En este mundo no todo se trata de tener algo bueno y enseñarlo, ni siquiera se trata de hacer grandes inversiones. La mayoría de las veces la clave del éxito está en pequeños detalles que van más allá de ver que el emperador está desnudo, y si se puede hay que decirlo. Entrada al Hospital de Caridad, hoy Torrente Ballester. El Hospital de Caridad es un edificio imponente, que se ha descontextualizado en su contenido, se ha restaurado de forma poco ambiciosa y que está mal gestionado porque le han dado un bólido a un carretero y no sabe muy bien qué hacer con él. Lo visito una heladora tarde abrileña que por la temperatura parece de febrero. Como ya es habitual en Ferrol, se diría que ha caído un rayo desintegrador que ha fulminado a la población; en su ya desacralizada capilla, Amnistía Internacional trata de convencer a sus quince adeptos de lo que ya están convencidos, supongo que con todo éxito. Más allá del contenido (dos exposiciones de pintura y una de fotografía) el pr...
Llega un momento en la vida en que empiezas a creer que la palabra es importante. Estas son mis armas para luchar por y para tratar de mejorar el mundo.