El otro día se me ocurrió mencionar en Twitter que si Augusto Ferrer-Dalmau pintara un par de cuadros sobre la Batalla de Brión y se depositasen en el Museo Naval de Ferrol y/o en EXPONAV pondría a la gesta de los ferrolanos que alabó el mismísimo Napoleón Bonaparte en el mapa... me he equivocado y debo disculparme, pese a que el mismísimo "pintor de batallas" fue el primero en ponerme un corazoncillo en la publicación.
No: Al igual que le dije a Mel Gibson, a Antonio Banderas y a Javier Gutiérrez lo que tenemos que conseguir es que venga a la ciudad, enseñarle la preciosa colección de acuarelas que la familia del Almirante Fernández Fernández ha cedido al Museo Naval y luego organizar una ruta por todos los bienes que -aunque algunos estén hechos un asquito- siguen existiendo en la ciudad y que fueron escenarios fundamentales en la heroica gesta que nuestros antepasados protagonizaron en las dos gloriosas jornadas de agosto del 1800.
Yo no llevo cash, como decía una rica televisiva, pero no me imagino nada mejor para centrar nuestros esfuerzos: Ya que el Sr. Gibson no está interesado en volver a vapulear a los ingleses, que el Sr. Banderas no gusta de las guerras napoleónicas y que el Sr. Gutiérrez está ahora mismo aprovechándose de las mieles que la fama le está granjeando, tenemos que aprovechar la existencia de una "escuela de pintura ferrolana" para convencer al señor Ferrer-Dalmau de que aquí hubo una gresca monumental en la que participaron todo tipo de medios menos aviones.
El problema es que con un cuadro no llega. Al menos tiene que pintar ese espeluznante desembarco de 14.000 hombres, el cañoneo a las tropas ingleses desde los castillos de La Palma, San Martín y San Felipe apoyados por la artillería naval y la gran escaramuza de la línea defensiva... por no hablar de otras muchas microhistorias que seguro merecen ser contadas.
Ya sé que es difícil, pero esperemos que se le agote la temática antes que el ansia de plasmar la historia militar española y que podamos invitarle a una copa de vino blanco mientras nos cuenta los pormenores de la obra. Seguro que, en cualquier caso, compondrá un buen cuadro que sumará aún más visitantes a los más de 25.000 que han acudido a nuestro Museo Naval en el último año. Y si hace falta el vino lo pago yo, para eso sí me llega.
No: Al igual que le dije a Mel Gibson, a Antonio Banderas y a Javier Gutiérrez lo que tenemos que conseguir es que venga a la ciudad, enseñarle la preciosa colección de acuarelas que la familia del Almirante Fernández Fernández ha cedido al Museo Naval y luego organizar una ruta por todos los bienes que -aunque algunos estén hechos un asquito- siguen existiendo en la ciudad y que fueron escenarios fundamentales en la heroica gesta que nuestros antepasados protagonizaron en las dos gloriosas jornadas de agosto del 1800.
Yo no llevo cash, como decía una rica televisiva, pero no me imagino nada mejor para centrar nuestros esfuerzos: Ya que el Sr. Gibson no está interesado en volver a vapulear a los ingleses, que el Sr. Banderas no gusta de las guerras napoleónicas y que el Sr. Gutiérrez está ahora mismo aprovechándose de las mieles que la fama le está granjeando, tenemos que aprovechar la existencia de una "escuela de pintura ferrolana" para convencer al señor Ferrer-Dalmau de que aquí hubo una gresca monumental en la que participaron todo tipo de medios menos aviones.
El problema es que con un cuadro no llega. Al menos tiene que pintar ese espeluznante desembarco de 14.000 hombres, el cañoneo a las tropas ingleses desde los castillos de La Palma, San Martín y San Felipe apoyados por la artillería naval y la gran escaramuza de la línea defensiva... por no hablar de otras muchas microhistorias que seguro merecen ser contadas.
Ya sé que es difícil, pero esperemos que se le agote la temática antes que el ansia de plasmar la historia militar española y que podamos invitarle a una copa de vino blanco mientras nos cuenta los pormenores de la obra. Seguro que, en cualquier caso, compondrá un buen cuadro que sumará aún más visitantes a los más de 25.000 que han acudido a nuestro Museo Naval en el último año. Y si hace falta el vino lo pago yo, para eso sí me llega.
Comentarios
Publicar un comentario