1. Neo-nazis.
Sí, empiezo duro; nunca he tratado de esconder mis opiniones en melifluas perífrasis que edulcoren ni por asomo mi opinión. De todas las falsedades que se está extendiendo últimamente en el mundo una de las más asquerosas es aquella que pretende revisar la historia del nacional-socialismo alemán del segundo tercio del Siglo XX. La incultura, el exceso de informaciones sin contrastar, el deseo de confrontar a unos malos con otros, el descontento con las actuales políticos y, por supuesto, los intereses ocultos de grupos de poder, tratan de que entendemos, comprendamos o descontextualicemos el nazismo y lo miremos con otros ojos, tal vez como respuesta a otras justificaciones no menos asquerosas. No debemos caer en ese engaño:Ni la humillación sufrida por Alemania tras el Tratado de Versalles ni nada en el mundo puede justificar la invasión y sojuzgamiento que practicaron de forma sistemática, ni mucho menos el exterminio de miles de seres humanos.
2. Neo-rojos.
Igual de asqueroso me parece haber tenido que estar cerca de cuarenta años soportando el silencio ante las tropelías de la asquerosa, autodestructiva, marxista y leninista 2ª República Española. El mayor fracaso colectivo de nuestra Historia deriva de unas elecciones municipales en las que perdieron los republicanos. El hecho de que sus milicias armadas (¿Por quién?) resistieran dos años al ejército regular y bregado en Africa debería hacernos comprender que estos alegres muchachos no estaban en el Retiro fumando unos porritos y manoseando las pechugas a sus camaradas. Dejémonos de monsergas: Los militares se levantaron cuando empezó a desmembrarse España y cuando se acabó la libertad de ser católico. Ah, y Guernica es la mentira más repetida de nuestra Historia reciente, en la cual no se mencionan las checas de Paracuellos que dirigía Carrillo. Se empieza ya a justificar a Lenin y Stalin, a Castro y Chávez, a Mao y Ho-chi-min.
3. El nacionalismo.
Independientemente de que soy español por encima de todo -luego soy nacionalista, según ciertas definiciones- mi nacionalismo no es ni idiomático ni excluyente. La historia común de diferentes pueblos es lo que conforma las naciones; nuestros nacionalismos surgieron por la asquerosa gestión de los monarcas españoles durante el Siglo XIX, que provocaron la pérdida del imperio, el empobrecimiento de la nación y la guerra de la Independencia, la de Sucesión, las tres guerras carlistas... es especialmente importante tener en cuenta que las diferencias entre las distintas regiones, con fueros especiales, privilegios y franquicias de la Corona provocaron los polvos en cuyos lodos nos hundimos. Vamos, que nadie se vaya a creer que aquí todo el mundo asistía a cacerías en palacio y unos descerebrados decidieron emigrar para fastidiar al rey.
4. La Iglesia.
En esto no voy a extenderme mucho: La teocracia y las guerras de religión son una auténtica perversión hoy y lo fueron siempre: Es injustificable ampararse en motivos religiosos para emprender persecuciones, invasiones o guerras. El mismo Jesucristo nos advirtió de que Él no sale en los denarios, y los últimos papas han pedido perdón por los errores de la Iglesia. Negar lo que se ha hecho mal no nos hace mejores, sino que nos iguala a aquellos que nos atacan. El que quiera más información puede consultar todo lo que ha dicho el Papa Francisco acerca de este tema. No me aventuro más.
5. La división de poderes.
Se revisa la división de poderes desde hace décadas. El poder legislativo y el ejecutivo son prácticamente lo mismo y tienen al judicial cogido por las mandangas. Los indultos a los corruptos que conforman los dos primeros poderes, las injerencias judiciales en la política, la permeabilidad entre las instituciones y la capacidad del gobierno de conceder indultos, cambiar la política penitenciaria y manejar a la Fiscalía General del Estado (que no del Gobierno) convierten nuestro sistema en una filfa en la que el llamado Cuarto Poder no esta exenta de culpa. En las elecciones del 25 de Mayo se ha visto como Podemos era aupado por Mediaset y como VOX era silenciado hasta por Vocento. Lo primero que se necesita es entrar con los elefantes por los Alpes y echar a los bárbaros al Ródano, y me refiero a votar sólo a aquellos partidos que pongan el foco en los dueños del poder, que somos los ciudadanos.
