Si el día de ayer fue radiante, el día de hoy es de esos que en Ferrol no existen en invierno y rara vez en verano. En circunstancias normales las primeras lorzas se aprestarían a generar grasa marrón en Doniños, en las actuales nos dedicamos a hacer memes y a unirnos en los balcones, en los que hay tanta división como en los tendidos de Las Ventas.
El gobierno decide utilizar esa cifra mágica de 200.000 millones para tranquilizarnos a todos, y a mí se me abren los dedos de los pies recordando cuando Zapatero hizo lo mismo con su nefando "Plan-E"; los expertos nos dicen que estemos tranquilos, porque ni se van a movilizar esos dineros ni nada similar, porque todo está basado en el plano de lo teórico, como la bisexualidad de Mario Baquerizo.
Sí, parece ser que de ese pastizal la inmensa mayoría va a significar que si se piden créditos pues se concederán a coste cero y que se suspenderán o aplazarán diferentes pagos a la administración. Economistas de primera línea como Rosa Villacastín o Fernando Ónega ya han abierto sus bocas para catar el maná del desierto neuronal de La Moncloa, y las hordas marxistas jalean alborozadas el advenimiento de un líder que ha acabado con el austericidio y que, a diferencia de España, no es discutible... aunque el mismo líder haya pedido a todos sin excepción que le ayuden a hacer los próximos presupuestos, en los que nos va a dejar más tiesos que el cadáver de Napoleón.
Van ya 598 muertos (aclaremos que siempre que sea posible morirán con patologías previas) y los expertos dicen que los datos de 13.716 infectados sólo se deben a que el gobierno no quiere decir que seguramente hay más de 300.000. Se basan para ello en los datos de fallecimientos de otros países y en la tasa de infección, pero poco le importa a un gobierno cuya primera medida estrella fue tan eugenésica como eutanásica.
La antiguamente cotilla Rosa Villacastín niega que podamos negar que el gobierno lo esté haciendo bien, es la rosa del PSOE encarnada en tertuliana; los trolls inundan las redes alabando al PSOE, aunque el vulgo populacho niega la mayor y cerca de un 70% considere que un mono con un rifle acertaría más que el gabinete cagalera que no acierta a explicar el acopio de papel higiénico; es ese mismo tanto por ciento que cree que España es un país, es ese mismo tanto por ciento que se declara católico, ese ese mismo tanto por ciento al que nadie ha representado desde hace tanto tiempo y al que teme Pablo Iglesias cuando dice que VOX va a sacar rédito político de la crisis, en la que la Ministra de empleo sigue escondida... sin duda inventando un nuevo trabalenguas para explicar a sus votantes que ella no tiene nada que decir de las políticas que el gobierno va a implementar para atajar el brutal problema de empleo.
El omnisciente y macarra Ábalos lanza la primera advertencia: El confinamiento va a durar más de quince días, pero quince días son los únicos que podemos decir ahora, por lo que cuando pasen los próximos quince días decretaremos que otros quince días.
Hoy nos hablará el rey, no sabemos si de su padre o de la crisis; tampoco sabemos si el ex-emérito va a decir que dona a sus súbditos todo lo que acumuló de forma ilícita o si otra vez Amancio Ortega y Roig van a ser los únicos ricos que hagan algo por los demás. Los alarmistas ya dicen que todo esto es ficticio y que en realidad es una estrategia para llenar el mundo libre de liquidez y devaluar las deudas soberanas. Muchos se han empeñado en darnos asco a todos, y yo empiezo a borrar de mis redes sociales a los que no sólo no aportan sino que encima restan.
Un médico alerta de que si se practica sexo, al menos debe usarse mascarilla, sin emitir su dictamen acerca de dejarse o no los calcetines puestos; la prensa amarillea a cada instante y la naturaleza sigue su demoledor apocalipsis sin que la emergencia climática se cebe especialmente con nadie: pese a que Marruecos nos ha cerrado sus fronteras, el Sahara sigue caliente y los polos congelados.
Como colmo de los colmos nos informan de la llegada de varios autobuses cargados de marroquíes procedentes de Italia que, tras atravesar Francia y España, son informados por su gobierno de que se vayan todos a tomar por culo.
Cuando todo esto acabe, por más que digan los mas avisados columnistas, olvidaremos todo entre la final de la Champions y las carnes de la siguiente estrella tronista, sin sonrojo, sin vergüenza y sin un mínimo atisbo de conmiseración ni Caridad... pero todos habremos cambiado por dentro tanto como cambiamos tras el 11-S o el 11-M, y esa sabiduría que nos mueve sin darnos cuenta, tal vez un día sirva para que seamos un poco menos estúpidos y dejemos de tirarnos los trastos a la cabeza.
