Escribo esta entrada a mediados de febrero, sin un ápice de preocupación por la campaña electoral de Galicia que todavía no ha empezado. Voy a comentar lo que creo que va a pasar el Domingo de Ramos (que ya es escoger fechas, Feijoo) y por qué se llegará al resultado que se va a llegar.
El PP va a caer más de lo que se dice por agotamiento del modelo, nada más. El nacionalismo paleto de Feijoo es coadyuvante del excluyente de la izquierda española, a la que podría llamarse izquierda de corral por su capacidad de cacarear consignas al unísono.
Una vez descartada la presencia de Greta Thumberg en algún mitin socialista y la unión de PP y Ciudadanos, el escenario presenta dos fragmentaciones claras: De un lado están el PP y VOX más los supervivientes del albertismo (en número decreciente) y del otro la mimética izquierda gallega, todos nacional-socialistas que quieren cambiar el medio y conseguir un mundo mejor en el que el gallego sea impuesto a ese 70% que está hasta el nabo del gallego; más concretamente:
Feijoo habrá estado soberbio en sus dos principales acepciones: Datos, demagogia, dialéctica, labia... no tiene rival en la distancia corta, en el debate ni mucho menos en las entrevistas... pero también lo habrá estado en la personificación del líder en él mismo, en la identificación de sus intereses con los del partido, en la personificación de Galicia en su persona. Creo, sinceramente, que si no llegase al número de 38 escaños sólo podría ser por el robo de votos de VOX, pero en ningún caso por su fuga hacia la izquierda; es más: Creo que creer que alguien de derechas se va a pasar al PSOE en las actuales circunstancias es una muestra de memez.
Caballero no tiene punch, así de claro, y el gallego tiende a desconfiar de las promesas de Madrid. Creo que, gracias a Dios, en Galicia no nos dejamos convencer así como así de que lo mejor que le puede pasar a nuestra región es que se vaya Feijoo para que el total de los partidos de izquierdas monten una romería en la que no se van a poner de acuerdo nada más que en el gallego, el feminismo y el alarmismo climático. Puede que me equivoque, (algunas veces lo hago) pero me da la impresión de que el sobrino que nunca bebió un cubata sólo crecerá en la medida en que decrezcan los votos a las mareas, confluencias y demás pájaros de lo que se ha venido llamando la izquierda rupturista.
Pontón recoge lo que le han sembrado con cierto salero, pero como esta señora es lo que es, de vez en cuando tiene que sacar el soberanismo, o aldraxe, la matria gallega, los suevos o cualquier otra cosa celta, merovingia, druídica o epistemológica que dudo que le haga conseguir mucho más que echar mas tierra sobre la tumba de la marea.
La marea baja, y huele mal... a todos los vertidos que ha acumulado a lo largo de su escasa existencia. Los refugiados de los sindicatos, de las escisiones de la UPG y del bloque, los enchufados en paro y demás pobladores del comunismo más trasnochado se han dado cuenta de que su no-gestión activista no ha convencido a nadie más que a los que tienen un serio problema de romanticismo histórico (esos que dicen que las pelis de Disney traumatizan o que España nunca existió). Creo que le dará para entrar con poquito, y que eso favorecerá a Feijoo.
Los Ciudadanos que queden consumarán su venganza llevándose unos pocos miles de votos que no servirán para nada. Se les ha ocurrido pedirle a Feijoo que los trate como a los hijos pródigos que no son, y éste les ha contestado que en la derrota no se puede exigir, que se vayan al carallo y que no molesten su entrada triunfal en el Obradoiro. Una pena ver a algo tan joven cometer suicidio de una forma tan extraña.
Y la VOX de Galicia no sé muy bien si habrá salido de la sala de partos, si estará en la incubadora, si habrá articulado un discurso o si conseguirán que alguien dé un paso al frente. Pero lo cierto es que su éxito será inversamente proporcional a las posibilidades de que a Feijoo se le estropee la próstata en Monte Pío, por lo que ardo en deseos de comprobar si van a articular un discurso más allá del rechazo al nacionalismo imperante, si van a desembarcar con todas sus tropas o si van a provocar un auto-gatillazo para centrarse en otros frentes más calientes.
