Las posturas de los partidos políticos con respecto a la joya del patrimonio municipal van desde la ignorancia hasta el máximo aprovechamiento, pero creo que nuestro monumento más espectacular puede servir como ejemplo de lo que es concretar y de lo que no lo es.
Bueno, la cosa va así: La corporación municipal de Ferrol decidió hace casi tres décadas ejercer su derecho de tanteo sobre la fortaleza que defendía la boca de la Ría y se lo quedó, para regocijo de muchos y suspicacia de otros. El castillo para el pueblo y todas esas cosas que suenan tan bien hasta que llegan los mantenimientos, las ITV, el cambio de neumáticos y demás. Porque claro: Si a mí me regalan un Rolls Royce lo primero que haría es venderlo, y si no consiguiese desprenderme de él lo menos que tendría que hacer es conseguir financiación para su mantenimiento, preferiblemente explotándolo.
Castillo de San Felipe, Ferrol (Fuente Wikipedia). |
Seguramente lo alquilaría para bodas, el Rolls Royce, y para eso tendría que tenerlo limpio y bien mantenido... y ahí está el busilis, claro: Todos los que han tenido a bien mencionar en sus programas San Felipe lo han hecho para prometer que le vamos a sacar rendimiento... y es lógico: ¿Alguien entendería que un político prometiese desmantelarlo, vender las piedras y construir allí un puerto deportivo?
Pero eso no es concretar, sino hacer una declaración de intenciones. Concretar sería algo como coordinar con las administraciones un estudio de viabilidad para nuevos accesos viarios y creación de aparcamientos disuasorios, subvencionar una linea regular de lanchas en periodos de gran asistencia de turistas como Semana Santa y verano, invertir en el dragado y mejora de su punto de atraque, garantizar los suministros de agua,, luz y telefonía, habilitar como local de hostelería en régimen de concesión administrativa la antigua cantina, dedicar el almacén de cureñas a centro de interpretación del sistema defensivo de Ferrol, rehabilitar el antiguo pabellón de oficiales como recinto hotelero y hacer inversiones paulatinas en sus dependencias para conseguir sacar un rendimiento económico compatible con la difusión de sus valores para la sociedad, dando prioridad a proyectos relacionados con la difusión de la cultura naval, del patrimonio ilustrado y de artesanía y producción alimentaria tradicional.
Y con un castillo vivo, visitado, con un rendimiento económico, en el que se pudiera pasar al menos media jornada, con exenciones económicas en tasas e impuestos para los que emprendiesen tanto en la fortaleza como en el entorno se buscaría sacar un mayor rendimiento económico con, por ejemplo, la restauración ambiental y paisajística de la ruta hasta San Carlos y San Cristóbal, ampliándola hasta las baterías de Viñas y Prioriño.
Y tal vez más pronto que tarde podríamos tener alguna empresa dedicada al buceo, a dar paseos en embarcaciones tradicionales, a alquilar bicicletas, a vender artículos que nos ayuden a posicionarnos en el mercado turístico... y en el medio plazo se podría plantear utilizar otras dependencias para usos de investigación o estudio del patrimonio.
Y eso es concretar lo que se quiere hacer con el Castillo, y decir "vamos a sacar rendimiento a San Felipe" es declarar tácitamente que no tenemos ni idea de cómo sacar rendimiento a una joya, pero que nos gustaría mucho hacerlo.
Comentarios
Publicar un comentario