Hay tantas expectativas buenas en el ambiente que sólo me queda decir que como este verano haga bueno vamos a tener que construir un hotel de cinco estrellas en alguna parte, porque esto se nos está yendo de las manos. Las políticas cortoplacistas no sirven de mucho, la verdad, aparte de para contentar a los que pretenden aplicar soluciones sencillas a problemas complejos, pero no me cabe la menor duda de que las cosas sólo pueden ir a mejor, a peor o quedarse como estaban, lo creáis o no. Es algo que me tiene hablando solo de la alegría, y cuando digo solo me refiero a completamente solo, puesto que prácticamente nadie sabe lo que me han contado, pero mis fuentes me aseguran que es rigurosamente cierto: La carpintería de ribera ha vuelto, y parece que para quedarse. Primero fue lo del dique, que ya es una maravilla aunque no hagan nada más... Sí, sin duda el dique puede ser otro atractivo turístico a sumar a los ya muchos que tenemos relacionados con el mar y la construcción naval...
Llega un momento en la vida en que empiezas a creer que la palabra es importante. Estas son mis armas para luchar por y para tratar de mejorar el mundo.