Lo primero disculparme ante mis lectores de Estados Unidos de América (a quiénes mando un cordial saludo) y del resto de países (a los que por supuesto también les mando saludos y abrazos y besos y todo lo que quieran); y me disculpo porque esta entrada está motivada por la patética situación política de España, mi país, aunque intentaré dar mi opinión de la política mundial.
España.
Todos ustedes son unos miserables, para empezar. Los que la hacen porque la hacen, los que las callan por que son cómplices, los que toleran por su falta de honradez, los que siguen participando por su falta de honestidad.
Es patético ver como el PP soslaya el aborto y como su actual presidente negó, como San Pedro, que el PP hubiera endurecido la legislación al respecto. Todas las tramas corruptas del partido ameritan a la actual cúpula para su regreso a la vida privada; o son unos golfos o son tontos de capirote.
Es aterrador comprobar como el PSOE renuncia por enésima vez a España como nación, con lenitivos a los independentistas y con una tolerancia tan grande con los zurdos como irracional es su intolerancia hacia el Partido Popular y sus siete millones de votantes.
Es sorprendente ver como Ciudadanos nada y guarda la ropa, silva y sopla a la vez y asiste a Misa mientras repica unas campanas que tañen "aire fresco" sin ningún contenido más profundo y duradero que los charcos de verano.
De Podemos ni se puede hablar: Son una casta que ha dejado de recibir subvenciones como sindicalistas y miembros de la "élite" universitaria y quieren ahora recibirlas de las exhaustas arcas que les negaron sus privilegios no ganados. Tolerar el terrorismo de ETA, negociar con el régimen que ha saqueado Venezuela y recibir dinero de los ayatolás es algo que pagarán en la otra vida: Espero que nosotros no lo paguemos en esta, porque cada día parece más claro que promoviendo la desmembración de España sólo quieren abrir las puertas de aquellos a quien han servido hasta ahora.
Los nacionalistas ni siquiera han sacado la mano del cepillo, como esos niños que prometen no volver a ensuciarse en el parque y corren hacia el barro acto seguido. Si por un momento yo creyese que ustedes creen en su discurso haría un esfuerzo por comprenderles; pero tanto ustedes como yo sabemos que no creen en nada más que en ustedes mismos y en su propio beneficio.
VOX y UPyD, a fuerza de mirarse el ombligo, llaman a las puertas de Pedro Botero y se aprestan a pagar a Caronte para que les ayude a cruzar la laguna Estigia, engrosando así el Hades de todos aquellos partidos que al final no han servido para nada. Enfermos terminales ambos sólo aguardan a que llegue el jefe de planta y decida si corta el gotero: qué pena tener un discurso y excusarse en que la televisión no los saca.
El mundo.
¡Qué bien lo hemos hecho en Oriente Medio! ¡Qué maravilla como hemos apoyado a África! nos estamos yendo al garete a base de repetir las mismas fórmulas equivocadas; creamos un invento que no sabíamos usar, y ahora nos encontramos con que los que no tienen armas ya no quieren jugar y están llamando a nuestras puertas para que resarzamos el daño causado. Entre la grey se esconden lobos, y ahora tenemos miedo.
¿Eran refugiados los que abusaban de las alemanas? ¿No lo eran? ¿Eran dos o eran mil? ¡Qué asco comprobar como ninguno de ustedes es capaz de nada más que de decidir si tira o no tira bombas! De nada sirven los paños calientes de alimentar al hambriento si seguimos tolerando que los tiranos campen a sus anchas. Muchos dijimos en su momento que África necesitaba ayuda; ahora es un polvorín donde reclutar para las innumerables siglas que expanden el terror, azuzando los miedos y los odios de aquellos que se han hartado de recibir pan y circo mientras nuestras opulentas animadoras despertaban todos sus apetitos.
¿Qué solución queda? ¿Seguir instalados en posiciones maximalistas? ¿Los católicos son (somos) pederastas? ¿Los judíos son arteros? ¿Los musulmanes son radicales? ¿Y qué somos los humanos? Hemos renunciado a la individualidad, a saber que cada uno somos una creación, a avanzar en el perdón y en la reconciliación del hombre como especie. sabemos que hay hambre en el mundo, sabemos que se tiran alimentos para acabar con ella, ensuciamos el planeta con lo que nos sobra mientras esquilmamos lo que nos da. Hemos decidido autodestruirnos y dejar de pensar en un mundo mejor, tal vez inconscientes de que esa falta de esperanza es la que trae la guerra, la muerte, el odio y la destrucción.
Espero que todos los que lean este artículo sientan un aldabonazo en su conciencia, que sean conscientes del legado que están dejando a sus hijos, que dediquen un momento a pensar en qué se recordará de su paso por esta Tierra doliente, por este Valle de Lágrimas en el que culpamos a Dios de nuestros pecados en vez de pedir perdón por ellos.
"La Tierra no es un legado de nuestros padres, es un préstamo de nuestros hijos", decían los indios americanos antes de que el hombre blanco los recluyera en reservas. Espero que el día que se la devuelva a los míos no me la echen a la cara, espero que el día que llame a las puertas de el Cielo, San Pedro no me dé una escoba y un polvero, ni literalmente ni en sentido figurado.
