Me encuentro encima de la mesa de la cocina un paquete vacío de galletas que nadie se ha dignado a tirar. Sacudo las migas en la bolsa azul y le saco el papel que hay dentro; el papel lo tiro en la bolsa de cartón y el envoltorio en la amarilla... siempre me pregunto cuándo este pequeño gesto servirá realmente para algo. Hoy, cada día más, estoy convencido de que el proceso de inculturización al que estamos siendo sometidos nos está volviendo cada día más sectarios e irracionales. Sí, me asqueé del futbol, de los contratos millonarios, de los niñatos tatuados con voluptuosas mujeres que se lamentan de no haber ganado tal o cual competición. Es difícil ser padre e inculcar valores a tus hijos cuando tienes un contra-ejemplo constante en todas partes. ¿Qué quieren nuestros niños, ser ricos por ser buenos en algún deporte? ¿Y nuestras hijas quieren ser la pareja de uno de esos ricos? Ya: La televisión es una basura que corea consignas aderezadas de informaciones sesgadas y de desinf...
Llega un momento en la vida en que empiezas a creer que la palabra es importante. Estas son mis armas para luchar por y para tratar de mejorar el mundo.