6. Palestina.
Palestina es una región que está en Judea y en la que comparten vecindario los judíos y los árabes. Por algún indescifrable enigma la gente considera que los palestinos son los árabes que viven allí y que los judíos son los invasores. Sin duda la simple consulta de un atlas geográfico podría hacerles llegar a la conclusión de que entre Gaza y Medina hay unos mil kilómetros, y la consulta a un libro más o menos accesible como la Biblia podría mostrarles que en realidad puede que Belén, Nazaret o Jerusalem no sean un patrimonio exclusivo de los chiítas. Los revisionistas de Palestina suelen negar el Holocausto, que ya hay que ser hijo de puta.
7. El euroescepticismo.
Pretender demonizar el euroescepticismo en un mundo en el que se permite dudar de todo es sin duda uno de los más estúpidos revisionismos. Muchos de los que se rasgan las vestiduras hablando de Europa nacieron cuando Alemania había invadido media Europa, y el resto cuando la URSS se enseñoreaba dictatorialmente en nuestros actuales compañeros de viaje. No seamos estúpidos: Ese escepticismo no es más que realismo.
8. El cambio climático.
Sin duda uno de los revisionismos (negacionismo en este caso) más suicida y egoísta. La ciencia en general está completamente de acuerdo en que los CFC y otros gases contribuyen al efecto "invernadero". Ahora los lobbies de las industrias fósiles nos quieren hacer creer que no hace falta reducir las emisiones, que en realidad el clima nunca ha sido estable, que no estamos en peligro... y entre bromitas y comentarios jocosos se recrudecen los huracanes y las inundaciones, muere gente y se tronzan como leña seca construcciones centenarias, que curiosamente han resistido decenas de huracanes iguales a los de este invierno, pero que este invierno han decidido derrumbarse a la vez. Y seguimos diciendo que no pasa nada porque somos así de gilipollas, o estamos así de ciegos.
9. El aborto.
Esto no llega ni a la categoría de revisionismo; simplemente es mentira. El aborto es un delito de homicidio tipificado en el Código Penal español, que se ha despenalizado en una serie de supuestos para proteger la vida de las gestantes, su dignidad en caso de violaciones o para mejorar la raza con la eugenésica medida de acabar con los nasciturus que presenten deformaciones. No nos van a decir cuál es la estadística actual de niñós nacidos con el Síndrome de Down, ni mucho menos cuál era antes de la ley de 1985. El supuesto de la estabilidad mental (auténtica madre del cordero con practicamente el 90% de los abortos cometidos) es un coladero sin supervisión alguna. Las clínicas abortistas financiadas por varias administraciones públicas son centros en los que se delinque de manera sistemática. En España no ha habido ninguna mujer detenida ni acusada por cometer abortos ilegales al menos en los últimos treinta años, y médicos muy pocos. En cualquier caso nunca ha sido un derecho ni tiene ninguna pinta de que lo vaya a ser.
10. Los GLTB.
Hay una corriente de pensamiento muy embutida de la ideología de género que sostiene que casi todos los personajes importantes de la Historia eran homosexuales o tenían tendencias homosexuales. En casi ningún caso se aportan más datos que perfiles psicológicos, declaraciones de terceros o en los casos más recientes fotos ambiguas. En cualquier caso no deja de ser sino una falta de respeto sacar a la luz aquello que su protagonista ha querido ocultar; y más aun cuando sus acciones no han dañado a nadie, si acaso a sus protagonistas. Otro revisionismo es aquel que sostiene que los homosexuales o bisexuales son mejores personas que los que no lo son; aquí no se trata de discutir si sus relaciones son contra natura, si tienen una explicación física (o psicológica) o si el sexo de un individuo es sólo una elección, como sostiene la actual izquierda: Sostener que un homosexual es mejor que uno que no lo es viene siendo igual de falso que sostener que los homosexuales son malos. La gente tiene tendencias buenas y malas y lo único que dignifica a un ser humano es la lucha para actuar en conciencia. La decencia es imposible sin ser honesto y buscar que la conciencia colectiva lave la individual es un ejercicio inútil, porque es imposible. Algaradas como el Día del Orgullo Gay o la inclusión de cuotas en el cine, política, deporte, etc... no hacen más que poner el foco en una de lasmuchas pulsiones humanas. Cualquier día hay un Día del Orgullo de los que le gusta la Pepsi. Hay pocos que piensen lo que dicen: Si los homosexuales son como los demás deberían actuar como los demás, y el resto es victimismo. Por cierto ¿Vosotros declaráis habitualmente vuestra condición sexual? ¿Y la preguntáis?
