuesto- donde se realizaría el acto militar como se ha hecho siempre e invitando a la ciudadanía como se hace ahora.
Y se finalizaría devolviendo la imagen a su templo titular, acompañada del repicar de las campanas y de las bocinas de los barcos, que darían inicio a una gran fiesta marinera en el Muelle, en el Cantón o en donde sea, que para elegir feriales siempre hemos sido avezados todos los españoles.
Ni que decir tiene que se debería invitar a todo aquel que tenga la más mínima relación con el mar: Marina deportiva, ingenieros navales, marina de guerra, de pesca, mercante, a la Guardia Civil del Mar, a los Agregados Navales, a todos los almirantes que no vayan a Marín... tiene que ser un acto de marinos al que asistan autoridades, no un acto para autoridades al que asistan marinos.
Y lo mejor de todo es que tenemos atrezzo, imágenes y seguramente voluntarios para iniciar esto ya desde el año que viene, y conociendo a los ferrolanos sólo haría falta que empezasen a quejarse los de siempre para que todo el mundo se vuelque en los actos.
No, qué va: sólo estoy un poco cansado, aunque sea verano no suelo darme a ciertas sustancias. Si se unen la voluntad de los que rigen los designios de las parroquias y de los uniformados el año que viene podríamos empezar una tradición que ayudaría a extender la devoción por la Madre de Dios y que sin duda llenaría de alegría a muchos que observamos atónitos que aún hay parte de nuestros vecinos que nos quieren separar.
La devoción hacia la Virgen del Carmen data del Siglo XIII, y es la patrona de las marinas españolas y de muchísimas localidades de España y de América Latina, además de ser venerada en varios pueblos del Mediterráneo.
En Ferrol tenemos todas las marinas menos el Bar La Marina, que cerró... aunque ahora se llama el Nautic, que tampoco es tan distinto. Tenemos muchas cosas relacionadas con la devoción: Una iglesia, un extraordinario altar en San Francisco y multitud de imágenes, además de un número abundante de Cármenes, Carmelas, Menchus, Melas y Carmiñas... En fin: somos una ciudad de marinos y por lo tanto la Virgen del Carmen no es la patrona de todos, pero sí la patrona de muchos.
No hay procesión o fiestas, sin embargo. Tal vez el hecho de que el día del Carmen se entreguen los despachos en la Escuela Naval Militar de Marín (de donde sí es patrona, por cierto) motivó que el Capitán General no estuviera presente en el gran día de la marina española y nadie liderara unas celebraciones dignas para la Estrella de los Mares; seguramente la presencia de las máximas autoridades comunitarias en esa jura de bandera tan concurrida (3.000 asistentes este año 2018, dicen que fueron) haya hecho que la gran ciudad naval del norte de España no tenga una celebración digna de tal fasto.
Pero todo tiene solución, y por eso propongo una sucesión de actividades que en un breve plazo de cinco años (ya os he dicho que en Ferrol las cosas tardan cinco años en consolidarse) nos convertirá en centro de la actividad turística del norte y en foco de la devoción mariana.
Lo primero es decidir cuál es nuestra Virgen del Carmen: A mí me gusta la de San Francisco, pero me vale cualquier otra siempre que cumpla un requisito, que es poder ser sacada en procesión.
Una vez decidamos cuál es nuestra imagen titular hay que hacer un traslado. La víspera del Carmen o nueve días antes, cunado sea menester, se hace un traslado desde una iglesia a otra; yo creo que lo mejor es que el traslado se hiciera de San Francisco al Carmen por la Magdalena, pero no tiene mayor importancia si quiere hacerse al revés: El caso es que ese movimiento que se haría el 7 de Julio, preferentemente de noche y con todo el boato que se pueda, daría pie a una novena en la que se procuraría implicar a todas las parroquias del arciprestazgo de Ferrol, con permiso del señor Obispo claro.
