A mí siempre me pasa lo mismo, oye: Resulta que en nueve años es la primera noticia que tengo de que en el Faro de Cabo Prior hay una sala de conferencias y un espacio para actividades ligadas a la restauración, lo cual supongo que significa que cuando quiera sólo tengo que ponerme en contacto con la Autoridad Portuaria y solicitar el local para, no sé: la Comunión de mi hija. Claro, cuando leo estas cosas me pasa como con el edificio ese que hay en San Felipe que se ha usado sólo un par de veces después de gastarse más de mil millones en restaurarlo.
Vista aérea del Cabo Prior, escoltado por las playas de Santa Comba y San Jorge. |
El Cabo Prior es un espacio natural prácticamente virgen que fue abandonado por el Ejército y el farero cuando su presencia allí dejo de ser necesaria. Supongo que casi todo pertenecerá a la Autoridad Portuaria, porque pese a que alguna vez he leído alguna chalanada acerca de construir allí cosas lo cierto es que no se ha materializado en nada. Quedan en la zona (además del faro, claro) los restos de las baterías costeras del sistema que defendía Ferrol de las posibles incursiones.
No hace falta ni mencionar que la zona es espectacular, paso obligado de aves migratorias y que podría constituirse en una referente ambiental, y resulta que tienen un "local" para celebraciones, que supongo que no podrán aprovechar, o arrendar, o sacar a concurso... porque total es pólvora del rey.
Caminito para aquellos que no tengan miedo a las alturas. |
Las veces que lo he visitado, ya con mi difunto padre al principio y luego aprovechando el regalo natural que Dios nos ha concedido a los ferrolanos, ni siquiera he encontrado más de uno o dos vehículos aparcados. Me parece tremendo pensar en lo que podría ser este sitio en Inglaterra o en Francia (¡Qué bueno es viajar y conocer otras culturas!) en vez de estar en manos de unos gañanes como nosotros.
El faro, cerrado a cal y canto. |
Afortunadamente ahora que ya no somos españoles sino que somos europeos llegarán algunos con más iniciativa y más conocimiento de lo que tiene y lo que no tiene valor y no dejarán que todo nuestro sistema costero de defensas, con sus baluartes, fuertes, casamatas y castillos estén como monumento a nuestra incompetencia, a nuestra brutalidad y a nuestra barbarie. ¡Ay que ser lo burros que podemos llegar a ser cuando queremos!
Y sin embargo no puedo dejar de recomendaros que, si algún día queréis disfrutar de vosotros mismos os acerquéis a la parroquia ferrolana de Cobas y lleguéis hasta el cabo, no sin antes comprobar que en la cetárea de Covas os van a recompensar al regreso con unas contundentes raciones de marisco. Si alguna vez hacéis el recorrido no os sentiréis defraudados, y menos aun si vais al Porto da Cova y os dejáis mecer por el suave movimiento de las barquichuelas que allí están fondeadas.
Espero que todo esto no sea una conjura para mantener los arcanos ferrolanos ignotos para el vulgo, pero de verdad creo que ya es hora de que poco a poco empecemos a valorar lo que tenemos, o al menos que "poner en valor" pase a significar algo.
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