Cuando éramos pequeños los que ahora ya somos mayores -y cuando lo eran los que son aún más mayores- en Ferrol había mucha marina, y pese a lo que ciertos desinformados puedan pensar, esto no está referido a la mili, que era más un gasto social que una inversión en Defensa.
No, en aquellos años, la Comandancia General de la Flota estaba en Ferrol, con su almirante a la cabeza. También estaba la Zona Marítima del Cantábrico, que mandaba un almirante (el Capitán General) y cuyo Estado Mayor mandaba otro almirante más... y estaba también el Almirante del Arsenal, que es el único que se conserva.
Hoy el Estado Mayor de la Flota (la fuerza) tiene debajo a una serie de mandos subordinados que a su vez son mandados por oficiales generales: El Mando de Acción Naval y el de Infantería de Marina (ambos en la provincia de Cádiz) y el de Acción Marítima, en Cartagena. De todos los mandos subordinados a estos tres mandos de la fuerza naval española ninguno está en Ferrol, cosa que no me siento capacitado para cuestionar ni discutir.
Las cinco fragatas F-100 navegando juntas. (Fuente abcblogs.abc.es) |
Estructura de la Armada Española. (Fuente laarmadaesp.blogspot.com) |
Han pasado casi
300 años desde que Felipe V decidiera establecer la capitanía del
departamento marítimo del norte en Ferrol; desde
entonces, hasta hace relativamente poco, Ferrol continuó ejerciendo ese papel
de capital departamental sin interrupción. Con
su astillero, establecido originalmente en la villa de la Graña y -tras una
sabia y valiente rectificación- reubicado en Esteiro, germinó la transformación
de una pequeña villa de pescadores en uno de los centros industriales más
importantes de su tiempo y a su arsenal una de las bases navales más envidiadas de la época,
de cuya excelencia dan fe los más de 250 años de funcionamiento ininterrumpido con el
propósito original para el que fue construido, y sin haber sufrido apenas
modificaciones.
Cosas que han desaparecido: La mili y el Galatea... como tantas otras. (Fuente: vadebarcos.net) |
De
la misma manera, a lo largo de todos estos años, incontable número de
ferrolanos han engrosado las dotaciones de los barcos de la Armada y en muchos
casos han entregado su vida sirviendo en ella. En
definitiva, sería difícil argumentar que la Armada tiene deuda alguna con
Ferrol o viceversa. Los
intereses estratégicos y diferentes políticas de reorganización, han tenido
como consecuencia la supresión de la Zona Marítima del Cantábrico, con su
Estado Mayor y el traslado del Estado Mayor de la Flota a otra ubicación. Por
otro lado, la supresión del servicio militar obligatorio, en el año 2001,
significó el fin de la actividad de instrucción en el antiguo Cuartel de
Instrucción de Marinería ubicado en la antigua sala de Armas del Arsenal, donde
cada año, miles de jóvenes de toda España, recibían instrucción militar
obligatoria. No
creo que se deba juzgar la conveniencia o no de las decisiones
que motivaron los cambios señalados en el párrafo anterior, pero sí apuntar
alguna propuesta que podría devolver de algún modo ese esplendor “naval” que Ferrol
alguna vez tuvo.
Jefatura de Personal de la Armada, actualmente en Madrid. |
La
Jefatura de Personal de la Armada, ubicada actualmente en Madrid, con las
Direcciones y Subdirecciones que la forman, cuenta en su plantilla con más de
250 militares. Ubicar
en Ferrol al Jefe de Personal de la Armada (ALPER) y a toda su estructura de
mando es un reto que va más allá de una decisión de la organización militar:
Estamos hablando de media docena de oficiales generales, entre el servicio
activo y la reserva; estamos hablando de oficiales y suboficiales de los
empleos más altos (los que más cobran y más estabilidad tienen); estamos
hablando de que cuando nuestros marinos lleguen a cierta edad no tengan que
emigrar o renunciar a su carrera, de varias decenas de familia asentadas en una
ciudad que pierde capital humano a marchas forzadas.
Es
un reto que por otro lado no deja de tener cierta lógica al estar ubicadas en
Ferrol dos de las principales escuelas de la Armada (Escaño y ESENGRA), además
de la cercanía de Marín, donde se ubica la Escuela Naval Militar. Y
tal vez, ese almirante, podría actuar como máxima autoridad militar en Galicia,
con la visibilidad que eso le daría a la ciudad, y tal vez los sueldos de todos
esos militares que vuelven a casa en vacaciones o que se desplazan a Madrid
dejando a sus familias en Ferrol no tendrían que engrosar los números negros de las compañías de transporte o de las gasolineras o las concesionarias de las autopistas, lo
que sin duda beneficiaria a la economía local en detrimento de la madrileña,
que no creo que note mucho que se vayan un centenar de marinos... es más: En
Madrid no queda sitio para nadie, que decía Joaquín Sabina, por lo que a lo
mejor lo que había que hacer es llevarse de allí a toda esa marina en seco, y
traérsela a Ferrol de una vez por todas.
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