En unos días comentaré los resultados, que Dios nos ayude.
El PP va a caer más de lo que se dice por agotamiento del modelo, nada más. El nacionalismo paleto de Feijoo es coadyuvante del excluyente de la izquierda española, a la que podría llamarse izquierda de corral por su capacidad de cacarear consignas al unísono.
Una vez descartada la presencia de Greta Thumberg en algún mitin socialista y la unión de PP y Ciudadanos, el escenario presenta dos fragmentaciones claras: De un lado están el PP y VOX más los supervivientes del albertismo (en número decreciente) y del otro la mimética izquierda gallega, todos nacional-socialistas que quieren cambiar el medio y conseguir un mundo mejor en el que el gallego sea impuesto a ese 70% que está hasta el nabo del gallego; más concretamente:
Feijoo habrá estado soberbio en sus dos principales acepciones: Datos, demagogia, dialéctica, labia... no tiene rival en la distancia corta, en el debate ni mucho menos en las entrevistas... pero también lo habrá estado en la personificación del líder en él mismo, en la identificación de sus intereses con los del partido, en la personificación de Galicia en su persona. Creo, sinceramente, que si no llegase al número de 38 escaños sólo podría ser por el robo de votos de VOX, pero en ningún caso por su fuga hacia la izquierda; es más: Creo que creer que alguien de derechas se va a pasar al PSOE en las actuales circunstancias es una muestra de memez.
Caballero no tiene punch, así de claro, y el gallego tiende a desconfiar de las promesas de Madrid. Creo que, gracias a Dios, en Galicia no nos dejamos convencer así como así de que lo mejor que le puede pasar a nuestra región es que se vaya Feijoo para que el total de los partidos de izquierdas monten una romería en la que no se van a poner de acuerdo nada más que en el gallego, el feminismo y el alarmismo climático. Puede que me equivoque, (algunas veces lo hago) pero me da la impresión de que el sobrino que nunca bebió un cubata sólo crecerá en la medida en que decrezcan los votos a las mareas, confluencias y demás pájaros de lo que se ha venido llamando la izquierda rupturista.
Pontón recoge lo que le han sembrado con cierto salero, pero como esta señora es lo que es, de vez en cuando tiene que sacar el soberanismo, o aldraxe, la matria gallega, los suevos o cualquier otra cosa celta, merovingia, druídica o epistemológica que dudo que le haga conseguir mucho más que echar mas tierra sobre la tumba de la marea.
La marea baja, y huele mal... a todos los vertidos que ha acumulado a lo largo de su escasa existencia. Los refugiados de los sindicatos, de las escisiones de la UPG y del bloque, los enchufados en paro y demás pobladores del comunismo más trasnochado se han dado cuenta de que su no-gestión activista no ha convencido a nadie más que a los que tienen un serio problema de romanticismo histórico (esos que dicen que las pelis de Disney traumatizan o que España nunca existió). Creo que le dará para entrar con poquito, y que eso favorecerá a Feijoo.
Los Ciudadanos que queden consumarán su venganza llevándose unos pocos miles de votos que no servirán para nada. Se les ha ocurrido pedirle a Feijoo que los trate como a los hijos pródigos que no son, y éste les ha contestado que en la derrota no se puede exigir, que se vayan al carallo y que no molesten su entrada triunfal en el Obradoiro. Una pena ver a algo tan joven cometer suicidio de una forma tan extraña.
Y la VOX de Galicia no sé muy bien si habrá salido de la sala de partos, si estará en la incubadora, si habrá articulado un discurso o si conseguirán que alguien dé un paso al frente. Pero lo cierto es que su éxito será inversamente proporcional a las posibilidades de que a Feijoo se le estropee la próstata en Monte Pío, por lo que ardo en deseos de comprobar si van a articular un discurso más allá del rechazo al nacionalismo imperante, si van a desembarcar con todas sus tropas o si van a provocar un auto-gatillazo para centrarse en otros frentes más calientes.
En unos días comentaré los resultados, que Dios nos ayude.
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