Nota: No quiero extenderme mucho más, pero sí quiero expresaros mi inquietud acerca del ansia de venganza presente en cualquier revisionismo. El ser humano manifiesta el rencor, el deseo de venganza o el revanchismo como una parte más de la naturaleza. Los mamíferos superiores son capaces de actuar sin conciencia, sin recuerdos, sin pasión... nosotros no.Nosotros somos distintos a los demás y ni montamos a las hembras que nos apetecen, ni mordemos el cuello de nuestros rivales por una mesa en la cafetería ni matamos a los rivales para quedarnos con su piso. Rechazar que existan diferencias es absolutamente reprobable y creernos superiores en virtud de éstas suele responder a racismo, clasismo, xenofobia o a cualquier otro de nuestros múltiples atributos. Yo pienso en todo esto habitualmente, lo estudio, leo, me informo y no llego más que a una conclusión: De todas las razas que pueblan la Tierra somos, sin duda alguna, la más estúpida.
Y a mayores: El feminismo actual no deja de ser más que una forma de machismo en el que hombres buscan tutelar a las mujeres asignándoles cuotas, puestos y privilegios. Para mí no hay mayor prueba de que se creen superiores a ellas que el mero hecho de que piensen que tienen que tratarlas de un modo distinto. Pero esto es otra historia y debe ser contada en otra ocasión, como decía Michael Ende.
Sí, empiezo duro; nunca he tratado de esconder mis opiniones en melifluas perífrasis que edulcoren ni por asomo mi opinión. De todas las falsedades que se está extendiendo últimamente en el mundo una de las más asquerosas es aquella que pretende revisar la historia del nacional-socialismo alemán del segundo tercio del Siglo XX. La incultura, el exceso de informaciones sin contrastar, el deseo de confrontar a unos malos con otros, el descontento con las actuales políticos y, por supuesto, los intereses ocultos de grupos de poder, tratan de que entendemos, comprendamos o descontextualicemos el nazismo y lo miremos con otros ojos, tal vez como respuesta a otras justificaciones no menos asquerosas. No debemos caer en ese engaño:Ni la humillación sufrida por Alemania tras el Tratado de Versalles ni nada en el mundo puede justificar la invasión y sojuzgamiento que practicaron de forma sistemática, ni mucho menos el exterminio de miles de seres humanos.
2. Neo-rojos.
Igual de asqueroso me parece haber tenido que estar cerca de cuarenta años soportando el silencio ante las tropelías de la asquerosa, autodestructiva, marxista y leninista 2ª República Española. El mayor fracaso colectivo de nuestra Historia deriva de unas elecciones municipales en las que perdieron los republicanos. El hecho de que sus milicias armadas (¿Por quién?) resistieran dos años al ejército regular y bregado en Africa debería hacernos comprender que estos alegres muchachos no estaban en el Retiro fumando unos porritos y manoseando las pechugas a sus camaradas. Dejémonos de monsergas: Los militares se levantaron cuando empezó a desmembrarse España y cuando se acabó la libertad de ser católico. Ah, y Guernica es la mentira más repetida de nuestra Historia reciente, en la cual no se mencionan las checas de Paracuellos que dirigía Carrillo. Se empieza ya a justificar a Lenin y Stalin, a Castro y Chávez, a Mao y Ho-chi-min.