Las novenas no suelen ser muy concurridas, ya se sabe que la juventud es más de otras cosas, pero habiendo en Ferrol Damas del Carmen (por desgracia no tenemos carmelitas), un Almirante y una parroquia castrense es posible que unificando las celebraciones se pudiera conseguir algo de afluencia: La bendición y entrega diaria de escapularios podría ser un aliciente para aquellos que aun creemos en la salvación de las almas, y seguro que podría implicarse al movimiento cofrade a través de la Coordinadora de Cofradías.
En fin: este traslado precedería a la solemne vela a la imagen en el templo que se decida, y en esa solemne vela se debería implicar a nuestra Real y Gloriosa Armada. Sí, creo que marinos uniformados velando a nuestra señora servirían de reclamo para que el resto de marinos dedicase una salve o un avemaría a aquella que se desvela para protegernos y consolarnos. Esta vela sería la noche del 15 de Julio y duraría toda la noche, comenzando al ocaso con la Oración de Noche de la Marina Española y amenizada en sus primeros compases por un concierto sacro para el que se contaría con alguno de los coros de la ciudad, que hay muchos y buenos.
La procesión del día 16 sería el acto central de la devoción: Primero traslado desde el templo elegido hasta la Iglesia Castrense de San Francisco, a hombros de los cofrades que se prestaran y representando la unión de la sociedad civil con el mar. Si es desde el Carmen a San Francisco el itinerario sería por la Calle Real y podría ser acompañado por alguna de las bandas de música de la ciudad, pero a mí me gustaría que fuera una de gaitas, muy gallega y muy tradicional: Sí, me refiero al Toxos e Froles, pero podría ser cualquier otra.
Luego se podría celebrar la Misa Solemne en San Francisco, que esa sí se celebra todos los años con una notable presencia de mandos militares. La Salve con la que se cierra el acto podría retrasarse unos segundos para acompañar la salida de la Iglesia del trono -en brazos de los militares enfundados en sus níveos uniformes de gala- previa a su traslado a la Iglesia del Socorro. Por supuesto la Banda y Música del Tercio del Norte tomaría el relevo a la que hubiera hecho el primer tramo.
En el Socorro la Virgen se presentaría a su hijo el Cristo de Los Navegantes y se dedicaría un responso a todos aquellos que hemos perdido en el mar (yo creo que todos los de Ferrol hemos perdido a alguien en el mar) y a los marinos uniformados los relevarían los marinos civiles, que llevarían las andas hasta el Muelle de Curuxeiras.
Desde allí, y en procesión marítima continuaría el traslado hasta el Arsenal -con su engalanado general, por supuesto- donde se realizaría el acto militar como se ha hecho siempre e invitando a la ciudadanía como se hace ahora.
Y se finalizaría devolviendo la imagen a su templo titular, acompañada del repicar de las campanas y de las bocinas de los barcos, que darían inicio a una gran fiesta marinera en el Muelle, en el Cantón o en donde sea, que para elegir feriales siempre hemos sido avezados todos los españoles.
Ni que decir tiene que se debería invitar a todo aquel que tenga la más mínima relación con el mar: Marina deportiva, ingenieros navales, marina de guerra, de pesca, mercante, a la Guardia Civil del Mar, a los Agregados Navales, a todos los almirantes que no vayan a Marín... tiene que ser un acto de marinos al que asistan autoridades, no un acto para autoridades al que asistan marinos.
Y lo mejor de todo es que tenemos atrezzo, imágenes y seguramente voluntarios para iniciar esto ya desde el año que viene, y conociendo a los ferrolanos sólo haría falta que empezasen a quejarse los de siempre para que todo el mundo se vuelque en los actos.
No, qué va: sólo estoy un poco cansado, aunque sea verano no suelo darme a ciertas sustancias. Si se unen la voluntad de los que rigen los designios de las parroquias y de los uniformados el año que viene podríamos empezar una tradición que ayudaría a extender la devoción por la Madre de Dios y que sin duda llenaría de alegría a muchos que observamos atónitos que aún hay parte de nuestros vecinos que nos quieren separar.
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