Cuando se dijo que los nacionalistas buscaban el desmembramiento de la nación los supuestos bienpensantes nos acusaban a los realistas de alarmistas y catastrofistas. Hoy piden abiertamente la independencia.
Cuando se dijo que Mas se había puesto contra toda lógica por encima de la ley los bienpensantes advertían que era un hombre de estado que nunca dasafiaría al Tribunal Constitucional y nos acusaban de exagerados. Estos días se ha puesto la bandera de su comunidad autónoma por montera y pretende recoger los frutos de casi cuarenta años de adoctrinamiento.
Cuando dijimos que existían corrientes del Islam que defendían la reconquista de su Andalucía nos llamaron fabuladores y conspiranoicos. Después de los muertos de Atocha, de las detenciones de terroristas en células durmientes y de la recluta de soldados para la Guerra Santa los españoles declaran en su mayoría que no defenderían su nación de una agresión.
Algunos dijimos hace más de veinte años que el Partido Popular era deshonesto con el tema del aborto; los conservadores se dividieron entre los que confiaban en ellos y los que consideraban que era el único voto útil posible. Hoy el gobierno dice que no hay consenso para evitar la masacre de vidas humanas que defiende como derecho la Ley Aído.
Algunos dijimos que todos los representantes institucionales en las cajas sólo servían para trincar, y que su presencia en los consejor sólo les reportaba beneficios a ellos mismos en forma de pingües comisiones y dietas. En Cajamadrid sus "consejeros" se han gastado más de tres millones de euros (500.000.000 de pesetas) sin justificar. Hoy el sistema se ha caido y aun algunos pretenden que "el Estado" deje hundirse nuestros depósitos cancelando cuantas deudas e hipotecas no sean pagadas. Sólo quieren su parte del botín.
Muchos alertamos de los innegables vínculos entre los diferentes grupos separatistas y sus brazos armados. Nos llamaron mentirosos, y ahora tenemos una banda terrorista en Galicia, otra en la comunidad autónoma vasca y otra en Cataluña que cuando no sabotean destrozan y en cualquier caso defienden la desobediencia civil como forma de gobernar.
No hace falta ser un profeta para saber que si no nos convencemos de una vez de que el mal existe y seguimos creyendo que todo es relativo nos hayamos abocados al más absoluto de los desastres como especie. Humanos, demasiado humanos.
Cuando se dijo que Mas se había puesto contra toda lógica por encima de la ley los bienpensantes advertían que era un hombre de estado que nunca dasafiaría al Tribunal Constitucional y nos acusaban de exagerados. Estos días se ha puesto la bandera de su comunidad autónoma por montera y pretende recoger los frutos de casi cuarenta años de adoctrinamiento.
Cuando dijimos que existían corrientes del Islam que defendían la reconquista de su Andalucía nos llamaron fabuladores y conspiranoicos. Después de los muertos de Atocha, de las detenciones de terroristas en células durmientes y de la recluta de soldados para la Guerra Santa los españoles declaran en su mayoría que no defenderían su nación de una agresión.
Algunos dijimos hace más de veinte años que el Partido Popular era deshonesto con el tema del aborto; los conservadores se dividieron entre los que confiaban en ellos y los que consideraban que era el único voto útil posible. Hoy el gobierno dice que no hay consenso para evitar la masacre de vidas humanas que defiende como derecho la Ley Aído.
Algunos dijimos que todos los representantes institucionales en las cajas sólo servían para trincar, y que su presencia en los consejor sólo les reportaba beneficios a ellos mismos en forma de pingües comisiones y dietas. En Cajamadrid sus "consejeros" se han gastado más de tres millones de euros (500.000.000 de pesetas) sin justificar. Hoy el sistema se ha caido y aun algunos pretenden que "el Estado" deje hundirse nuestros depósitos cancelando cuantas deudas e hipotecas no sean pagadas. Sólo quieren su parte del botín.
Muchos alertamos de los innegables vínculos entre los diferentes grupos separatistas y sus brazos armados. Nos llamaron mentirosos, y ahora tenemos una banda terrorista en Galicia, otra en la comunidad autónoma vasca y otra en Cataluña que cuando no sabotean destrozan y en cualquier caso defienden la desobediencia civil como forma de gobernar.
No hace falta ser un profeta para saber que si no nos convencemos de una vez de que el mal existe y seguimos creyendo que todo es relativo nos hayamos abocados al más absoluto de los desastres como especie. Humanos, demasiado humanos.
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