Hoy he recordado nítidamente un día de hace más de diez años en que un amigo me dijo que el cambio de hora otoñal no le gustaba porque se hacía de noche muy temprano. A cambio, le dije, nos regala unos amaneceres prodigiosos.
Me gustaría tener la habilidad de definir su mirada al escucharme, pero no la tengo, pese a la claridad con que la recuerdo. Su silencio fue el preludio de una amistad que llega hasta el día de hoy.
Me gustaría tener la habilidad de definir su mirada al escucharme, pero no la tengo, pese a la claridad con que la recuerdo. Su silencio fue el preludio de una amistad que llega hasta el día de hoy.
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