Que dice el virrey de Galicia que hacer un edificio de diecisiete millones de euros en el esqueleto del malogrado Palacio de la Ópera es tener sentidiño y que sólo es siete millones de euros más caro que derruir lo que queda. Con dos redaños, y mientras en Madrí Sánchez nos hace perder 24.000 millones de euros en su empeño de ser presidente por un día y Pabliscito llora porque el ministro no va a quitarle a Billy el niño una medalla que le dieron cuando él no había nacido.
El presidente de "estepaís" considera que crear un ente inter-universitario que no ha hecho nunca falta justifica con creces meter casi tres mil millones de pesetas en el mausoleo de Fraga. Yo, que soy de la ciudad a la que Feijoo odia, pienso en lo que se podría hacer con semejante pastizal: Kilómetros de aceras, depurar las rías, mejorar puntos de vertido, bajar los impuestos, pagar más becas, contratar a más médicos, enfermeros o profesores, pintar los Ancares de colorines... pero no: Seguimos queriendo utilizar los fondos públicos en cambiar los equilibrios de población y económicos en vez de querer facilitar la vida de los ciudadanos y responder a sus necesidades.
El presidente que nunca ha dicho España, el que ocultó los datos de la encuesta acerca de la libertad de enseñanza en castellano, el que ha abrazado la ideología LGTB, el que gasta millones en promocionar el gallego... en fin: El presidenciable más valorado por esos progres de derechas que creen que la mejor manera de ganar electores es defender las ideas de la izquierda y ocultar cualquier seña de identidad, quiere gastarse 17 millones de nuestro dinero en continuar la labor de su antecesor. Así se ahorra, dice.
Yo creo que cada día más gente se unirá a los que pensamos que la falta de ética de la clase política española sólo se soluciona reduciendo de manera drástica la administración; entre todos los cortijos que nos infestan yo creo que los peores son los autonómicos: Se les ha llenado la boca con lo identitario, han sucumbido al discurso pro-etarra y catanazi de las distintas realidades nacionales, han abrazado el gallego como si nos definiera más que la tortilla de patatas y encima despilfarran sin ruborizarse para crear chiringuitos cuya principal utilidad es y ha sido siempre la colocación de los felones que les bailan el agua.
¿Que Galicia crece económicamente? Pues como toda España. ¿Qué generará un rendimiento económico? Pues como toda gran inversión. ¿Qué tiene sentido exigir a los ciudadanos austeridad y luego inventarse el "Consorcio Interuniversitario de Galicia", la "Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Galicia" y el "Centro Europeo de Investigación en Paisajes Culturales"? Pues a ver cómo os lo explico: Hace no tanto se levantó una polvareda porque Amancio Ortega donó a la administración gallega exactamente la misma cantidad para equipos destinados a luchar contra el cáncer, y yo pienso en la cantidad de equipos que se podrían comprar si no tuviéramos que crear esas agencias que saldarán su actividad con cuatro publicaciones editadas con fondos públicos y que no generarán más que gastos a la administración (léase a nosotros, que somos los que la pagamos).
Y por eso el día que me tenga que ir a La Coruña a recibir tratamiento médico y lo tenga que hacer en mi coche porque las comunicaciones ferroviarias de la tercera área en población de Galicia no están en la agenda de Feijoo, y porque a sus escuderos Mellado, Rey Varela o Juncal sus paisanos no les importamos un "anaco", me acordaré del sentidiño del presidente de "estepaís" y de todos los lazarillos que callan porque cogen las uvas de a tres, y a lo mejor cuando me cobren el peaje hasta me acuerdo de alguno de sus antecesores, que Dios me perdone.
El presidente de "estepaís" considera que crear un ente inter-universitario que no ha hecho nunca falta justifica con creces meter casi tres mil millones de pesetas en el mausoleo de Fraga. Yo, que soy de la ciudad a la que Feijoo odia, pienso en lo que se podría hacer con semejante pastizal: Kilómetros de aceras, depurar las rías, mejorar puntos de vertido, bajar los impuestos, pagar más becas, contratar a más médicos, enfermeros o profesores, pintar los Ancares de colorines... pero no: Seguimos queriendo utilizar los fondos públicos en cambiar los equilibrios de población y económicos en vez de querer facilitar la vida de los ciudadanos y responder a sus necesidades.
El presidente que nunca ha dicho España, el que ocultó los datos de la encuesta acerca de la libertad de enseñanza en castellano, el que ha abrazado la ideología LGTB, el que gasta millones en promocionar el gallego... en fin: El presidenciable más valorado por esos progres de derechas que creen que la mejor manera de ganar electores es defender las ideas de la izquierda y ocultar cualquier seña de identidad, quiere gastarse 17 millones de nuestro dinero en continuar la labor de su antecesor. Así se ahorra, dice.
Yo creo que cada día más gente se unirá a los que pensamos que la falta de ética de la clase política española sólo se soluciona reduciendo de manera drástica la administración; entre todos los cortijos que nos infestan yo creo que los peores son los autonómicos: Se les ha llenado la boca con lo identitario, han sucumbido al discurso pro-etarra y catanazi de las distintas realidades nacionales, han abrazado el gallego como si nos definiera más que la tortilla de patatas y encima despilfarran sin ruborizarse para crear chiringuitos cuya principal utilidad es y ha sido siempre la colocación de los felones que les bailan el agua.
¿Que Galicia crece económicamente? Pues como toda España. ¿Qué generará un rendimiento económico? Pues como toda gran inversión. ¿Qué tiene sentido exigir a los ciudadanos austeridad y luego inventarse el "Consorcio Interuniversitario de Galicia", la "Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Galicia" y el "Centro Europeo de Investigación en Paisajes Culturales"? Pues a ver cómo os lo explico: Hace no tanto se levantó una polvareda porque Amancio Ortega donó a la administración gallega exactamente la misma cantidad para equipos destinados a luchar contra el cáncer, y yo pienso en la cantidad de equipos que se podrían comprar si no tuviéramos que crear esas agencias que saldarán su actividad con cuatro publicaciones editadas con fondos públicos y que no generarán más que gastos a la administración (léase a nosotros, que somos los que la pagamos).
Y por eso el día que me tenga que ir a La Coruña a recibir tratamiento médico y lo tenga que hacer en mi coche porque las comunicaciones ferroviarias de la tercera área en población de Galicia no están en la agenda de Feijoo, y porque a sus escuderos Mellado, Rey Varela o Juncal sus paisanos no les importamos un "anaco", me acordaré del sentidiño del presidente de "estepaís" y de todos los lazarillos que callan porque cogen las uvas de a tres, y a lo mejor cuando me cobren el peaje hasta me acuerdo de alguno de sus antecesores, que Dios me perdone.
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