- ¿Por qué eres tan soberbio?
Han pasado unos días de aquello, y el insistente eco de sus palabras en una noche de estrellas y de humedad aun no me abandona. Sigo pensando que nunca fue mi intención auto-proclamarme gurú de ningún grupo ni idea, para al final he de acabar aceptando que participo como todos del pecado primigenio que ha originado todos los demás: "Comed del fruto del árbol prohibido y seréis como Dios", y en eso seguimos, por lo que se ve... Menudo puyazo, y eso que el hombre parecía majo, se confesó poeta y me consta que es músico.
¿Es la soberbia el centro desde el que crecen el resto de los pecados? |
Desde ese momento no puedo dejar de pensar que a veces no sabemos explicar las cosas y que por eso hay tantos malentendidos, y en el afán de saber explicarme y de expresar tantas cosas como callé en mi primera infancia por una cierta timidez y algún que otro complejo fue como empecé a tratar de dar cierta hilazón a unas letras que agradecían mucho más las horas de dedicación que unos números que siempre me parecieron antipáticos.
soberbio,bia
- adj. Que tiene soberbia o se deja llevar de ella:
es tan soberbio que nunca reconoce un error;
nos miró con soberbio desdén. - Altivo,arrogante:
un aspecto soberbio y gallardo. - Grandioso,magnífico:
un soberbio collar de diamantes. - Muy grande o importante:
recibe un sueldo soberbio. - [Animal] fogoso,orgulloso y violento:
caballo,toro soberbio. - f. Altivez y arrogancia del que por creerse superior desprecia y humilla a los demás:
ese fracaso ha sido un duro golpe para su soberbia. - Cólera o ira expresadas con acciones o palabras altivas e injuriosas:
su soberbia se desató cuando supo que me habían ascendido a mí. - Magnificencia o suntuosidad excesiva,especialmente hablando de edificios:
la soberbia del Palacio Real.
Cada vez que me llevo uno de estos sopapos releo mis poemas y me doy cuenta de que hay mucho de vanidad y de soberbia en publicar sin trabajar más esos pequeños retazos de lo que debería estar mucho más mimado, como si desdeñara la opinión de cualquiera que pueda leer una pieza de las que no sé ya si pergeño o simplemente perpetro. Tal vez debería servirme como pista el hecho de que el número total de mis lectores, siendo como soy una persona sociable y con una familia más que grande, no sólo no aumente sino que lleva entre estancado y en recesión desde que empecé esta aventura.
Pero al final hay algo que puede más que todas mis dudas, y es la mil veces comentada comunión que siento con tantos de vosotros que me leéis, sin conocerme, desde miles de kilómetros de distancia. Por vosotros va este esfuerzo y la asunción de que pagaré mi soberbia cuando así se me reclame, mientras uno sólo de vosotros dedique un minuto de su tiempo a estas palabras.
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