Esta noche en mi balcón sonará una rondalla, porque soy de Ferrol y pienso celebrar las Pepitas con un vino y una guitarra. Un día más en casa, un día menos en casa.
El gobierno decide utilizar esa cifra mágica de 200.000 millones para tranquilizarnos a todos, y a mí se me abren los dedos de los pies recordando cuando Zapatero hizo lo mismo con su nefando "Plan-E"; los expertos nos dicen que estemos tranquilos, porque ni se van a movilizar esos dineros ni nada similar, porque todo está basado en el plano de lo teórico, como la bisexualidad de Mario Baquerizo.
Sí, parece ser que de ese pastizal la inmensa mayoría va a significar que si se piden créditos pues se concederán a coste cero y que se suspenderán o aplazarán diferentes pagos a la administración. Economistas de primera línea como Rosa Villacastín o Fernando Ónega ya han abierto sus bocas para catar el maná del desierto neuronal de La Moncloa, y las hordas marxistas jalean alborozadas el advenimiento de un líder que ha acabado con el austericidio y que, a diferencia de España, no es discutible... aunque el mismo líder haya pedido a todos sin excepción que le ayuden a hacer los próximos presupuestos, en los que nos va a dejar más tiesos que el cadáver de Napoleón.
Van ya 598 muertos (aclaremos que siempre que sea posible morirán con patologías previas) y los expertos dicen que los datos de 13.716 infectados sólo se deben a que el gobierno no quiere decir que seguramente hay más de 300.000. Se basan para ello en los datos de fallecimientos de otros países y en la tasa de infección, pero poco le importa a un gobierno cuya primera medida estrella fue tan eugenésica como eutanásica.
La antiguamente cotilla Rosa Villacastín niega que podamos negar que el gobierno lo esté haciendo bien, es la rosa del PSOE encarnada en tertuliana; los trolls inundan las redes alabando al PSOE, aunque el vulgo populacho niega la mayor y cerca de un 70% considere que un mono con un rifle acertaría más que el gabinete cagalera que no acierta a explicar el acopio de papel higiénico; es ese mismo tanto por ciento que cree que España es un país, es ese mismo tanto por ciento que se declara católico, ese ese mismo tanto por ciento al que nadie ha representado desde hace tanto tiempo y al que teme Pablo Iglesias cuando dice que VOX va a sacar rédito político de la crisis, en la que la Ministra de empleo sigue escondida... sin duda inventando un nuevo trabalenguas para explicar a sus votantes que ella no tiene nada que decir de las políticas que el gobierno va a implementar para atajar el brutal problema de empleo.
El omnisciente y macarra Ábalos lanza la primera advertencia: El confinamiento va a durar más de quince días, pero quince días son los únicos que podemos decir ahora, por lo que cuando pasen los próximos quince días decretaremos que otros quince días.
Hoy nos hablará el rey, no sabemos si de su padre o de la crisis; tampoco sabemos si el ex-emérito va a decir que dona a sus súbditos todo lo que acumuló de forma ilícita o si otra vez Amancio Ortega y Roig van a ser los únicos ricos que hagan algo por los demás. Los alarmistas ya dicen que todo esto es ficticio y que en realidad es una estrategia para llenar el mundo libre de liquidez y devaluar las deudas soberanas. Muchos se han empeñado en darnos asco a todos, y yo empiezo a borrar de mis redes sociales a los que no sólo no aportan sino que encima restan.
Un médico alerta de que si se practica sexo, al menos debe usarse mascarilla, sin emitir su dictamen acerca de dejarse o no los calcetines puestos; la prensa amarillea a cada instante y la naturaleza sigue su demoledor apocalipsis sin que la emergencia climática se cebe especialmente con nadie: pese a que Marruecos nos ha cerrado sus fronteras, el Sahara sigue caliente y los polos congelados.
Como colmo de los colmos nos informan de la llegada de varios autobuses cargados de marroquíes procedentes de Italia que, tras atravesar Francia y España, son informados por su gobierno de que se vayan todos a tomar por culo.
Cuando todo esto acabe, por más que digan los mas avisados columnistas, olvidaremos todo entre la final de la Champions y las carnes de la siguiente estrella tronista, sin sonrojo, sin vergüenza y sin un mínimo atisbo de conmiseración ni Caridad... pero todos habremos cambiado por dentro tanto como cambiamos tras el 11-S o el 11-M, y esa sabiduría que nos mueve sin darnos cuenta, tal vez un día sirva para que seamos un poco menos estúpidos y dejemos de tirarnos los trastos a la cabeza.
Esta noche en mi balcón sonará una rondalla, porque soy de Ferrol y pienso celebrar las Pepitas con un vino y una guitarra. Un día más en casa, un día menos en casa.
Comentarios
Publicar un comentario