España.
Todos ustedes son unos miserables, para empezar. Los que la hacen porque la hacen, los que las callan por que son cómplices, los que toleran por su falta de honradez, los que siguen participando por su falta de honestidad.
Es patético ver como el PP soslaya el aborto y como su actual presidente negó, como San Pedro, que el PP hubiera endurecido la legislación al respecto. Todas las tramas corruptas del partido ameritan a la actual cúpula para su regreso a la vida privada; o son unos golfos o son tontos de capirote.
Es aterrador comprobar como el PSOE renuncia por enésima vez a España como nación, con lenitivos a los independentistas y con una tolerancia tan grande con los zurdos como irracional es su intolerancia hacia el Partido Popular y sus siete millones de votantes.
Es sorprendente ver como Ciudadanos nada y guarda la ropa, silva y sopla a la vez y asiste a Misa mientras repica unas campanas que tañen "aire fresco" sin ningún contenido más profundo y duradero que los charcos de verano.
De Podemos ni se puede hablar: Son una casta que ha dejado de recibir subvenciones como sindicalistas y miembros de la "élite" universitaria y quieren ahora recibirlas de las exhaustas arcas que les negaron sus privilegios no ganados. Tolerar el terrorismo de ETA, negociar con el régimen que ha saqueado Venezuela y recibir dinero de los ayatolás es algo que pagarán en la otra vida: Espero que nosotros no lo paguemos en esta, porque cada día parece más claro que promoviendo la desmembración de España sólo quieren abrir las puertas de aquellos a quien han servido hasta ahora.
Los nacionalistas ni siquiera han sacado la mano del cepillo, como esos niños que prometen no volver a ensuciarse en el parque y corren hacia el barro acto seguido. Si por un momento yo creyese que ustedes creen en su discurso haría un esfuerzo por comprenderles; pero tanto ustedes como yo sabemos que no creen en nada más que en ustedes mismos y en su propio beneficio.
VOX y UPyD, a fuerza de mirarse el ombligo, llaman a las puertas de Pedro Botero y se aprestan a pagar a Caronte para que les ayude a cruzar la laguna Estigia, engrosando así el Hades de todos aquellos partidos que al final no han servido para nada. Enfermos terminales ambos sólo aguardan a que llegue el jefe de planta y decida si corta el gotero: qué pena tener un discurso y excusarse en que la televisión no los saca.
El mundo.
¡Qué bien lo hemos hecho en Oriente Medio! ¡Qué maravilla como hemos apoyado a África! nos estamos yendo al garete a base de repetir las mismas fórmulas equivocadas; creamos un invento que no sabíamos usar, y ahora nos encontramos con que los que no tienen armas ya no quieren jugar y están llamando a nuestras puertas para que resarzamos el daño causado. Entre la grey se esconden lobos, y ahora tenemos miedo.
¿Eran refugiados los que abusaban de las alemanas? ¿No lo eran? ¿Eran dos o eran mil? ¡Qué asco comprobar como ninguno de ustedes es capaz de nada más que de decidir si tira o no tira bombas! De nada sirven los paños calientes de alimentar al hambriento si seguimos tolerando que los tiranos campen a sus anchas. Muchos dijimos en su momento que África necesitaba ayuda; ahora es un polvorín donde reclutar para las innumerables siglas que expanden el terror, azuzando los miedos y los odios de aquellos que se han hartado de recibir pan y circo mientras nuestras opulentas animadoras despertaban todos sus apetitos.
¿Qué solución queda? ¿Seguir instalados en posiciones maximalistas? ¿Los católicos son (somos) pederastas? ¿Los judíos son arteros? ¿Los musulmanes son radicales? ¿Y qué somos los humanos? Hemos renunciado a la individualidad, a saber que cada uno somos una creación, a avanzar en el perdón y en la reconciliación del hombre como especie. sabemos que hay hambre en el mundo, sabemos que se tiran alimentos para acabar con ella, ensuciamos el planeta con lo que nos sobra mientras esquilmamos lo que nos da. Hemos decidido autodestruirnos y dejar de pensar en un mundo mejor, tal vez inconscientes de que esa falta de esperanza es la que trae la guerra, la muerte, el odio y la destrucción.
Espero que todos los que lean este artículo sientan un aldabonazo en su conciencia, que sean conscientes del legado que están dejando a sus hijos, que dediquen un momento a pensar en qué se recordará de su paso por esta Tierra doliente, por este Valle de Lágrimas en el que culpamos a Dios de nuestros pecados en vez de pedir perdón por ellos.
"La Tierra no es un legado de nuestros padres, es un préstamo de nuestros hijos", decían los indios americanos antes de que el hombre blanco los recluyera en reservas. Espero que el día que se la devuelva a los míos no me la echen a la cara, espero que el día que llame a las puertas de el Cielo, San Pedro no me dé una escoba y un polvero, ni literalmente ni en sentido figurado.
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