3. El nacionalismo.
Independientemente de que soy español por encima de todo -luego soy nacionalista, según ciertas definiciones- mi nacionalismo no es ni idiomático ni excluyente. La historia común de diferentes pueblos es lo que conforma las naciones; nuestros nacionalismos surgieron por la asquerosa gestión de los monarcas españoles durante el Siglo XIX, que provocaron la pérdida del imperio, el empobrecimiento de la nación y la guerra de la Independencia, la de Sucesión, las tres guerras carlistas... es especialmente importante tener en cuenta que las diferencias entre las distintas regiones, con fueros especiales, privilegios y franquicias de la Corona provocaron los polvos en cuyos lodos nos hundimos. Vamos, que nadie se vaya a creer que aquí todo el mundo asistía a cacerías en palacio y unos descerebrados decidieron emigrar para fastidiar al rey.
4. La Iglesia.
En esto no voy a extenderme mucho: La teocracia y las guerras de religión son una auténtica perversión hoy y lo fueron siempre: Es injustificable ampararse en motivos religiosos para emprender persecuciones, invasiones o guerras. El mismo Jesucristo nos advirtió de que Él no sale en los denarios, y los últimos papas han pedido perdón por los errores de la Iglesia. Negar lo que se ha hecho mal no nos hace mejores, sino que nos iguala a aquellos que nos atacan. El que quiera más información puede consultar todo lo que ha dicho el Papa Francisco acerca de este tema. No me aventuro más.
5. La división de poderes.
Se revisa la división de poderes desde hace décadas. El poder legislativo y el ejecutivo son prácticamente lo mismo y tienen al judicial cogido por las mandangas. Los indultos a los corruptos que conforman los dos primeros poderes, las injerencias judiciales en la política, la permeabilidad entre las instituciones y la capacidad del gobierno de conceder indultos, cambiar la política penitenciaria y manejar a la Fiscalía General del Estado (que no del Gobierno) convierten nuestro sistema en una filfa en la que el llamado Cuarto Poder no esta exenta de culpa. En las elecciones del 25 de Mayo se ha visto como Podemos era aupado por Mediaset y como VOX era silenciado hasta por Vocento. Lo primero que se necesita es entrar con los elefantes por los Alpes y echar a los bárbaros al Ródano, y me refiero a votar sólo a aquellos partidos que pongan el foco en los dueños del poder, que somos los ciudadanos.
6. Palestina.
Palestina es una región que está en Judea y en la que comparten vecindario los judíos y los árabes. Por algún indescifrable enigma la gente considera que los palestinos son los árabes que viven allí y que los judíos son los invasores. Sin duda la simple consulta de un atlas geográfico podría hacerles llegar a la conclusión de que entre Gaza y Medina hay unos mil kilómetros, y la consulta a un libro más o menos accesible como la Biblia podría mostrarles que en realidad puede que Belén, Nazaret o Jerusalem no sean un patrimonio exclusivo de los chiítas. Los revisionistas de Palestina suelen negar el Holocausto, que ya hay que ser hijo de puta.
7. El euroescepticismo.
Pretender demonizar el euroescepticismo en un mundo en el que se permite dudar de todo es sin duda uno de los más estúpidos revisionismos. Muchos de los que se rasgan las vestiduras hablando de Europa nacieron cuando Alemania había invadido media Europa, y el resto cuando la URSS se enseñoreaba dictatorialmente en nuestros actuales compañeros de viaje. No seamos estúpidos: Ese escepticismo no es más que realismo.
8. El cambio climático.
Sin duda uno de los revisionismos (negacionismo en este caso) más suicida y egoísta. La ciencia en general está completamente de acuerdo en que los CFC y otros gases contribuyen al efecto "invernadero". Ahora los lobbies de las industrias fósiles nos quieren hacer creer que no hace falta reducir las emisiones, que en realidad el clima nunca ha sido estable, que no estamos en peligro... y entre bromitas y comentarios jocosos se recrudecen los huracanes y las inundaciones, muere gente y se tronzan como leña seca construcciones centenarias, que curiosamente han resistido decenas de huracanes iguales a los de este invierno, pero que este invierno han decidido derrumbarse a la vez. Y seguimos diciendo que no pasa nada porque somos así de gilipollas, o estamos así de ciegos.
9. El aborto.
Esto no llega ni a la categoría de revisionismo; simplemente es mentira. El aborto es un delito de homicidio tipificado en el Código Penal español, que se ha despenalizado en una serie de supuestos para proteger la vida de las gestantes, su dignidad en caso de violaciones o para mejorar la raza con la eugenésica medida de acabar con los nasciturus que presenten deformaciones. No nos van a decir cuál es la estadística actual de niñós nacidos con el Síndrome de Down, ni mucho menos cuál era antes de la ley de 1985. El supuesto de la estabilidad mental (auténtica madre del cordero con practicamente el 90% de los abortos cometidos) es un coladero sin supervisión alguna. Las clínicas abortistas financiadas por varias administraciones públicas son centros en los que se delinque de manera sistemática. En España no ha habido ninguna mujer detenida ni acusada por cometer abortos ilegales al menos en los últimos treinta años, y médicos muy pocos. En cualquier caso nunca ha sido un derecho ni tiene ninguna pinta de que lo vaya a ser.
10. Los GLTB.
Hay una corriente de pensamiento muy embutida de la ideología de género que sostiene que casi todos los personajes importantes de la Historia eran homosexuales o tenían tendencias homosexuales. En casi ningún caso se aportan más datos que perfiles psicológicos, declaraciones de terceros o en los casos más recientes fotos ambiguas. En cualquier caso no deja de ser sino una falta de respeto sacar a la luz aquello que su protagonista ha querido ocultar; y más aun cuando sus acciones no han dañado a nadie, si acaso a sus protagonistas. Otro revisionismo es aquel que sostiene que los homosexuales o bisexuales son mejores personas que los que no lo son; aquí no se trata de discutir si sus relaciones son contra natura, si tienen una explicación física (o psicológica) o si el sexo de un individuo es sólo una elección, como sostiene la actual izquierda: Sostener que un homosexual es mejor que uno que no lo es viene siendo igual de falso que sostener que los homosexuales son malos. La gente tiene tendencias buenas y malas y lo único que dignifica a un ser humano es la lucha para actuar en conciencia. La decencia es imposible sin ser honesto y buscar que la conciencia colectiva lave la individual es un ejercicio inútil, porque es imposible. Algaradas como el Día del Orgullo Gay o la inclusión de cuotas en el cine, política, deporte, etc... no hacen más que poner el foco en una de lasmuchas pulsiones humanas. Cualquier día hay un Día del Orgullo de los que le gusta la Pepsi. Hay pocos que piensen lo que dicen: Si los homosexuales son como los demás deberían actuar como los demás, y el resto es victimismo. Por cierto ¿Vosotros declaráis habitualmente vuestra condición sexual? ¿Y la preguntáis?
Nota: No quiero extenderme mucho más, pero sí quiero expresaros mi inquietud acerca del ansia de venganza presente en cualquier revisionismo. El ser humano manifiesta el rencor, el deseo de venganza o el revanchismo como una parte más de la naturaleza. Los mamíferos superiores son capaces de actuar sin conciencia, sin recuerdos, sin pasión... nosotros no.Nosotros somos distintos a los demás y ni montamos a las hembras que nos apetecen, ni mordemos el cuello de nuestros rivales por una mesa en la cafetería ni matamos a los rivales para quedarnos con su piso. Rechazar que existan diferencias es absolutamente reprobable y creernos superiores en virtud de éstas suele responder a racismo, clasismo, xenofobia o a cualquier otro de nuestros múltiples atributos. Yo pienso en todo esto habitualmente, lo estudio, leo, me informo y no llego más que a una conclusión: De todas las razas que pueblan la Tierra somos, sin duda alguna, la más estúpida.
Y a mayores: El feminismo actual no deja de ser más que una forma de machismo en el que hombres buscan tutelar a las mujeres asignándoles cuotas, puestos y privilegios. Para mí no hay mayor prueba de que se creen superiores a ellas que el mero hecho de que piensen que tienen que tratarlas de un modo distinto. Pero esto es otra historia y debe ser contada en otra ocasión, como decía Michael Ende.
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